Internacional
Talibanes disuelven el Ministerio de la Mujer en Afganistán

Este viernes los talibanes disuelven oficialmente el ministerio afgano para Asuntos de la Mujer, y en su lugar crearon el ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio; que se encargará de la rígida implementación de las normas islámicas y a cuyo frente estará Mohamad Khalid.
Al menos tres funcionarias del Ministerio de Asuntos de la Mujer confirmaron a Efe la supresión del organismo encargado de promover políticas públicas y derechos para las mujeres; asegurando que bajo el mandato de los talibanes «no existe» un ministerio para mujeres.
“Se abolió el Ministerio de la Mujer, los talibanes nos dijeron que ya no hay ningún ministerio para la mujer y que este se convierte en el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio”; dijo a Efe Islamuddin, exfuncionaria de la desaparecida institución.
La eliminación de esta cartera quedó oficializada hoy por las autoridades del Gobierno islamista con la instalación de un nuevo letrero en el que se lee; «Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio del Emirato Islámico de Afganistán».
Decenas de empleados habían acudido ayer a sus oficinas para reanudar su trabajo; pero los talibanes “no nos permitieron entrar en el ministerio”, dijo Islamuddin.
Talibanes disuelven el Ministerio de la Mujer
El Ministerio de Asuntos de la Mujer fue creado en 2001 bajo el Gobierno del entonces presidente afgano, Hamid Karzai; como parte de los esfuerzos internacionales para abordar los asuntos de la mujer y tenía alrededor de 850 empleados en todo el país.
Durante las últimas dos décadas, la institución tuvo como misión desarrollar políticas, promover los derechos; eliminar la violencia y la discriminación contra la mujer, así como promover su participación activa en la vida social y política de Afganistán.
“Cuando los talibanes asumieron el poder, pensamos que habían cambiado, pero lamentablemente no vemos cambios en las opiniones y actos de los talibanes»; dijo a Efe Dadras, exempleada del ministerio y activista por los derechos de las mujeres.
«El Ministerio de la Mujer fue una voz para las mujeres en Afganistán y en el mundo; pero fue abolido y convertido en otro órgano que no tiene nada que ver con los asuntos de la mujer y es un organismo que castigará al pueblo”, criticó.
«Lo perdimos todo»
“¿Dónde está esa comunidad internacional que estuvo hablando de los derechos de las mujeres en los últimos 20 años; hoy nos quedamos atrás y solas, nadie nos escucha”, dijo la activista entre lágrimas.
Para Dadras la llegada de los talibanes, junto a la exclusión de las mujeres del Gobierno, y la pérdida del terreno ganado en los últimos 20 años; deja un camino incierto para el futuro de sus hijas, y las próximas generaciones femeninas de Afganistán.
«¿Por qué la comunidad internacional no nos apoya? Las mujeres lo hemos perdido todo, no tenemos a nadie que nos apoye”, lamentó.
ACN/0800 Noticias
No dejes de leer: Migrantes esperan bajo un puente en la frontera de EEUU
Infórmate al instante únete a nuestro canal de Telegram NoticiasACN
Internacional
Crisis migratoria tiene desbordada a Panamá (+ fotos)

Panamá no da abasto desbordado por la crisis migratoria. Se siente sobrepasado por la llegada diaria de miles de migrantes en situación irregular a través de la selva del Darién, que hace de frontera natural con Colombia, en su camino hacia el norte. Las colas se eternizan, para el registro de llegada, para el transporte.
Después de haber atravesado durante varios días la selva, con sus colinas embarradas, ríos de repentinas crecidas y la amenaza de la picadura de serpientes o robos, los migrantes llegan al poblado indígena de Bajo Chiquito, donde las autoridades los registran.
La calle principal de este pueblo de unas pocas decenas de casas de madera a la orilla del río Tuquesa está colapsada por una larga fila de migrantes, que esperan durante horas bajo el sol o la lluvia, entre lodo y basura, a que la Policía fronteriza les tome los datos, requisito fundamental para seguir su trayecto.
Un puñado de miembros del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) registran a los recién llegados y tratan de mantener algo de orden entre los empujones, llamadas de auxilio y denuncias de que algunos se cuelan pagando dinero a otros migrantes.
Panamá no da abasto desbordado por la crisis migratoria
Panamá no da abasto desbordado por la crisis migratoria. “No damos abasto, esos muchachos no descansan. El único país que está haciendo esto es Panamá, contabilizarlos. A mí a las seis de la tarde me dicen que llegaron 2.890, pero ellos a las 2 de la mañana se acuestan, porque de los 2.890 tienen que desglosar las nacionalidades y tienen que desglosar si es menor o no es menor, si tiene los documentos”, explica a EFE la máxima autoridad del Senafront en la región, el comisionado Reinel Serrano.
Además del registro general, se realizan biometrías a los sospechosos, ante la posibilidad de que entre los miles de migrantes de más de un centenar de nacionalidades se cuelen delincuentes o terroristas, con alertas de búsqueda internacional.
Según los datos oficiales proporcionados por Panamá, en lo que va de año han cruzado el Darién más de 385.000 personas, una cifra récord frente a los 248.000 de todo 2022, el mayor registro que se tenía hasta la fecha. Además, si continúa la tendencia, las autoridades panameñas ya pronostican que se alcanzarán las 500.000.
El comisionado Serrano afirma que el problema se acentúa cuando el migrante no tiene suficiente dinero para continuar su trayecto hacia el norte, lo que hace que quizá 1.000 que no pueden continuar se sumen a las 3.000 nuevas llegadas, desbordando el sistema.
“Por ahora lo hemos manejado al nivel límite, pero límite, porque hasta para la comida a veces duele (…) que hay que darle a la mujer y a los niños, todos vienen con hambre, vienen sin dinero porque les robaron, y a veces hay 4.000 comidas y 4.000 comidas no alcanzan”, detalla.
Robos en la selva
Panamá no da abasto desbordado por la crisis migratoria. La venezolana Irma Navas acaba de llegar a Bajo Chiquito. Está desesperada: “A los tres nos robaron. Bueno, los tres que venimos, porque hubo un centenar de gente que robaron”. Fue cerca del río, donde estaban unos cinco hombres armados con machetes y escopetas.
“Siempre veo las noticias, y me decía por qué la gente se tiene que quedar en Panamá, molestando, si lo usamos como vía transitoria, pero ahora me doy cuenta de que uno no se queda porque quiere, hermano, es que nos dejan sin dinero”, lamenta a EFE Navas.
A ella le quitaron 700 dólares, y asegura que en su grupo se debieron de llevar 15.000, 20.000 dólares. El comisionado Serrano explica que muchos de esos delincuentes son gente de la zona, indígenas que conocen el lugar y que han optado por el crimen. Cuando los capturan, llevan decenas de celulares y grandes sumas de dinero.
Sin dinero todo se complica
Y sin dinero todo se complica. Bajo Chiquito está dedicado por completo al negocio de la migración, donde cobran por instalar tu tienda en un patio, comer, la bebida, recargar un celular. También por el traslado en canoa a Lajas Blancas, uno de los centros de recepción migratoria de las autoridades panameñas.
Conocido por los migrantes como “la ONU”, en Lajas Blancas varias organizaciones humanitarias colaboran con Panamá para dar apoyo gratuito a los migrantes, pero están desbordadas. Allí se encuentran agencias de Naciones Unidas como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o Unicef, también la Cruz Roja Panameña.
En lo que va de año, Cruz Roja ha atendido en sus puestos sanitarios en Lajas Blancas a unos 31.000 migrantes, 55.000 en los tres centros de recepción del país, pacientes que llegan sobre todo con problemas estomacales, diarrea, heridas en las extremidades.
“No damos abasto y creo que no es (solo) la Cruz Roja Panameña, sino todas las agencias u organizaciones que están en el terreno”, reconoció a EFE el presidente nacional de Cruz Roja, Elías Solís.
Todos pagan para avanzar
Panamá no da abasto desbordado por la crisis migratoria. Un grupo de madres con niños semidesnudos en Lajas Blancas están indignadas. Quieren hacerse oír, que se conozca su problema.
Desean continuar la ruta hacia el norte, hacia la frontera con Costa Rica, pero no tienen suficiente dinero para comprar los pasajes de los autobuses que coordina Panamá, y más cuando los niños pagan lo mismo que un adulto: 40 dólares por persona, porque según las autoridades eso incluye un seguro en caso de accidente.
La venezolana Joelni Carolina viaja con sus tres hijos de 14, 9 y 6 años. Les robaron en la selva y lleva ocho días esperando a poder reunir el dinero suficiente para continuar el viaje. Sus familiares en Venezuela, sin recursos, están tratando de enviar un mínimo de 300 dólares que exigen las casas de envío, con un 20 % de comisión.
“Nada, que tenemos que tener plata, porque sinceramente nadie nos mandó traernos a los niños para acá, pero esos son los hijos de uno y bueno, está bien, fue error de uno, pero ya están acá, no podemos esperar que se nos mueran”, dice a EFE Carolina, que nunca se imaginó tantos obstáculos en la ruta, su dureza extrema.
ACN/MAS/EFE
No deje de leer: Zelensky llegó al Congreso de EEUU para convencer a republicanos de mantener apoyo a Ucrania
-
Economía20 horas ago
IVSS pagará pensión correspondiente a octubre este jueves #21Sep
-
Carabobo6 horas ago
Pedro Carvajalino y Leocenis García se “caen a piña” en hotel valenciano (+ videos)
-
Espectáculos16 horas ago
Shakira dedica nuevo tema a niñera de sus hijos y carga contra su exsuegro (+Vídeo)
-
Espectáculos19 horas ago
Voz Veis anuncia tercer show en Caracas