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Opinión

Julio Castillo: ¿Remake o reseteo?

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Remake, artículo Julio Castillo-acn
Foto cortesía
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En el chavismo no se ha producido un “reseteo”, como dicen algunos, si así fuera estarían comenzando de cero, revisándose y planteando cosas nuevas. Lo que está en curso es un “remake”. Un “remake” es lo que los productores de películas hacen con viejos títulos que alguna vez fueron exitosos y que dejaron de tener audiencia. Los filman de nuevo con otros protagonistas, otras técnicas, pero dejando el argumento y el guion prácticamente intocables.
¿Dónde se expresa esta nueva conducta? Pues fue muy evidente en las pasadas elecciones regionales. Si usted viajaba de Caracas hasta Valencia (por esa autopista oscura y llena de huecos) podría advertirlo en las vallas y avisos de los candidatos chavistas. De todos habían desaparecidos los ojitos de Chávez, las menciones al socialismo. Hasta el color rojo, ya desteñido en los avisos viejos, se había ido. Y algo más significativo, el bacalao de Maduro no estaba en ninguna parte.
Este fenómeno es una demostración evidente del fracaso de un proyecto que se ha hecho impresentable, pero lo es también de que el propósito de revisión, mejor dicho, de constricción, por los males que le han causado al país, se ha quedado a mitad de camino o, lo que sería peor, se limita a un simple cambio de protagonistas dejando el guion intacto.
En este espacio hemos insistido en que el país deberá reconciliarse para poder salir del foso y para eso lo primero se haga justicia y se sancione a los responsables del sufrimiento de nuestro pueblo y que luego quienes pretendan defender las ideas originales del chavismo, puedan hacerlo con las libertades que se han negado a la oposición.
Si mantenemos el clima de polarización y no se produce una reconversión de las direcciones políticas para convivir en una República de iguales, una eventual salida de Maduro será solo momentánea, después ese, o cualquier otro populismo civil o militar, regresará con mayor saña y mayor capacidad de destrucción.
¿Es posible que del seno del chavismo salgan fuerzas diferentes a lo que hasta ahora ha dirigido el país? Teóricamente sí. Es un proceso hasta normal en la historia que de una misma dirección política se desprendan elementos que replanteen con éxito salidas distintas a las que habían venido ejecutando. El caso de Emmanuel Macron, ministro de Hollande, es quizás el más reciente y exitoso de un dirigente que, con un extraordinario sentido del timing, sale de un gobierno a formar (de la nada) EN MARCHE, un movimiento que pulverizo electoralmente a los viejos e históricos partidos. Claro, lo de Macron, no fue un “remake”, fue una apuesta clara por una nueva visión de país y de hacer política.
En la oposición venezolana deberá ocurrir otro tanto. La MUD, una vez cumplido su ciclo de luces y sombras, deberá dar paso a una nueva dirección política. Una dirección que se deshaga de quienes no tienen en su proyecto la superación del régimen sino la convivencia con él y la presentación de una propuesta atractiva y seria para superar la crisis y avanzar en la reconstrucción y la reconciliación nacional. No es un “remake” de oposición y gobierno lo que necesitamos entonces sino un verdadero “reseteo” nacional. Las grandes mayorías nacionales no se reconocen ni en el chavismo decadente, ni en la oposición tal como ha venido existiendo. Como diría nuestro brillante paisano Carlos Cruz Diez, luego de esta destrucción monumental se abre una etapa fascinante. “Todo está por hacer en Venezuela”

Opinión

Luis Aniano Espinel, nuestro primer cronista digital

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Luis Aniano Espinel
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El pasado 10 de mayo se celebró el día nacional del cronista, en honor a la fecha de nacimiento del escritor, valenciano Enrique Bernardo Núñez, primer cronista de Caracas. El cronista es el hombre que se encarga de recopilar y redactar la información que debe ser recordada, especialmente la del pasado. Durante el siglo XX tuvimos muchos célebres cronistas en Valencia, tanto los oficiales designados por la Municipalidad, como los cronistas espontáneos, que fueron tan buenos o mejores que los oficiales. Ellos plasmaron en papel y con tinta los recuerdos del siglo que nos vio nacer.

Pero el siglo XXI con su arrolladora ola de nuevas tecnologías, con nuevas formas de comunicación y con otras maneras de registrar la historia también trajo los nuevos cronistas, muy distintos a los anteriores ya que están adaptados a las nuevas realidades y que tienen unas herramientas poderosísimas, con las que tienen un alcance y penetración que jamás imaginaron aquellos pares que plasmaban sus recuerdos en una sólida remington o undrwood de cinta rojinegra, carro de hierro y campanita.

Los nuevos cronistas, sin tener el apoyo de municipalidades, universidades, gobiernos o empresas que los financien sino solamente con su afán de divulgar y valiéndose de la internet y especialmente de las redes sociales revivieron el interés de la gente por su pasado. Con ellos la imagen, que vale más que mil palabras, toma un papel preponderante que los viejos cronistas no podían tener. Y entre ellos, como es natural, sólo permanecieron los mejores, y sin duda, el primero de nuestros cronistas de la era digital fue Luis Aniano Espinel.

Caraqueño, y de profesión piloto, se estableció en Valencia a los 25 años. Hombre muy activo, había sido excursionista y explorador. Pero un día ayudando a uno de sus hijos se dio cuenta del desconocimiento de las nuevas generaciones de la historia y tradiciones de la ciudad y le puso manos a la obra.

En su labor divulgadora se encargó de digitalizar y poner a la disposición de cualquier visitante de su redes obras fundamentales para el estudio del pasado valenciano como: Historia de Valencia y De convento a casa de gobierno de Luisa Galíndez, Documentos que hacen historia de Miguel Colombet, Páez en Valencia de Alfonso Marín, Cristal de Tradición de Rafael Saturno Guerra, Valencia bajo el gomecismo de Mujica Sevilla, Historia de la construcción del Teatro Municipal de Luis Cubillán, Imágenes de Valencia de Julio Centeno, Historia del Estado Carabobo de T. Manzo, Valencia su perfil y su recuerdo de Polo, Recado Histórico de Valencia, Cronicones de Valencia de Zerpa. Todos estos libros, hoy agotados y casi imposibles de conseguir están al alcance de todos con sólo un click, gracias a Anaiano.

Pero Aniano también tenía producción propia: Su inconfundible figura con su boina negra y su cámara digital en la mano se le veía en casi cualquier rincón de Valencia. Así dejó un registro fotográfico debidamente comentado con excelente información adicional de icónicos lugares de la Valencia de ayer, y también de la de hoy. Pero allí no se detenía su afán de dejar registro para la posteridad de la vida valenciana: también fijó fotográficamente exposiciones, conferencias, misas, aniversarios y conciertos a los que asistía. Su sitio en la web (Facebook) es una verdadera fototeca valenciana.

También creo un grupo “Gente de Valencia”, el más popular de la web valenciana, con casi treinta mil miembros, donde compartía toda su información gráfica y escrita y daba una ventana para que otros contribuyeran con lo suyo.

Aniano se fue hace 4 años. Por la tecnología de la internet lo tenemos allí, del otro lado del monitor, con sus miles de fotos, con sus descripciones y siempre contestando a quienes le seguían. Un verdadero cronista. Sirvan estas líneas en papel para que su obra no sea olvidada por Valencia.

No dejes de leer: El Ateneo de Valencia y el Salón Arturo Michelena

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