Las autoridades confirmaron la detención del gerente de Central Madeirense situada en Naguanagua.

La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) se trata de un operativo. El organismo señala mediante un boletín de prensa que el dispositivo se desarrolla en toda la entidad.

Durante las redadas emprendidas por la Sundde detuvieron a Jesús Colmenares, gerente del Central Madeirense. También arrestaron a Francisco Silva,  propietario de la farmacia Satélite, ubicada en el municipio San Joaquín.

Según la Sundde se ordenó el ajuste de precios y venta supervisada de productos en los negocios allanados.  De igual forma, se dictó medida privativa de libertad contra dos empleadas de una funeraria, acusadas por los mismos delitos.

Desde el pasado viernes cientos de comercios y empresas de Valencia permanecen cerrados. Susa propietarios temen ser allanados y obligados a vender los productos por debajo de los precios. La incertidumbre económica mantiene las calles solitarias.

Según las autoridades desde el pasado miércoles han detenido a más de 200 comerciantes. Con las razzias  efectuadas en todo el país pretenden acabar con la especulación y el aumento de precios.

Madeirense y otros más

No obstante, los bachaqueros permanecen en las calles de la ciudad. Los clientes denuncian que cuentan con el respaldo de funcionarios, pues a la vista de todos ofrecen productos de la cesta básica.

Desde que entró en vigencia el 20 de agosto la nueva reconversion monetaria, la Sundde multó a 500 tiendas y apresó a 200 comerciantes.

Llama la atención los números exactos de las estadísticas oficiales. El Ministerio Público no se ha pronunciado  respecto, al operativo que no tiene precedentes en la historia de las democráticas latinoamericanas.

Se desconoce si tras los operativos descendieron los precios de los productos. Los empleados de los establecimientos denuncian por las redes sociales las formas de la “fuerza fiscalizadora”. Aseguran que los fiscales son malandros con carnet del Sundde que amenazan con detener a cualquiera y además se llevan en sus bolsillos los productos que se les antoje.

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