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Mareos, zumbidos y pérdida de audición pueden ser síntomas de Ménière

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El síndrome de Ménière es una patología que se presenta en personas adultas o de mediana edad, se desconoce la causa por la que se produce, sin embargo posee varios síntomas.

Se sabe que dentro de sus mecanismos de producción está el aumento de presión dentro del oído interno, y no hay ningún determinante para evitarlo.

Como síntomas principales se mencionan: episodios de vértigos, la percepción de un pitido o zumbidos y la pérdida de la audición.

Así lo describe la doctora Aiza Gabriela Ibedaca, otorrinolaringólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP).

Quien también destaca que esta es una enfermedad crónica, que no tiene cura definitiva; sin embargo, es tratable, sobre todo cuando se hace el diagnóstico precoz.

Ibedaca explica que el síndrome de Ménière está principalmente asociado al estrés, consumo de comidas con gran cantidad de sal y antecedentes familiares.

No obstante estos factores no son realmente determinantes para causar este padecimiento.

“Hay un elemento común en nuestros pacientes con Ménière y es el hecho de sufrir trastornos como la ansiedad y estrés sometidos a largas horas de trabajo de vigilia o alteraciones en el sueño, que incrementan considerablemente los episodios en que aparecen los síntomas”, aseveró.

Una enfermedad discapacitante

Según la especialista, en muchas ocasiones esta enfermedad obliga al paciente a alejarse y a no tener interacción con algunos miembros de su familia.

El padecimiento también le impide asistir a algunos eventos, dejar sus actividades laborales y ser co dependiente de que alguien les acompañe, porque no solamente la pérdida auditiva puede ser progresiva y profunda, sino que los episodios de vértigo pueden cursar con pérdida del equilibrio, caídas repentinas y las consecuencias de estas.

“Luego del diagnóstico, es muy importante enseñarle al paciente lo que tiene, cómo lo debe combatir e invitarlo a buscar ayuda, así como mejorar los hábitos de vida”.

“No debe fumar, ni consumir alcohol. Debe hacer ejercicio y sobre todo mantener una buena higiene del sueño”, recomendó.

En este orden de ideas, Ibedaca aconseja la asistencia de un psicólogo para los pacientes de Ménière, porque lo primero que suelen hacer es aislarse para no sufrir el episodio de vértigo en una fiesta, delante de amigos y familiares con los que comparten.

Para lograr un buen diagnóstico de esta patología, el GMSP aplica las pruebas de equilibrio así como estudios generales de la función del oído interno.

No debe fumar, ni consumir alcohol

Por ejemplo, la audiometría, a través de la cual se evalúa si la persona logra detectar sonidos de distintos tonos y volúmenes de forma adecuada.

Más a profundidad, en el departamento de radiología del GMSP se realizan estudios por imagen detallados, como las tomografías, para ver características óseas de algunos órganos y descartar la presencia de tumores del oído interno.

Que, si bien son poco comunes, pueden causar la tríada de síntomas de la Enfermedad de Ménière; así como resonancias magnéticas que permitan el análisis en detalle de partes blandas y del tejido cerebral descartando patologías vasculares o lesiones de ocupación de espacio en parénquima cerebral, que deben ser evaluadas.

Estos estudios de imagenología, así como exámenes de laboratorio, se encuentran a disponibilidad inmediata las 24 horas del día y los 365 días del año en la clínica, que además, cuenta con una de las mejores infraestructuras sanitarias del país.

Está ubicada en la urbanización Santa Paula del municipio Baruta, en Caracas.

Nota de prensa

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Salud y Fitness

Unas 153.000 muertes anuales en el mundo se asocian a olas de calor entre 1999 y 2019

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muertes anuales por calor en el mundo - Agencia Carabobeña de Noticias
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Las muertes anuales por calor en el mundo son más de 153.000 entre 1990 y 2019. Según estima un estudio, el cual destaca que Asia cuenta más de la mitad de los fallecimientos. Pero Europa tiene el exceso de mortalidad más elevado respecto al número de residentes.

La investigación, encabezada por Yumung Guo de la Universidad de Monash (Australia) y con participación española, utilizó datos de la Red de Investigación Colaborativa Multipaís Multiciudad (MCC), que incluían las muertes diarias y las temperaturas de 750 localidades de 43 países.

Aunque Asia registró el mayor número de muertes estimadas, 74.939 (48,9 %), Europa tuvo la mayor tasa ajustada a la población, con 655 fallecimientos por cada diez millones de residentes y para este continente el número total fue de 48.318 (31,5 %). Indica el estudio que publica Plos Medicine.

Durante las estaciones cálidas de 1990 a 2019, el exceso de muertes relacionadas con las olas de calor representó en el mundo 153.078 muertes al año. Un total de 236 por cada diez millones de residentes o el 1 % de las muertes mundiales.

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Las muertes anuales por calor en el mundo

Los datos indican una carga sustancial de muertes estimadas en el sur y el este de Europa. Así como en la zona comprendida entre el norte de África, la península arábiga y el sur de Asia.

En el sur de Europa, se contabilizaron 10.170 fallecimientos anuales relacionados con las olas de calor, con una tasa ajustada a la población de 668 casos por cada diez millones de residentes, cifras que en el Este del continente fueron 24.709 y 820, respectivamente.

A nivel nacional, Grecia, Malta e Italia registraron los mayores índices de exceso de mortalidad durante ese periodo de 30 años, agrega el estudio.

muertes anuales por calor en el mundo - Agencia Carabobeña de Noticias

Latinoamérica y el Caribe

En Latinoamérica y el Caribe, las muertes anuales fueron 3.405 y si se ajustan por la población fueron 62 por cada diez millones de residentes.

Con los datos de la MCC, los investigadores estimaron el exceso de muertes por olas de calor en todo el mundo entre 1990 y 2019 y trazaron la varianza de estas muertes en los distintos continentes.

La mortalidad relacionada con las olas de calor mostró “complejas disparidades regionales, de tal forma que el sur y el este de Europa o las zonas de clima polar y alpino, y/o sus residentes tenían ingresos elevados presentaron la mayor carga acumulada”, señala la investigación.

Sin embargo, en ciertas localidades de Oceanía o aquellas con clima tropical o bajos ingresos se observó el mayor descenso a lo largo de décadas.

Comparación

La investigación indica que, en comparación con 1850-1990, la temperatura global de la superficie terrestre aumentó 1,14 grados en el periodo 2013-2022 y se espera que aumente entre 0,41 y 3,41 grados de 2081 a 2100.

Con el creciente impacto del cambio climático, las olas de calor no solo aumentan en frecuencia, sino también en gravedad y magnitud.

“Las olas de calor se asocian a una carga de mortalidad sustancial que varía espaciotemporalmente en todo el mundo en los últimos 30 años”, afirman los autores y sugieren que debería haber una planificación de adaptación localizada y una gestión del riesgo en todos los niveles de gobierno.

Estos resultados -agregan- “indican el beneficio potencial de las acciones gubernamentales para mejorar la adaptación y la resiliencia del sector de la salud, teniendo en cuenta las desigualdades entre las comunidades”.

muertes anuales por calor en el mundo - Agencia Carabobeña de Noticias

Es crucial abordar los efectos desiguales

En el contexto del cambio climático, es crucial abordar los efectos desiguales de las olas de calor sobre la salud humana. Para lo que es necesario un enfoque integral que no solo considere los riesgos inmediatos para la salud, sino que aplique estrategias a largo plazo para minimizar la vulnerabilidad y la desigualdad.

Estas estrategias deberían incluir políticas de mitigación del cambio climático, planes de acción contra el calor, planificación urbana y estructura verde. Programa de apoyo social, servicios sanitarios y de salud pública, concienciación educativa, y compromiso y participación de la comunidad, sugieren los autores.

Las olas de calor recuerdan los firmantes, aumentan el riesgo de muerte por sobrecarga térmica del cuerpo humano. Además, provocan disfunciones de múltiples órganos, así como agotamiento, calambres e insolación.

El estrés térmico también puede agravar enfermedades crónicas preexistentes y provocar muertes prematuras, trastornos psiquiátricos y otras consecuencias.

En el estudio también participaron, entre otros, los españoles Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC. La Fundación para la Investigación del Clima y el Centro de Investigación Biomédica en Red Epidemiología y Salud Pública. 

ACN/MAS/EFE

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