Carabobo

Maestras de Carabobo aseguran que trabajan por convicción

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Claret Jiménez maestra con 11 años de servicio lamentó que los niños en la actualidad lleguen a los centros educativos sin útiles, comida ni uniformes. Claret, además, tiene tres hijos de 14, 11 y 9 años que proteger y siente tristeza al no poder brindarles momentos de recreación debido al sueldo que cobra como educadora.

 

“Me duele en el alma porque estudié y me formé para esto, es triste amanecer cada día y pensar ¿voy al colegio o no? Y voy, ¿sabes por qué? Por mis estudiantes, por mis niños porque ellos tienen derecho a tener una educación digna de calidad. A parte de no tener un salario digno tenemos que sacar de nuestro bolsillo para completarle la comida a nuestros niños”, aseveró la joven maestra.

“Mis hijos me dicen “mamá, vamos a comer un helado”, y me duele decirles que no tengo para comprar un helado”.

Sueldo mínimo y un poquito más es lo que puede llegar a ganar un educador en las escuelas del sector público, monto insuficiente para comprar al menos la canasta básica.

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