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Salud y Fitness

¿Es efectiva la dieta de la piña?

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Dieta de la piña - ACN
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La piña es una fruta exótica, se destaca por su sabor dulce y aroma característico. Es muy utilizada en la cocina como postre, y como ingrediente en zumos, en ensaladas, en cocteles, en salsas, para glasear algunas carnes e, incluso, hay quien la añade a la pizza.

Esta fruta es rica en vitamina B1, B6, C, ácido fólico y minerales como el potasio, manganeso, magnesio, hierro, sodio y calcio. Si bien la piña tiene múltiples beneficios para la salud; pues es rica en agua y fibra, saciante, baja en calorías, regula la flora intestinal, ayuda a combatir la hipertensión y reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón; alrededor de la piña también se han construido leyendas que han llevado a considerarla como una fruta con poderes adelgazantes y afrodisíacos; sin embargo, son muchas las imprecisiones que existen acerca de estas creencias tan populares y extendidas.


En qué consiste la dieta de la piña

La dieta de la piña es una dieta rápida en la cual se proponen dos días de puesta en práctica y días de descanso previo a repetir la misma.

Basándose en las propiedades diuréticas de la piña, la dieta se propone como una alternativa fácil de llevar a cabo y que desintoxica ayudando a adelgazar hasta cinco kilos en dos días.

Es una monodieta, debido a que se basa en un alimento concreto y posee un menú estructurado como se muestra a continuación:

Desayuno: dos a tres rebanadas de piña fresca y una infusión con edulcorante, preferentemente un té.

Media mañana: refresco de piña que se elabora hirviendo la cáscara de la piña durante 20 minutos, una vez cocida se deja reposar, se cuela y se refrigera  para tomarla como refresco.

Comida: caldo sólo de verduras y pollo o pescado a la plancha.

Merienda: refresco de piña y un yogur desnatado de piña.

Cena: dos a tres rebanadas de piña fresca.

Aunque este es un menú propuesto para la dieta de la piña, en ocasiones se recomienda sólo ingerir agua, refresco de piña (elaborado como se mencionó antes), zumo de piña y piña fresca durante los dos días que dura la dieta, intentando alcanzar los cuatro litros de líquido al día y no consumir nada más.

En este último caso, la dieta es mucho más estricta aun y no se recomienda su realización más de dos días por semana.

Por qué la dieta de la piña no funciona realmente

La dieta de la piña es una dieta denominada “detox” o depurativa, que elimina desechos y contribuye a bajar de peso de forma muy rápida y sencilla.

Sin embargo, lo que en realmente logra es una rápida eliminación de líquidos; y si bien podemos bajar cuatro kilos en dos días, esa pérdida no es sostenible en el tiempo.

Es una dieta muy reducida en calorías (de 1000 Kcal o menos) y deficitaria en muchos nutrientes esenciales como por ejemplo; los ácidos grasos poliinsaturados, hierro o calcio. Sobre todo es muy pobre en nutrientes si realizamos la versión estricta de sólo líquidos y piña durante dos días.

De esta forma, al cabo de dos días nuestro organismo experimentará la ausencia de energía suficiente y de nutrientes claves para su adecuado funcionamiento, todo lo cual puede resentir el metabolismo ocasionando entre otras cosas una reducción de hormonas que producen saciedad y un aumento de aquellas que ocasionan hambre y apetito, propio de una adaptación metabólica.

Entonces, tras esos dos días de estrés y hambre, cuando finalmente liberamos la dieta, nuestro cuerpo nos empujará a comer más y más de alimentos densos energéticamente; para prepararnos para un nuevo momento de hambre y estrés como el que hemos pasado, ocasionando así un efecto rebote o la recuperación del peso perdido durante esos dos días.

Así, no es una dieta real, no nos permite adelgazar y mantener el peso a largo plazo, pues simplemente no modifica nuestros hábitos enseñándonos a comer mejor y vivir de forma más sana, no genera adherencia, sino que es un recurso temporal que no produce efectivos resultados en el tiempo.

Los riesgos de la dieta de la piña para la salud

Además de resentir el metabolismo, esta dieta puede ocasionar otros riesgos para la salud, entre ellos, predisponer a carencias nutricionales y enfermedades por déficit de nutrientes claves como el hierro, las proteínas o el calcio.

Asimismo, es una dieta que no considera particularidades por lo que en personas con problemas de salud puede resultar más perjudicial. Por ejemplo, en quienes tienen diabetes y se inyectan insulina esta dieta podría ocasionar una cetoacidosis diabética y resultar fatal.

De igual forma, por el estrés que ocasiona una dieta tan estricta podría alterar el descanso nocturno; y modificar de forma negativa nuestra relación con la comida, perjudicando así nuestro comportamiento alimentario para siempre.

Por otro lado, si optamos por la versión más estricta de la dieta que nos recomienda beber líquidos en abundantes cantidades (al menos cuatro litros cada día), podríamos sufrir un desequilibrio de agua y electrolitos en el cuerpo, diluyendo minerales como el sodio y ocasionando en caso de gravedad, el coma.

Por último, debido al gran descenso de peso y la estricta dieta podemos experimentar mareos, fatiga, mal humor, dolor de cabeza, falta de concentración y reducción en el rendimiento físico así como mayor riesgo de sufrir infecciones.

Entonces, la dieta de la piña no es una alternativa saludable ni funciona realmente para perder los kilos de más de una vez y para siempre.

ACN/ Vitonica

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Hígado graso: una pandemia silenciosa que puedes prevenir

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Hígado graso pandemia silenciosa
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La esteatosis hepática o hígado graso es una pandemia silenciosa prevenible con hábitos de vida saludables. Debido a la cantidad de personas afectadas, el padecimiento genera preocupación, ya que, si no se trata a tiempo, puede progresar a diferentes afecciones que posteriormente generen un cáncer hepatocelular.

La gastroenteróloga endoscopista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctora Carla Dias, indicó que “es una enfermedad grave que no debe ignorarse, ya que puede tener consecuencias fatales”.

Explicó que cuando no se trata a tiempo el hígado graso, se produce una “etapa inflamatoria o esteatohepatitis, que progresa a una fibrosis y luego a una cirrosis hasta transformarse en un cáncer hepatocelular”.

Señaló que “la prevalencia mundial de la esteatosis hepática es de 25%, y en Latinoamérica y el Caribe es de 35%”.

Además, apuntó que “representa el 25% de la indicación de trasplante de hígado”.

El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo y cumple más de 500 funciones, como, por ejemplo, el procesamiento de proteínas, la producción de la bilis necesaria para la digestión, la eliminación de toxinas y forma parte del sistema inmunológico.

Alto riesgo

La especialista del GMSP enfatizó que los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso incluyen: una alimentación inadecuada, sedentarismo, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes mellitus mal controlada y alteraciones de la dislipidemia (condición en la que los niveles de lípidos –grasas– en la sangre no están regulados) como el aumento del colesterol y de los triglicéridos.

La doctora Dias afirmó que la esteatosis hepática es “altamente prevenible, sus factores de riesgo son modificables con un estilo de vida sano”, el cual comprende:

  • Evitar el alcohol y los productos de tabaco.
  • Mantener una alimentación adecuada con una dieta mediterránea, que consiste en el alto consumo de pescados y alimentos ricos en ácidos fenólicos, que son los frutos secos y los rojos; ingerir aceite de oliva, vegetales y frutas; y disminuir la ingesta de carbohidratos y azúcares refinados.
  • El exceso de azúcar se transforma en grasa en el hígado.
  • Realizar actividad física para evitar el sedentarismo y la obesidad, que comprenda ejercicios aeróbicos, por lo menos 3 veces a la semana, y anaeróbicos, 2 veces por semana.
  • La doctora Días resaltó que “está comprobado que la reducción del 5% al 10% del peso corporal permite revertir el daño que genera la acumulación de grasa en la célula hepática”.

La esteatosis hepática o hígado graso es una pandemia silenciosa prevenible con hábitos de vida saludables

Atención médica

En muchos casos, la esteatosis hepática no presenta síntomas, lo que le ha valido el apodo de ‘enfermedad silenciosa’ y “por eso es importante realizarse los chequeos preventivos con un especialista”, expresó la doctora.

En este sentido, para detectar y tratar a tiempo el hígado grasoel GMSP cuenta con un Servicio de Gastroenterología y médicos especialistas altamente calificados, como la doctora Dias.

Además, la clínica ofrece distintas evaluaciones de laboratorio como: el perfil 20, que permite estudiar las transaminasas para examinar a este órgano; el examen de glicemia, para saber si está elevada o si se padece de diabetes; un perfil lipídico, que indica si los niveles del colesterol y los triglicéridos son altos.

También en el Servicio de Imagenología se pueden realizar ecosonogramas abdominales, que permiten detectar si existen alteraciones hepáticas como grasa en hígado.

Por otro lado, la doctora Dias mencionó que “actualmente en el país se realiza el estudio de elastografía hepática, que es una técnica con la que se emiten ondas vibratorias a través de un transductor”.

Para ser atendido en el GMSP y obtener mayor información se puede comunicar a través de WhatsApp por el número al (0414) (0412) (0424) CLINICA (2546422), así como mediante la web http://www.grupomedicosp.com

 

Con información de nota de prensa

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