Las últimas horas del papa Francisco. El sufrimiento, conmovedor, de la despedida del Sumo Pontífice quedará para siempre en las imágenes de la última bendición. La respiración forzada. El gesto arrancado de una debilidad evidente. La voz temblorosa. El largo baño de multitudes. ¿Pero, qué ocurrió después?
Fuentes vaticanas confirman que el papa se despertó a las seis y se encontraba razonablemente bien. A las 7 empezó a encontrarse mal. Media hora después, exactamente a las 7:35, se comunicó el fallecimiento. Ahora se confirma que fue un ictus producido en el marco de un grave problema cardiocirculatorio.
Su cuerpo ya estaba debilitado por las infecciones respiratorias que habían provocado su ingreso en el Policlínico Gemelli. Las tres convulsiones sufridas entonces habían puesto en duda la posibilidad de recuperación y en esos días circuló el rumor de que en cuanto su estado mejorara un poco el Papa Francisco sería trasladado de nuevo a la Casa Santa Marta para enfrentarse en el Vaticano con la posibilidad de que el desenlace de la enfermedad fuera fatal para el Papa de gran corazón.
Se le había prescrito una convalecencia con ventilación asistida, y los médicos habían aconsejado el aislamiento. Pero el Pontífice siempre dijo que no pasaría ese tiempo alejado de sus compromisos. Y así fue: se produjo la sorpresa de Bergoglio entre los fieles, el recibimiento que no se le negó al rey Carlos de Inglaterra y, ayer mismo, el domingo, el encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance. Y aún el último baño de multitudes: los saludos, las bendiciones, las miradas y las sonrisas a los niños.
Hay quienes el domingo notaron una mayor rigidez, respecto a los días anteriores, en el brazo. Hay quienes vieron detrás del Pontífice a una persona que lo masajeaba. Quienes notaron una respiración aún más dificultosa.
Pero aquello en lo que el Papa Francisco, en el día de Pascua, quiso que el mundo pusiera atención y lo recordara no es un parte médico de una persona frágil y enferma que no quiso ahorrarse esfuerzos, sino el llamamiento por la paz y la humanidad que lanzó al mundo.
Así lo recordó el cardenal vicario para la diócesis de Roma, Baldassare Reina, en el anuncio de la muerte: «Lloramos al testigo del Evangelio, al pastor misericordioso, al profeta de Paz«.
Se despidió de sus fieles
Ayer domingo, luego de reunirse James David Vance, vicepresidente de Estados Unidos, Jorge Mario Bergoglio fue trasladado a la Basílica de San Pedro, donde le esperaban los miles de romanos, peregrinos y turistas.
«Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Pascua!», dijo ante el júbilo de los miles de presentes. Tras estas palabras, el Santo Padre dejó que el discurso lo leyera el maestro de ceremonias monseñor Diego Giovanni Ravelli.
Tras impartir la bendición Urbi et Orbi, el Papa dio una nueva sorpresa al subirse al papamóvil, algo que no hacía desde hace meses, para saludar a todos los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y en el comienzo de la contigua Vía de la Conciliación. Como si de su despedida se tratara, saludó a todos los presentes.
EE.UU. y China acordaron reducir sus aranceles en más de 100 por ciento, durante los próximos 90 días según el Departamento del Tesoro.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent indicó este lunes que ambos países acordaron reducir un 115 por ciento los aranceles recíprocos.
Por ello, las importaciones chinas pasarán a pagar un gravamen del 30 por ciento, mientras que las los productos estadounidenses pagarán un 10 por ciento.
Bessent, calificó las discusiones con China en la ciudad suiza de Ginebra de «sólidas» y dijo que «ambas partes mostraron un gran respeto».
El funcionario estadounidense aseguró que ni Beijing ni su país “quieren un desacoplamiento, queremos comercio. Queremos un comercio más equilibrado. Creo que ambas partes se han comprometido a conseguirlo», dijo.
EE.UU. y China acordaron reducir sus aranceles en más de 100 por ciento: tema del fentanilo
El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, se refirió también a la reunión en la que EE.UU. y China acordaron reducir sus aranceles en más de 100 por ciento. Dijo que en las negociaciones se abordó por primera vez con China el consumo del fentanilo en territorio estadounidense.
En ese sentido, dijo que su país pidió a Beijing que tome medidas drásticas contra la producción y exportación ilegal de los químicos que permiten su elaboración.
Al término de las conversaciones en Ginebra, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, aseguró que «fueron sinceras, profundas y constructivas». Recordó que eso es algo que su nación había solicitado a su par norteamericano antes de comenzar los encuentros.
Informó que ambas partes llegaron a un acuerdo sobre el establecimiento de un mecanismo de consulta económica y comercial entre China y Estados Unidos. Para ello efectuarán más consultas en torno a cuestiones de mutuo interés.
«Se han logrado avances sustanciales y se ha llegado a un consenso importante entre las dos partes». Fueron las palabras del también responsable chino de asuntos económicos y comerciales con Estados Unidos.