Madre venezolana, dos hermanos y dos de sus hijos mueren tapiados en Colombia. Estos venezolanos, que buscaban mejor futuro fuera de Venezuela, salieron en enero de este año rumbo a tierra colombiana.

Se instalaron en un rancho improvisado en una invasión del barrio San Silvestre, de Barrancabermeja, Santander.

Las fuertes lluvias del día domingo permitió que un alud de tierra cayera sobre la humilde vivienda y murieran tapiados cinco miembros de la familia venezolana.

A las víctimas las identificaron como Gladys, de 53 años; José Alexander, de 19; dos niños de 2 y 3 años, y un adolescente de 13 años. Tres menores que sobrevivieron a la tragedia están bajo el cuidado de un hogar adscrito al instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Una tía de los menores, a quien las autoridades identificaron como María, posiblemente se salvó porque no estaba en casa para el momento en que el barro arropó el rancho.

Era una vivienda improvisada con paredes de madera y techo de zinc. La madrugada del pasado domingo una avalancha generada por las fuertes lluvias se llevó todo. Los cinco cuerpos quedaron tapiados por el barro.

María cuando llegó al amanecer de su trabajo, se enteró de lo que ocurrió porque un vecino le contó que la casa había sido sepultada por el barro que se habían salvado tres sobrinos, pero que no sabían de su mamá, sus dos hijos y dos hermanos.

La mujer permaneció impávida en el lugar donde por más de siete horas trabajaron sin descanso los socorristas que, uno a uno, hallaron sin vida los cuerpos de los cinco venezolanos tapiados.

Los menores que sobrevivieron están bajo el cuidado de un hogar adscrito al instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

La desgracia también le tocó la puerta a sus vecinos. Fallecieron sepultados otras cuatro personas: Marcela Meneses, de 31 años; Freddy Porras González, de 19, y dos niños de 9 y 12 años.

La vicepresidenta de Colombia, Martha Lucía Ramírez, quien visitó la zona, aseguró que la tragedia que ocurrió en el asentamiento conocido como Altos de Bellavista, es consecuencia en buena parte por la acción criminal de los urbanizadores piratas. Pidió que investigaran el caso.

“Hay que llamar la atención de los colombianos para que no compren ningún tipo de lote o vivienda que no se asegure que tiene los permisos o que se trata de una urbanización formal o legal”, dijo.