Un eclipse solar anular, en el que la luna cubre el centro del sol, dejando un anillo de luz a su alrededor, fue visible este jueves en Asía, cautivando la población en general.
El eclipse solar final de la década, que produjo un sorprendente y fotogénico «anillo de fuego» alrededor de la luna, ocurrió el jueves, y atrajo a muchos espectadores de Asia y Medio Oriente, donde era más visible.
Oficialmente llamado eclipse solar anular, en el que la luna nueva pasa por delante y oscurece parcialmente el sol, dejando un anillo de luz alrededor de sus bordes, comenzó a aparecer el jueves por la tarde.
Era visible desde partes de Arabia Saudita y varias ciudades del sur de la India, así como en Singapur, Indonesia y Guam, según timeanddate.com, un sitio web que rastrea eclipses en todo el mundo.
El evento alcanzó su fase máxima aproximadamente a las 5:17 a.m., hora universal GMT del jueves, o justo después de la medianoche del miércoles, hora estándar del este. Varios sitios web transmitieron en vivo el evento.
Video cortesía de Noticias Telemundo
El eclipse del anillo de fuego, el último de la década
Un eclipse parcial, en el que la luna cubre solo una pequeña parte del disco solar, fue visible en varias ciudades, incluidas Nueva Delhi y Doha, Qatar, dijo el sitio.
Para ver un eclipse anular, uno debe estar en el lugar correcto en el momento correcto, dijo el jueves Rick Fienberg, astrónomo de la American Astronomical Society.
«En el caso de un eclipse anular, es algo inusual ver al sol pasar de un disco brillante a un anillo, y saber que la luna lo atraviesa», dijo. «En realidad se puede ver el sistema solar en movimiento».
Según timeanddate.com, un eclipse solar anular comienza con un eclipse parcial cuando la luna se abre paso a través del disco del sol. Una vez que está centrado, aparece un anillo brillante. La luna continúa deslizándose sobre el sol hasta que ya no se solapa.
El eclipse completo dura de dos a tres horas, dijo el Dr. Fienberg, y señaló que la luna está completamente dentro del disco del sol durante unos 15 minutos. Se requieren filtros solares para verlo, agregó.
“It’s an unusual thing to see the sun turn from bright disk to a ring and to know that the moon is going across it” https://t.co/t5qUE8xaXT
Las últimas horas del papa Francisco. El sufrimiento, conmovedor, de la despedida del Sumo Pontífice quedará para siempre en las imágenes de la última bendición. La respiración forzada. El gesto arrancado de una debilidad evidente. La voz temblorosa. El largo baño de multitudes. ¿Pero, qué ocurrió después?
Fuentes vaticanas confirman que el papa se despertó a las seis y se encontraba razonablemente bien. A las 7 empezó a encontrarse mal. Media hora después, exactamente a las 7:35, se comunicó el fallecimiento. Ahora se confirma que fue un ictus producido en el marco de un grave problema cardiocirculatorio.
Su cuerpo ya estaba debilitado por las infecciones respiratorias que habían provocado su ingreso en el Policlínico Gemelli. Las tres convulsiones sufridas entonces habían puesto en duda la posibilidad de recuperación y en esos días circuló el rumor de que en cuanto su estado mejorara un poco el Papa Francisco sería trasladado de nuevo a la Casa Santa Marta para enfrentarse en el Vaticano con la posibilidad de que el desenlace de la enfermedad fuera fatal para el Papa de gran corazón.
Se le había prescrito una convalecencia con ventilación asistida, y los médicos habían aconsejado el aislamiento. Pero el Pontífice siempre dijo que no pasaría ese tiempo alejado de sus compromisos. Y así fue: se produjo la sorpresa de Bergoglio entre los fieles, el recibimiento que no se le negó al rey Carlos de Inglaterra y, ayer mismo, el domingo, el encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance. Y aún el último baño de multitudes: los saludos, las bendiciones, las miradas y las sonrisas a los niños.
Hay quienes el domingo notaron una mayor rigidez, respecto a los días anteriores, en el brazo. Hay quienes vieron detrás del Pontífice a una persona que lo masajeaba. Quienes notaron una respiración aún más dificultosa.
Pero aquello en lo que el Papa Francisco, en el día de Pascua, quiso que el mundo pusiera atención y lo recordara no es un parte médico de una persona frágil y enferma que no quiso ahorrarse esfuerzos, sino el llamamiento por la paz y la humanidad que lanzó al mundo.
Así lo recordó el cardenal vicario para la diócesis de Roma, Baldassare Reina, en el anuncio de la muerte: «Lloramos al testigo del Evangelio, al pastor misericordioso, al profeta de Paz«.
Se despidió de sus fieles
Ayer domingo, luego de reunirse James David Vance, vicepresidente de Estados Unidos, Jorge Mario Bergoglio fue trasladado a la Basílica de San Pedro, donde le esperaban los miles de romanos, peregrinos y turistas.
«Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!», dijo ante el júbilo de los miles de presentes. Tras estas palabras, el Santo Padre dejó que el discurso lo leyera el maestro de ceremonias monseñor Diego Giovanni Ravelli.
Tras impartir la bendición Urbi et Orbi, el Papa dio una nueva sorpresa al subirse al papamóvil, algo que no hacía desde hace meses, para saludar a todos los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y en el comienzo de la contigua Vía de la Conciliación. Como si de su despedida se tratara, saludó a todos los presentes.