Internacional
Más de 30 muertos por protestas en Nicaragua

Las protestas en Nicaragua, se iniciaron el martes pasado en una universidad de Managua. Contra una reforma que buscaba aumentar hasta en 22,5% las cuotas de 700.000 trabajadores y de empresarios al Seguro Social. Y ya han dejado más de de 30 muertos. Ortega anuncia revocatoria de reforma que originó violentas protestas en Nicaragua.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este domingo la revocatoria de la reforma al seguro social, que originó la violenta ola de protestas que dejaron al menos 24 muertos o más de 30, según medios de prensa independientes.
En un encuentro con empresarios de zonas francas, Ortega dijo que el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) decidió revocar la reforma que habría incrementado las contribuciones obreras y patronales para darle estabilidad financiera al sistema de pensiones.
Managua sumida en el caos
Tiendas y comercios destruidos y saqueados, calles polvosas bloqueadas por barricadas de piedras y estaciones de gasolina atiborradas de vehículos fue el panorama de este domingo en la capital de Nicaragua, en el sexto día de protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega.
Largas filas de personas con rostros de angustia y temor se han formado frente comercios, supermercados, edificios bancarios y a cajeros automáticos en las gasolineras, las que amanecieron repletas de conductores desesperados por comprar combustible antes que se agote la reserva.
En barrios populosos de Managua, como la colonia Rafaela Herrera o el reparto Shick, las calles han quedado alfombradas de piedras, como un feroz campo de batalla, por los enfrentamientos de las últimas horas entre manifestantes y policías antimotines.
A falta de policías, el Ejército movilizó en Managua este domingo soldados con fusiles y cascos de guerra, tras supuestas amenazas de ataque al hospital «Solidaridad», entidad del Seguro Social en el sector oriental capitalino, según imágenes transmitidas por el oficialista canal 4 de televisión.
Las protestas iniciaron el martes pasado en una universidad de Managua en contra de una reforma que buscaba aumentar hasta en 22,5% las cuotas de 700.000 trabajadores y de empresarios al Seguro Social, además de aplicar un impuesto del 5% a las pensiones de miles de jubilados.
Si bien las primeras movilizaciones fueron protagonizadas por jóvenes, la violenta acción policial contra los manifestantes sumó a su causa a cientos de pobladores de Managua y de al menos 14 ciudades del interior donde siguen ocurriendo disturbios.
«Esa reforma fue la chispa que encendió todo este polvorín… ahora lo que la gente quiere es botar a Ortega», dice Rafael Padilla, un mecánico que se quedó sin clientela hace cinco días y sobrevive vendiendo agua a los sedientos policías que pasan frente a su taller.
De quien son los saqueos
Sobre los saqueos, Padilla cree que no son obra de los manifestantes, en su mayoría universitarios, sino de «grupos de pandilleros que manda el Gobierno para culpar a los chavalos (jóvenes)». Uno y otro sector se acusan mutuamente por el caos.
En sus casi 20 radios y televisoras, el Gobierno acusa a «delincuentes de la derecha» por la tensa situación en Managua, centro político y principal ciudad, con 1,6 millones de habitantes. Las protestas han dejado al menos 10 muertos según el Gobierno y más de 30 según medios de prensa independientes.
«Son criminales que quieren desestabilizar al país y ahuyentar el turismo», dijo el presidente Ortega en su único discurso el sábado, cuando accedió a dialogar con la empresa privada para revisar la polémica reforma, sin desmovilizar a la Policía ni al Ejército.
Pero el sector privado cerró filas a favor de los que protestan y condicionó cualquier diálogo al cese de la represión y el restablecimiento de plenas garantías de movilización en el país.
ACN/AFP/diarios
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Internacional
Demócratas divididos sobre guerra Israel-Irán mientras Trump anuncia intervención

Tras casi dos años de profundas divisiones respecto a la guerra en Gaza y el apoyo a Israel, los demócratas se encuentran ahora divididos sobre la política estadounidense hacia Irán, y los progresistas exigían una oposición unificada antes de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos atacó el programa nuclear de Teherán.
Los dirigentes del partido se mostraban más cautelosos en su actuar, precisó Associated Press en una nota.
Los dirigentes estadounidenses de todos los partidos han coincidido durante dos décadas en la postura de que no se puede permitir que los iraníes tengan un arma nuclear.
La República Islámica de Irán, enemiga de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, ha apoyado a grupos que han matado a estadounidenses en Oriente Medio y amenaza con destruir a Israel.
Pero el anuncio de Trump del sábado de que Estados Unidos había atacado tres instalaciones nucleares podría convertirse en una nueva desavenencia del Partido Demócrata, de la misma forma que divide profundamente a la base aislacionista de Trump —los partidarios de «MAGA» («Devolvamos la grandeza a Estados Unidos»)— de los conservadores más radicales.
Si bien los progresistas habían expresado una clara oposición a una acción militar, la dirigencia del partido se inclinó por la vía más segura y había exigido la intervención del Congreso antes de que Trump usara la fuerza contra Irán.
Muchos demócratas prominentes con aspiraciones presidenciales para 2028 guardan silencio, hasta el momento, sobre la guerra entre Israel e Irán.
«Como que se están cuidando las espaldas», dijo Joel Rubin, exsubsecretario de Estado adjunto durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama y quien ahora trabaja como estratega de política exterior.
«Las bases más combativas del Partido Demócrata son tan hostiles a la guerra de Israel en Gaza que resulta muy difícil mostrarse como alguien que respaldaría una guerra no autorizada en apoyo a Israel sin enfrentar represalias».
Los demócratas progresistas usaron las ideas y palabras de Trump
El representante demócrata Ro Khanna había calificado la consideración de Trump de un ataque como «un momento decisivo para nuestro partido», y había presentado un proyecto legislativo junto con el representante republicano Thomas Massie que exigía al presidente republicano «poner fin» al uso de las fuerzas armadas estadounidenses contra Irán, a menos que fuera «explícitamente autorizado» por una declaración de guerra del Congreso.
Khanna utilizó los propios argumentos que vertió Trump durante su campaña sobre dar prioridad a los intereses estadounidenses cuando el congresista habló con Theo Von, un comediante que apoya al presidente y es popular en la «manosfera» —una red de sitios web, podcasts, foros, videos, blogs y comunidades en línea que promueven una masculinidad idealizada y se oponen al feminismo—.
«Eso le va a costar a este país mucho dinero que debería gastarse aquí en casa», expresó Khanna, quien se dice que se encuentra entre los muchos demócratas que tienen la mirada puesta en las primarias del partido de 2028.
Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont que buscó dos veces la nominación presidencial demócrata, había señalado el objetivo declarado de Trump durante su discurso inaugural de ser conocido como «un pacificador y un unificador».
«Apoyar la guerra de Netanyahu contra Irán sería un error catastrófico», opinó Sanders en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sanders volvió a presentar un proyecto de ley que prohíbe el uso de fondos federales para una guerra contra Irán, insistió en que una intervención militar estadounidense sería imprudente e ilegal, y ha acusado a Israel de atacar sin provocación.
Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, firmó una iniciativa legislativa similar presentada por Sanders en 2020, pero esta vez se ha abstenido de hacerlo hasta ahora.
Algunos creen que el partido debería adoptar una postura clara contra la guerra.
«Los líderes del Partido Demócrata deben intensificar su oposición a la guerra con Irán y exigir una votación en el Congreso», dijo Tommy Vietor, exasesor de Obama, en X.
Los demócratas tradicionales se muestran cautelosos, pero críticos
El firme apoyo del gobierno demócrata del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris a la guerra de Israel contra Hamás pesó sobre la candidatura del partido a la Casa Blanca en 2024, incluso con las críticas a la gestión israelí de la crisis humanitaria en Gaza.
Trump aprovechó las divisiones para ganarse el apoyo de los votantes árabe-estadounidenses y de los judíos ortodoxos en su camino de regreso a la Casa Blanca.
Hoy, la guerra entre Israel e Irán es la última prueba para un partido que lucha por reconstruir su coalición antes de las elecciones intermedias del próximo año y del inminente inicio de la carrera presidencial de 2028.
El partido buscará cerrar la brecha entre una base activista escéptica ante las intervenciones extranjeras y ya crítica del apoyo estadounidense a Israel, y los demócratas e independientes más tradicionales que conforman un bloque considerable —aunque no siempre expresivo— de votantes.
En una declaración tras los primeros ataques israelíes, Schumer manifestó que Israel tiene derecho a defenderse y que «el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y la defensa de Israel debe ser férreo mientras ellos se preparan para la respuesta de Irán».
La senadora demócrata Jacky Rosen también se mostró cautelosa al responder a la acción israelí y declaró que «Estados Unidos debe mantener su apoyo a Israel, como lo ha hecho durante décadas, en este momento peligroso».
Otros demócratas han condenado los ataques de Israel y acusado a Netanyahu de sabotear las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. También le recuerdan al público que, en 2018, Trump se retiró de un acuerdo nuclear negociado durante el gobierno de Obama que limitaba el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
«Trump creó el problema», dijo el senador demócrata Chris Murphy en X.
«La única razón por la que Irán estaba tan cerca de obtener un arma nuclear es porque Trump destruyó el acuerdo diplomático que impuso importantes restricciones verificables a su programa nuclear».
La resistencia de los progresistas
Una encuesta realizada en septiembre por el Pearson Institute for the Study and Resolution of Global Conflicts (Instituto Pearson para el Estudio y Resolución de Conflictos Globales) y The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación, encontró que aproximadamente la mitad de los demócratas respondieron que Estados Unidos «apoyaba demasiado» a Israel y que aproximadamente 4 de cada 10 opinaron que su nivel de apoyo «era adecuado».
Los demócratas tendían más que los independientes y los republicanos a decir que el gobierno israelí tenía «mucha» responsabilidad en la continuación de la guerra entre Israel y Hamás.
Aproximadamente 6 de cada 10 demócratas y la mitad de los republicanos sentían que Irán era un adversario con el que Estados Unidos estaba en conflicto.
Yassamin Ansari, representante demócrata de Arizona, quien es iraní-estadounidense, expresó que los iraníes son víctimas involuntarias del conflicto porque no existen refugios ni infraestructura para proteger a los civiles de los misiles dirigidos, como los hay en Israel.
«El pueblo iraní no es el régimen y no debería ser castigado por sus acciones», publicó Ansari en X, al tiempo que criticó a Trump por fomentar el miedo entre la población iraní.
«El pueblo iraní merece la libertad del régimen bárbaro y los israelíes merecen seguridad».
Crédito Associated Press
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