Internacional
Yumandú Orsi asumió presidencia de Uruguay (+ video)

El izquierdista Yamandú Orsi asumió presidencia de Uruguay al ser investido este sábado 1 de marzo como por el período 2025 hasta 2030, en una ceremonia celebrada en el Palacio Legislativo frente a representantes de los diferentes países invitados.
«Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitución de la República», fueron las palabras leídas por el nuevo mandatario de Uruguay.
Orsi aseguró este sábado, tras ser investido, que quiere encabezar un Gobierno «que se caracterice por el principio de humanidad».
«El sentido humano será el espíritu con el que se aborden las soluciones a los distintos problemas del país, pero también el modo de ejercer el servicio público, de poner oído ante cada problema o angustia de nuestro pueblo. De entender al que piensa distinto», indicó Orsi.
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Yamandú Orsi asumió presidencia de Uruguay
En ese sentido, el flamante mandatario dijo que la única ambición del Gobierno «está íntimamente ligada a la búsqueda de la pública felicidad».
«La democracia también goza de buena salud cuando sus instituciones son sólidas, cuando la justicia es igual para todos y cuando se defiende a ultranza el mandato republicano de la independencia entre poderes», exclamó.
Orsi sucede a Luis Lacalle Pou para liderar hasta 2030 un país de 3,4 millones de habitantes, uno de los más estables y prósperos de la región, que este primero de marzo celebra 40 años de democracia ininterrumpida.
Llega con expectativa favorable
«¡Sabremos cumplir!», aseguró el delfín del expresidente Pepe Mujica, al ganar en noviembre con la promesa de beneficiar a los más desfavorecidos con «un cambio seguro que no será radical».
Orsi, un profesor de historia de 57 años que gobernó durante una década Canelones, el departamento más poblado del país después de Montevideo, llega a la Torre Ejecutiva con un 44% de expectativas favorables sobre su gestión, según una encuesta de Opción Consultores.
Juan Carlos Martínez, un trabajador de la construcción de 70 años, se mostró esperanzado. «Va a gobernar para los pobres, no para los ricos», señaló.
Romina Maciel, de 20 años y empleada de una empresa de limpieza, confió en que su sueldo mejore, que pueda sentirse «más segura» y «que no haya gente viviendo en la calle».
La de Orsi es la octava investidura presidencial desde 1985, cuando terminó una dictadura cívico-militar de 13 años que dejó unos 200 detenidos-desaparecidos, una herida aún abierta para muchos.
«Espero que finalmente se haga justicia», afirmó Claudia, una enfermera de 59 años que prefirió no dar su apellido.
Orsi, el tercer mandatario de izquierda en Uruguay después de su mentor Mujica (2010-2015), y el fallecido Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020), juró lealtad a la Constitución hacia las 14:00 (17:00 GMT) ante el Parlamento en pleno.
Luego se trasladó en un auto eléctrico hasta la céntrica Plaza Independencia, donde Lacalle Pou le entregó la banda presidencial para quedar oficialmente investido en el cargo.
Delegados de más de 60 países
Delegados de más de 60 países, entre ellos el rey de España y los presidentes de Alemania, Armenia, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y República Dominicana fueron testigos de la asunción.
El presidente Javier Milei faltará debido a la inauguración de la nueva legislatura en Argentina.
Orsi ya sostuvo varios encuentros bilaterales el viernes, cuando compartió un asado con los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gabriel Boric de Chile y Gustavo Petro de Colombia.
Mujica, de 89 años y enfermo de un cáncer irreversible, dijo no querer perderse la asunción de su discípulo y prevé además reunirse con su amigo Lula.
Retos y metas
Orsi enfrenta no pocos desafíos. En lo político, lidiará con un Parlamento dividido, en el que el gobernante Frente Amplio (FA) solo controlará el Senado y habrá voces antisistema en la Cámara baja. Pero según analistas, la interna del oficialismo le generará aún más problemas.
«Dedicará más tiempo y energía a gestionar a sus partidarios acérrimos que a tratar con sus oponentes políticos», escribió el economista Arturo Porzecanski en la revista Americas Quarterly, advirtiendo tensiones con la «poderosa» central sindical Pit-CNT, afín al FA.
Orsi deberá atender las demandas sociales sin incrementar el déficit fiscal, que alcanzó en 2024 el 4,1% del PIB, y en momentos en que la falta de lluvias amenaza con afectar el crecimiento, estimado en 3% para este año.
El nuevo presidente tendrá el reto de abatir la criminalidad vinculada en gran parte al narcotráfico, algo que pese a intentos no logró Lacalle Pou. Uruguay tiene una tasa de homicidios de 10,5 cada 100.000 habitantes, y unos 16.000 presos con bajo nivel educativo y difícil perspectiva de reinserción social.
Lacalle Pou le deja la vara alta
Por otra parte, las políticas proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump impactarán en Uruguay «a través del potencial menor crecimiento en China», dijo a AFP Nicolás Saldías, del EIU, la unidad de análisis de The Economist.
Según Porzecanski, «Orsi hereda una economía y un país cuyos fundamentos son muy sólidos».
Lacalle Pou, un abogado de 51 años que deja el cargo con 54% de popularidad, destacó que su gobierno «cuidó los recursos públicos», fue «humanista» y buscó ir «a todos los rincones del país».
«Lo volvería a vivir, corrigiendo errores», aseguró el viernes, emocionado ante una multitud que lo aclamaba.
Con la voz quebrada, la agente de viajes Cecilia Antía, de 60 años, lamentó que en Uruguay no se permita un segundo mandato presidencial consecutivo. «¡Lo necesitamos!», exclamó entre seguidores que esperan que sea reelecto en cinco años.
ACN/MAS/AFP
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Internacional
Trump agradeció a Elon Musk por su trabajo en la Casa Blanca (+Video)

El presidente de EEUU, Donald Trump, despidió públicamente este viernes, 30 mayo, a Elon Musk, el empresario sudafricano que lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Trump elogió a Musk por haber realizado “un cambio colosal en Washington” y por su papel en la reforma gubernamental más ambiciosa en generaciones.
Sin embargo, la salida de Musk también marca el fin de un «experimento político» para muchos analistas que generó controversia y resultados mixtos.
Musk asumió el liderazgo del DOGE con la promesa de reducir el gasto federal en dos billones de dólares, pero los resultados oficiales reflejan una reducción mucho menor, de 150.000 millones.
A pesar de los obstáculos burocráticos y legales que enfrentó, el empresario defendió su gestión y aseguró que el equipo del DOGE seguirá trabajando para lograr mayores ahorros en el futuro. Su salida, sin embargo, deja dudas sobre la viabilidad de su proyecto y el impacto real de sus reformas.
“Creo que el equipo del DOGE está haciendo un trabajo increíble”, dijo Musk tras recibir una llave ceremonial del presidente. “Van a seguir haciendo un trabajo increíble”, sostuvo.
Está por escribirse una nueva etapa
Asimismo, Trump sugirió que Musk “realmente no se va”. Dijo que “va a estar de aquí para allá” para estar al tanto de lo que ocurre en la administración. Lo cierto, es que está por escribirse una nueva etapa en la relación entre Musk y Trump. Como se sabe, hasta este punto ha sido bastante cercana y simbiótica.
Musk no solo encabezó el DOGE, sino que también realizó donaciones millonarias a la campaña de reelección de Trump y participó activamente en eventos partidarios. Su presencia en el gobierno fue vista por algunos como una extensión de su influencia empresarial en la política, lo que generó críticas sobre posibles conflictos de interés.
A pesar de ello, Trump calificó a Musk como “un gran estadounidense” y destacó su contribución a la administración.
Decepción con el rumbo de la política fiscal de Trump
La salida de Musk no ha estado exenta de tensiones. En un mensaje en la red social X, el empresario expresó su decepción con el rumbo de la política fiscal de Trump y señaló que las resistencias internas limitaron el alcance de su reforma.
En una entrevista reciente, Musk criticó el plan fiscal republicano, afirmando que socava los esfuerzos de reducción del gasto público que él impulsó. Estas declaraciones sugirieron un distanciamiento entre ambos líderes, aunque Musk aseguró que seguirá siendo un amigo y consejero del presidente.
El legado de Musk en el gobierno de Trump es complejo. Si bien logró implementar recortes significativos, su ambiciosa meta de ahorro quedó lejos de cumplirse.
Su salida deja interrogantes sobre el futuro del DOGE y la efectividad de sus reformas en el largo plazo. Mientras algunos celebran su impacto en la burocracia federal, otros cuestionan la profundidad de los cambios y el verdadero alcance de su gestión.
Con información de: CD
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