General norteamericano, vaticina una guerra entre Estados Unidos y China comunista; en menos de 15 años. Este ex comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa vaticina; que ambos países estarán enfrentados por sus conflictos de intereses en el Pacífico.
Foto de portada: Filtran fotos del supuesto encuentro cercano entre un destructor chino y uno de EE.UU.
-General norteamericano: «EE.UU. y China estarían en guerra dentro de 15 años»
-Soldados chinos entrenan en una base aérea, Hong Kong, China, 30 de junio de 2018.
El teniente general retirado Ben Hodges, ex comandante de las tropas de Estados Unidos en Europa; ha expresado que sus aliados del viejo continente tendrán que hacer más; para asegurar su propia defensa porque dentro de unos 15 años podrían entrar en guerra con China en el Pacífico, informa The Washington Post.
Foro de Seguridad de Varsovia (Polonia)
Este antiguo alto mando norteamericano ha realizado este posible vaticinio durante el Foro de Seguridad de Varsovia (Polonia), una reunión a la que han asistido líderes y expertos militares y políticos de Europa central estos 24 y 25 de octubre.
Al respecto, Hodges ha detallado que «EE.UU. necesita un pilar europeo muy fuerte» frente al aumento del poderío militar de Rusia porque «no es capaz de hacer todo lo que debe en Europa y el Pacífico [al mismo tiempo] para hacer frente a la amenaza china».
Filtran fotos del supuesto encuentro cercano entre un destructor chino y uno de EE.UU.
Ben Hodges, que ahora trabaja como experto estratégico en el Centro para el Análisis de Políticas Europeas (CEPA, por sus siglas en inglés), un instituto de investigación con sede en Washington, considera que el reciente incidente entre dos destructores en el disputado mar de la China Meridional es una señal de que entre estadounidenses y chinos existe «una relación cada vez más tensa y una creciente competencia en todos los dominios».
En su opinión, otro reflejo de esa rivalidad sería «el robo constante de tecnología» que realizaría Pekín y el hecho de que China cada vez controle más infraestructuras por financiar proyectos en África y Europa, lugar donde poseería más del 10 % de los puertos.
Las últimas horas del papa Francisco. El sufrimiento, conmovedor, de la despedida del Sumo Pontífice quedará para siempre en las imágenes de la última bendición. La respiración forzada. El gesto arrancado de una debilidad evidente. La voz temblorosa. El largo baño de multitudes. ¿Pero, qué ocurrió después?
Fuentes vaticanas confirman que el papa se despertó a las seis y se encontraba razonablemente bien. A las 7 empezó a encontrarse mal. Media hora después, exactamente a las 7:35, se comunicó el fallecimiento. Ahora se confirma que fue un ictus producido en el marco de un grave problema cardiocirculatorio.
Su cuerpo ya estaba debilitado por las infecciones respiratorias que habían provocado su ingreso en el Policlínico Gemelli. Las tres convulsiones sufridas entonces habían puesto en duda la posibilidad de recuperación y en esos días circuló el rumor de que en cuanto su estado mejorara un poco el Papa Francisco sería trasladado de nuevo a la Casa Santa Marta para enfrentarse en el Vaticano con la posibilidad de que el desenlace de la enfermedad fuera fatal para el Papa de gran corazón.
Se le había prescrito una convalecencia con ventilación asistida, y los médicos habían aconsejado el aislamiento. Pero el Pontífice siempre dijo que no pasaría ese tiempo alejado de sus compromisos. Y así fue: se produjo la sorpresa de Bergoglio entre los fieles, el recibimiento que no se le negó al rey Carlos de Inglaterra y, ayer mismo, el domingo, el encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance. Y aún el último baño de multitudes: los saludos, las bendiciones, las miradas y las sonrisas a los niños.
Hay quienes el domingo notaron una mayor rigidez, respecto a los días anteriores, en el brazo. Hay quienes vieron detrás del Pontífice a una persona que lo masajeaba. Quienes notaron una respiración aún más dificultosa.
Pero aquello en lo que el Papa Francisco, en el día de Pascua, quiso que el mundo pusiera atención y lo recordara no es un parte médico de una persona frágil y enferma que no quiso ahorrarse esfuerzos, sino el llamamiento por la paz y la humanidad que lanzó al mundo.
Así lo recordó el cardenal vicario para la diócesis de Roma, Baldassare Reina, en el anuncio de la muerte: «Lloramos al testigo del Evangelio, al pastor misericordioso, al profeta de Paz«.
Se despidió de sus fieles
Ayer domingo, luego de reunirse James David Vance, vicepresidente de Estados Unidos, Jorge Mario Bergoglio fue trasladado a la Basílica de San Pedro, donde le esperaban los miles de romanos, peregrinos y turistas.
«Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!», dijo ante el júbilo de los miles de presentes. Tras estas palabras, el Santo Padre dejó que el discurso lo leyera el maestro de ceremonias monseñor Diego Giovanni Ravelli.
Tras impartir la bendición Urbi et Orbi, el Papa dio una nueva sorpresa al subirse al papamóvil, algo que no hacía desde hace meses, para saludar a todos los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y en el comienzo de la contigua Vía de la Conciliación. Como si de su despedida se tratara, saludó a todos los presentes.