Salud y Fitness
Dieta macrobiótica ¿En qué consiste?
La dieta macrobiótica es una disciplina basada en el consumo de alimentos que no hayan sido sometidos a procesos de industrialización. Libres de abonos o pesticidas, y extraídos directamente de la naturaleza.
Estos productos están regidos por el principio del yin y el yang, es decir, cuando ambos están en equilibrio, el cuerpo debe estar sano.
El yin se relaciona con lo que debilita al organismo, es decir, lo oscuro, el frío y la humedad. Algunos de ellos serían: tubérculos azúcar, leche, carne, café, alimentos procesados, bebidas alcohólicas, lácteos, frutas, condimentos y miel.
El yang es lo que fortalece el organismo y da energía. Se vincula con lo seco, duro y cálido. Se subdivide en cereales integrales, granos, algas, alimentos marinos, semillas y vegetales.
Los yin se deben consumir en menor proporción que los yang. La cocción de estos alimentos debe ser al vapor o a la plancha, de forma que sus nutrientes no sufran alteraciones.
Por tratarse de un principio filosófico, requiere de un gran trabajo interior para entender su esencia.
Beneficios de la dieta macrobiótica
Según sus promotores, con la alimentación macrobiótica se pueden ver resultados a mediano o largo plazo. Ha demostrado múltiples beneficios en la salud, incluso se considera una técnica de evolución personal, de la misma manera que el yoga u otras disciplinas espirituales.
Se dice que actúa en el cerebro mejorando el apetito, sueño, la energía, el humor y la claridad mental, entre otros aspectos de la vida.
Por ello, se le atribuyen efectos sanadores en algunos padecimientos como las migrañas, cansancio crónico, colon irritable y fibromialgia.
Los niveles del proceso
Aunque no supone ningún riesgo para la salud, en caso de llevar la alimentación macrobiótica al extremo, esta debe ser estudiada a profundidad. Al igual que debe ser supervisada por un profesional capaz de corregir cualquier déficit.
Esta dieta puede terminar siendo totalmente vegetariana o vegana. La proteína animal se iría eliminando progresivamente, llegando a reducirse al consumo casi exclusivo de cereales integrales, legumbres y vegetales cocidos.
El agua juega un papel importante, siempre que se tome antes o después de las comidas, preferiblemente tibia, en tés, infusiones o sopas. En el caso de las frutas, se deben comer cocidas, no crudas.
En el período intermedio de este régimen, el pescado blanco o pollo, son recomendados sólo una o dos veces por semana, y ocasionalmente el huevo.
Mientras que alimentos refinados, cultivados con abonos químicos, carnes rojas, productos lácteos, berenjenas, papas, tomates y azúcares, quedan totalmente eliminados.
Resultados
El consumo de este tipo de alimentos permite mejorar la función del sistema digestivo, elimina la acidez estomacal, el estreñimiento, y controla el peso. Sin embargo, los resultados se observarán a lo largo de la vida, como en toda disciplina.
También sirve, además, para reducir los niveles de azúcar en la sangre, el estrés, incrementa la agilidad mental y la energía en el cuerpo.
Hay que tener en cuenta que la macrobiótica dice que es necesario adaptar el cuerpo al consumo de alimentos más yin o más yang. Dependiendo de la época del año y la actividad que se realice.
Si un día, requiere hacer una rutina física más exigente, debe elegir alimentos más yang. Si otro día está de descanso o vacaciones, debe comer alimentos más yin.
ACN/ 800 Noticias
No dejes de leer: ¿Es efectiva la dieta de la piña?
Infórmate al instante únete a nuestro canal de Telegram NoticiasACN
Salud y Fitness
Hígado graso: una pandemia silenciosa que puedes prevenir
La esteatosis hepática o hígado graso es una pandemia silenciosa prevenible con hábitos de vida saludables. Debido a la cantidad de personas afectadas, el padecimiento genera preocupación, ya que, si no se trata a tiempo, puede progresar a diferentes afecciones que posteriormente generen un cáncer hepatocelular.
La gastroenteróloga endoscopista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctora Carla Dias, indicó que “es una enfermedad grave que no debe ignorarse, ya que puede tener consecuencias fatales”.
Explicó que cuando no se trata a tiempo el hígado graso, se produce una “etapa inflamatoria o esteatohepatitis, que progresa a una fibrosis y luego a una cirrosis hasta transformarse en un cáncer hepatocelular”.
Señaló que “la prevalencia mundial de la esteatosis hepática es de 25%, y en Latinoamérica y el Caribe es de 35%”.
Además, apuntó que “representa el 25% de la indicación de trasplante de hígado”.
El hígado es el órgano sólido más grande del cuerpo y cumple más de 500 funciones, como, por ejemplo, el procesamiento de proteínas, la producción de la bilis necesaria para la digestión, la eliminación de toxinas y forma parte del sistema inmunológico.
Alto riesgo
La especialista del GMSP enfatizó que los factores de riesgo de la enfermedad del hígado graso incluyen: una alimentación inadecuada, sedentarismo, obesidad, resistencia a la insulina, diabetes mellitus mal controlada y alteraciones de la dislipidemia (condición en la que los niveles de lípidos –grasas– en la sangre no están regulados) como el aumento del colesterol y de los triglicéridos.
La doctora Dias afirmó que la esteatosis hepática es “altamente prevenible, sus factores de riesgo son modificables con un estilo de vida sano”, el cual comprende:
- Evitar el alcohol y los productos de tabaco.
- Mantener una alimentación adecuada con una dieta mediterránea, que consiste en el alto consumo de pescados y alimentos ricos en ácidos fenólicos, que son los frutos secos y los rojos; ingerir aceite de oliva, vegetales y frutas; y disminuir la ingesta de carbohidratos y azúcares refinados.
- El exceso de azúcar se transforma en grasa en el hígado.
- Realizar actividad física para evitar el sedentarismo y la obesidad, que comprenda ejercicios aeróbicos, por lo menos 3 veces a la semana, y anaeróbicos, 2 veces por semana.
- La doctora Días resaltó que “está comprobado que la reducción del 5% al 10% del peso corporal permite revertir el daño que genera la acumulación de grasa en la célula hepática”.
La esteatosis hepática o hígado graso es una pandemia silenciosa prevenible con hábitos de vida saludables
Atención médica
En muchos casos, la esteatosis hepática no presenta síntomas, lo que le ha valido el apodo de ‘enfermedad silenciosa’ y “por eso es importante realizarse los chequeos preventivos con un especialista”, expresó la doctora.
En este sentido, para detectar y tratar a tiempo el hígado graso, el GMSP cuenta con un Servicio de Gastroenterología y médicos especialistas altamente calificados, como la doctora Dias.
Además, la clínica ofrece distintas evaluaciones de laboratorio como: el perfil 20, que permite estudiar las transaminasas para examinar a este órgano; el examen de glicemia, para saber si está elevada o si se padece de diabetes; un perfil lipídico, que indica si los niveles del colesterol y los triglicéridos son altos.
También en el Servicio de Imagenología se pueden realizar ecosonogramas abdominales, que permiten detectar si existen alteraciones hepáticas como grasa en hígado.
Por otro lado, la doctora Dias mencionó que “actualmente en el país se realiza el estudio de elastografía hepática, que es una técnica con la que se emiten ondas vibratorias a través de un transductor”.
Para ser atendido en el GMSP y obtener mayor información se puede comunicar a través de WhatsApp por el número al (0414) (0412) (0424) CLINICA (2546422), así como mediante la web http://www.grupomedicosp.com
Con información de nota de prensa
Te invitamos a leer
Anabella Mondi apuesta a revolucionar la música con su disco “Global Llanera”
Infórmate al instante únete a nuestro canal de Telegram NoticiasACN
-
Política17 horas ago
María Corina Machado en Maracaibo: “¡Dios mío!, yo creo que hay alguien temblando ahorita”
-
Política17 horas ago
Diosdado Cabello desde Maracaibo: “A nosotros nadie nos sacará de aquí”
-
Nacional16 horas ago
AN aprobó la Ley de Protección a los Pensionados en primera discusión
-
Sucesos21 horas ago
Buscan a parapentista que se precipitó en el Ávila