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¡Abogado vincula a Venezuela! Trump admite la victoria de Biden, pero con «fraude»

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Trump admitió victoria de Joe Biden - noticiasACN
Donald Trump (C) sigue jugando golf en su club de Sterling, Virginia. (Foto: EFE)
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump admitió victoria de Joe Biden, en las elecciones del pasado 3 de noviembre; aunque lo achacó, sin pruebas, a un presunto fraude y aclaró enseguida que esto no significa que reconozca su derrota.

Biden «ganó porque las Elecciones estaban Amañadas. No se permitieron OBSERVADORES U OBSERVADORES DEL VOTO, los votos fueron contados por una compañía propiedad privada de la Izquierda Radical, Dominion, con una mala reputación y equipo engañoso que no pudo siquiera cumplir con los requisitos para Texas (¡Que yo gané por mucho!), ¡los Medios de Comunicación Falsos y Callados, y más!»; escribió Trump en su cuenta de Twitter.

El tuit fue etiquetado por la red social como «esta afirmación sobre el fraude de las elecciones es controvertida».

Trump admitió victoria de Joe Biden

Trump admitió victoria de Joe Biden y acompañó su mensaje de un extracto de una intervención en la cadena de televisión Fox News del comentarista político conservador Jesse Waters; en el que apuntaba de manera infundada que Biden triunfó por un supuesto fraude.

El pasado 7 de noviembre las proyecciones de los principales medios del país dieron como vencedor en los comicios presidenciales a Biden; pero Trump todavía no ha admitido su derrota y se ha dedicado a difundir teorías conspiratorias sobre un supuesto fraude electoral sin aportar pruebas.

En un tuit posterior, el mandatario saliente insistió en que no reconoce su derrota; Biden «solo ganó a ojos de los Medios de Noticias Falsas. ¡Yo no reconozco NADA! Tenemos un largo camino por delante. ¡Esta fue una ELECCIÓN AMAÑADA!».

Hasta ahora Trump apenas ha conseguido alguna que otra victoria menor en los tribunales; donde ha ido sufriendo reveses como el del viernes en dos cortes de Pensilvania donde fueron desestimadas seis demandas presentadas por su campaña electoral.

Se ampara en teoría de QAnon

En su tuit, el mandatario saliente se hizo eco de una teoría promovida en internet por el movimiento QAnon, que está difundiendo alegaciones sin base de que hubo un fraude electoral vinculado a la empresa Dominion Voting Systems, fabricante de las máquinas para el conteo de los sufragios.

El jueves Trump publicó otro mensaje en Twitter en el que mencionaba la teoría conspiratoria de que dicha empresa eliminó millones de votos en su favor; citando un link del sitio de ultraderecha One America News Network.

La organización no gubernamental Advance Democracy, que sigue los casos de desinformación, ha hallado desde el pasado 5 de noviembre que 1 de cada 7 mensajes en Twitter con la etiqueta #Dominion fueron originados en cuentas que se identifican con QAnon.

QAnon detrás de ellas

QAnon es un fenómeno de internet que promueve teorías sin base alguna; como que el mundo está dirigido por una organización de pedófilos satánicos que, entre otras cosas, conspiran para derrocar a Trump o que los incendios forestales que devastan el oeste estadounidense fueron causados por activistas de Black Lives Matter (Las vidas negras importan).

Estas teorías conspiratorias y las alegaciones de fraude electoral, que el propio Trump está promoviendo; parece que están haciendo mella en sus propios seguidores.

El sábado, miles de simpatizantes del presidente saliente se manifestaron en el centro de Washington para protestar contra el supuesto fraude electoral en una marcha; que derivó en altercados por la noche frente a detractores de Trump.

Giuliani  vincula a Venezuela y otros

Para rematar la jornada del domingo el abogado personal del mandatario saliente, Rudy Giuliani, hizo hincapié en una entrevista con la cadena Fox Business en una hipótesis rocambolesca en la que sin mostrar tampoco pruebas vinculó Dominion con Venezuela; el fallecido Hugo Chávez, la multinacional Smartmatic (proveedora de urnas electrónicas del sistema electoral venezolano); China, el movimiento anarquista Antifa y el filántropo George Soros.

Dice que tiene testigos

Preguntado sobre qué pruebas tenía, Giuliani aseguró que disponía de testigos y que podía probar que se produjo fraude en el conteo de los votos en Michigan en concreto; pero no ofreció más precisiones.

Cuando la entrevistadora le señaló si era posible disponer de pruebas sin tener el software o el hardware de las máquinas para contar los sufragios; el letrado de Trump subrayó: «Tenemos a gente que no puedo desvelar que puede describir el hardware en detalle».

«Tenemos a algunas personas, exfuncionarios y funcionarios del Gobierno y otros que estuvieron en la creación de Smartmatic; ellos lo pueden describir, lo pueden dibujar lo pueden mostrar. Y entonces tenemos pruebas que no puedo desvelar todavía, pero tengo confianza, tengo confianza, sí», destacó Giuliani.

Pese a su actividad febril en Twitter de este domingo, Trump no tenía actos programados en su agenda y se fue a jugar a su club de golf en Sterling (Virginia); mientras que Biden acudió a misa en una iglesia de Wilmington, en Delaware, su localidad de residencia. 

ACN/MAS/EFE

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Internacional

Demócratas divididos sobre guerra Israel-Irán mientras Trump anuncia intervención

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Demócratas Israel-Irán
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Tras casi dos años de profundas divisiones respecto a la guerra en Gaza y el apoyo a Israel, los demócratas se encuentran ahora divididos sobre la política estadounidense hacia Irán, y los progresistas exigían una oposición unificada antes de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos atacó el programa nuclear de Teherán.

Los dirigentes del partido se mostraban más cautelosos en su actuar, precisó Associated Press en una nota.

Los dirigentes estadounidenses de todos los partidos han coincidido durante dos décadas en la postura de que no se puede permitir que los iraníes tengan un arma nuclear.

La República Islámica de Irán, enemiga de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, ha apoyado a grupos que han matado a estadounidenses en Oriente Medio y amenaza con destruir a Israel.

Pero el anuncio de Trump del sábado de que Estados Unidos había atacado tres instalaciones nucleares podría convertirse en una nueva desavenencia del Partido Demócrata, de la misma forma que divide profundamente a la base aislacionista de Trump —los partidarios de «MAGA» («Devolvamos la grandeza a Estados Unidos»)— de los conservadores más radicales.

Si bien los progresistas habían expresado una clara oposición a una acción militar, la dirigencia del partido se inclinó por la vía más segura y había exigido la intervención del Congreso antes de que Trump usara la fuerza contra Irán.

Muchos demócratas prominentes con aspiraciones presidenciales para 2028 guardan silencio, hasta el momento, sobre la guerra entre Israel e Irán.

«Como que se están cuidando las espaldas», dijo Joel Rubin, exsubsecretario de Estado adjunto durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama y quien ahora trabaja como estratega de política exterior.

«Las bases más combativas del Partido Demócrata son tan hostiles a la guerra de Israel en Gaza que resulta muy difícil mostrarse como alguien que respaldaría una guerra no autorizada en apoyo a Israel sin enfrentar represalias».

Los demócratas progresistas usaron las ideas y palabras de Trump

El representante demócrata Ro Khanna había calificado la consideración de Trump de un ataque como «un momento decisivo para nuestro partido», y había presentado un proyecto legislativo junto con el representante republicano Thomas Massie que exigía al presidente republicano «poner fin» al uso de las fuerzas armadas estadounidenses contra Irán, a menos que fuera «explícitamente autorizado» por una declaración de guerra del Congreso.

Khanna utilizó los propios argumentos que vertió Trump durante su campaña sobre dar prioridad a los intereses estadounidenses cuando el congresista habló con Theo Von, un comediante que apoya al presidente y es popular en la «manosfera» —una red de sitios web, podcasts, foros, videos, blogs y comunidades en línea que promueven una masculinidad idealizada y se oponen al feminismo—.

«Eso le va a costar a este país mucho dinero que debería gastarse aquí en casa», expresó Khanna, quien se dice que se encuentra entre los muchos demócratas que tienen la mirada puesta en las primarias del partido de 2028.

Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont que buscó dos veces la nominación presidencial demócrata, había señalado el objetivo declarado de Trump durante su discurso inaugural de ser conocido como «un pacificador y un unificador».
«Apoyar la guerra de Netanyahu contra Irán sería un error catastrófico», opinó Sanders en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Sanders volvió a presentar un proyecto de ley que prohíbe el uso de fondos federales para una guerra contra Irán, insistió en que una intervención militar estadounidense sería imprudente e ilegal, y ha acusado a Israel de atacar sin provocación.

Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, firmó una iniciativa legislativa similar presentada por Sanders en 2020, pero esta vez se ha abstenido de hacerlo hasta ahora.

Algunos creen que el partido debería adoptar una postura clara contra la guerra.

«Los líderes del Partido Demócrata deben intensificar su oposición a la guerra con Irán y exigir una votación en el Congreso», dijo Tommy Vietor, exasesor de Obama, en X.

Los demócratas tradicionales se muestran cautelosos, pero críticos

El firme apoyo del gobierno demócrata del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris a la guerra de Israel contra Hamás pesó sobre la candidatura del partido a la Casa Blanca en 2024, incluso con las críticas a la gestión israelí de la crisis humanitaria en Gaza.

Trump aprovechó las divisiones para ganarse el apoyo de los votantes árabe-estadounidenses y de los judíos ortodoxos en su camino de regreso a la Casa Blanca.

Hoy, la guerra entre Israel e Irán es la última prueba para un partido que lucha por reconstruir su coalición antes de las elecciones intermedias del próximo año y del inminente inicio de la carrera presidencial de 2028.

El partido buscará cerrar la brecha entre una base activista escéptica ante las intervenciones extranjeras y ya crítica del apoyo estadounidense a Israel, y los demócratas e independientes más tradicionales que conforman un bloque considerable —aunque no siempre expresivo— de votantes.

En una declaración tras los primeros ataques israelíes, Schumer manifestó que Israel tiene derecho a defenderse y que «el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y la defensa de Israel debe ser férreo mientras ellos se preparan para la respuesta de Irán».

La senadora demócrata Jacky Rosen también se mostró cautelosa al responder a la acción israelí y declaró que «Estados Unidos debe mantener su apoyo a Israel, como lo ha hecho durante décadas, en este momento peligroso».

Otros demócratas han condenado los ataques de Israel y acusado a Netanyahu de sabotear las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. También le recuerdan al público que, en 2018, Trump se retiró de un acuerdo nuclear negociado durante el gobierno de Obama que limitaba el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones económicas.

«Trump creó el problema», dijo el senador demócrata Chris Murphy en X.

«La única razón por la que Irán estaba tan cerca de obtener un arma nuclear es porque Trump destruyó el acuerdo diplomático que impuso importantes restricciones verificables a su programa nuclear».

La resistencia de los progresistas

Una encuesta realizada en septiembre por el Pearson Institute for the Study and Resolution of Global Conflicts (Instituto Pearson para el Estudio y Resolución de Conflictos Globales) y The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación, encontró que aproximadamente la mitad de los demócratas respondieron que Estados Unidos «apoyaba demasiado» a Israel y que aproximadamente 4 de cada 10 opinaron que su nivel de apoyo «era adecuado».

Los demócratas tendían más que los independientes y los republicanos a decir que el gobierno israelí tenía «mucha» responsabilidad en la continuación de la guerra entre Israel y Hamás.

Aproximadamente 6 de cada 10 demócratas y la mitad de los republicanos sentían que Irán era un adversario con el que Estados Unidos estaba en conflicto.

Yassamin Ansari, representante demócrata de Arizona, quien es iraní-estadounidense, expresó que los iraníes son víctimas involuntarias del conflicto porque no existen refugios ni infraestructura para proteger a los civiles de los misiles dirigidos, como los hay en Israel.

«El pueblo iraní no es el régimen y no debería ser castigado por sus acciones», publicó Ansari en X, al tiempo que criticó a Trump por fomentar el miedo entre la población iraní.

«El pueblo iraní merece la libertad del régimen bárbaro y los israelíes merecen seguridad».

 

Crédito Associated Press

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