Conéctese con nosotros

Opinión

Saúl Jiménez: La Réplica Posible

Publicado

el

saúl-julio castillo-bandera-venezuela-acn
Compartir

Saúl Jiménez: La Réplica Posible Siempre se habla en nuestro país de la incertidumbre, crisis, dolor, desesperanza y pare Ud. de contar, cosas que son verdades porque la situación país no está fácil y lo vemos y vivimos todos los días cuando vamos a los barrios humildes y vemos lo difícil que se ha hecho conseguir la comida todos los días, el gas, el agua intermitente o la luz, la delincuencia situación que es innegable.

Al lado de esa realidad nos encontramos otra gran realidad que es las mujeres del barrio y muchos hombres apostando a construir el país diferente, ese que soñamos todos y no nos queremos atrever a construir, el de la inclusión, de la participación, de la integración, por eso nos conseguimos a las mujeres que fabrican zapato, sandalias, ropa, carteras, bolsos, por otro lado están otras que al lado de su pareja tienen su comercio de víveres, verduras, venta de ropa, transporte escolar y una gama de actividades económicas bastante variada que les permite producir para la subsistencia del hogar y que solicitan créditos en organizaciones como Cesap y son excelentes buenas pagas, que se esmeran por hacer las cosas cada día mejor.

No dejes de leer: Discuten Plan de la Patria 2019 – 2025 en Naguanagua

Esa gran masa de gente desean aportar a la construcción del país por eso cuando se les invita a conversatorios sobre la problemática de su parroquia van con entusiasmo a aportar ideas, soluciones, alternativas lo decimos con propiedad porque aplicamos el proyecto  La Gente Propone y se consigue ese entusiasmo por la participación con el respeto debido al otro así existan diferencias desde el punto de vista religioso o político lo cual apartan a un lado para conversar sobre el barrio y ver con objetividad la situación y las diferentes alternativas y como buscar realizar las reuniones con las alcaldías y sus funcionarios en función de las mejoras de todos sin ver los colores políticos sino la situación particular de ellos y como pueden lograr sus reinvindicaciones.

Igual actitud la conseguimos cuando vamos a promocionar cursos de capacitación para el trabajo, como se entusiasma el barrio en función de cuales cursos serán mejor o más necesarios para ellos, pero igual salen a promover y captar a los jóvenes para que participen, buscando y acondicionando el local para su adecuación, que esté aseado, funcional y luego los dirigentes vecinales o religiosos le dan seguimiento para que nadie abandono manteniendo siempre el entusiasmo para que todos lleguen al final, esa es la Venezuela en positivo que deberíamos hacer conocer para que podamos ir progresivamente de abajo hacia arriba transformando en una sociedad de alegría y donde no opere el desaliento.

En los sectores populares encontramos las grandes reservas morales de nuestro país, donde están capacitados para la construcción alternativa partiendo de los conocimientos que les va dando la vida, desde donde salen todos los días a las fábricas, manufacturas, comercios, construcciones o por cuenta propia en las urbanizaciones como obreros de la construcción, jardinería y pare Ud. de contar.

Nosotros, desde la A.C. Casa del Nuevo Pueblo – CESAP Carabobo, estamos comprometidos en mantener lo social en el centro de nuestro trabajo y con un compromiso fundamental con los más vulnerables para contribuir con su formación, capacitación y acompañamiento en salir del oscurantismo donde los han querido tener los poderosos económicos o políticos que buscan en la dependencia, sumisión y desconocimiento su caldo de cultivo para mantener el control y la hegemonía en el país,  que debería ser,  de todas y todos.

Para el próximo año continuaremos nuestro compromiso a través de los Proyectos de Capacitación para el trabajo en oficios; La Gente Propone que es la construcción del Observatorio de Políticas Públicas Municipales; el acompañamiento social en los sectores populares; Formación y organización a los Emprendedores y el programa estrella que es el Apoyo a las Unidades de Gestión Económica (AUGE) servicio financiero con el  fin de aumentar los ingresos y mejorar el empleo de los sectores populares como un apalancamiento para que se fortalezcan y estabilicen su negocio o empresa. “Juntos cambiamos vida para construir nuevos caminos”.

[email protected]

Opinión

Las Casonas Coloniales y Republicanas de Valencia

Publicado

el

Las Casonas Coloniales y Republicanas de Valencia
Compartir

La Valencia de los Techos Rojos
Francisco Cariello Gubaira
Cronista

La ciudad de Valencia, situada en la región de la cordillera central, contiene un rico legado de casonas solariegas de distintas tipologías en el centro histórico.

Una de las características que tiene la arquitectura colonial valenciana, a diferencia de otras regiones del país, es que son casonas más abiertas, altas y grandes, con puertas y ventanas muy elaboradas, zaguán, corredores, patio central sembrado y salón principal con grandes ventanales que da a la calle. Construidas con materiales como la tapia, el bahareque, el adobe, la madera y la teja.

En el año de 1782, se realizó un primer censo, durante la visita pastoral de Don Mariano Martí, Obispo de Venezuela, arrojando como resultado que la ciudad tenía un total de 7235 habitantes y que el número total de casas dentro de la ciudad era de 513, cuyos límites iban por el norte con la calle del Otoño, hoy Cedeño, por el sur con la calle del Ganado, hoy Michelena, por el este con el Rio Cabriales y por el oeste hasta los solares alrededor del antiguo Hospital de San Antonio de Padua, hoy Casa de la Estrella, en la antigua calle de la Beneficencia, hoy Soublette.

Otro dato importante es que las grandes casonas en Valencia comienzan a construirse a partir del año de 1740, como es el caso de la Casa de los Celis, la Casona de los Hernández de Monagas, la Casona del Dr. Miguel Peña, la Casona Minguet Letteron entre otras más, en consonancia, con el esplendor que vivió la Capitanía General de Venezuela, durante gran parte del siglo XVIII, tras la creación de la Real Compania Guipuzcoana (1728-1785), cuya inmigración de una población vasca, introdujeron entre otras cosas el añil, el algodón y la caña de azúcar, lo que dio impulso a un notable crecimiento económico, que se vio reflejado en los 19 ingenios y trapiches en torno a la ciudad, base de la actividad productiva agrícola de Valencia, reflejándose en la arquitectura civil de la ciudad.

Luego del año de 1830, inicio de la era republicana, como nación independiente de Colombia, y a mediados de siglo XIX, hasta inicios de siglo XX,  comienza a crecer la ciudad, hasta completar totalmente los solares del lado oeste, así como por el lado oriental del rio hacia San Blas y en otras latitudes al sur y al norte con la vieja San José, con tipologías más de corte neoclásico y eclécticas, que agregan distintos elementos arquitectónicos a las casonas, sobretodo en el periodo guzmancista, con influencia francesa y un nuevo desarrollo económico a través del inicio de la industrialización, con elementos como: la cornisa, frisos, calados, frontones, ánforas y molduras.

Con el inicio de la llamada modernidad a partir de los años 40, el centro histórico de Valencia comenzó a tener una serie de transformaciones en su arquitectura, sustituyendo elementos como las antiguas casonas por edificios de varios pisos, tratando de imitar y copiar los canones que se producían en la ciudad de Caracas, producto del boom petrolero de aquel momento, perdiendo paulatinamente la uniformidad arquitectónica de la misma y al mismo tiempo el patrimonio histórico y arquitectónico del casco urbano hasta finales de los años 90, creando una ordenanza y la oficina de gestión local que rige para los inmuebles que conforman el Centro Histórico de Valencia.

A partir del año 2019, hemos observado como el centro histórico ha mejorado notablemente con la recuperación de espacios culturales en inmuebles o casonas que son catalogadas coloniales y republicanas, algunas de ellas monumentos históricos nacionales como: el Museo de la Casa Páez; el Museo Casa de la Estrella; la Casona o Edificio de la Universidad, antiguo Convento Franciscano de San Buenaventura; y otras como la Casa Natal Museo José Rafael Pocaterra; el Centro de Artes Vivas Alexis Vivas, antiguo Club Centro de Amigos; la Casona de los Alvarado Escorihuela; la Casona o Palacio del Correo Central; el Museo Nelson Mandela, antigua Casa de los Gobernadores durante la época de Juan Vicente Gómez; faltando por concretar la restauración de la Casona Hernández de Monagas y la Casa de los Celis, acompañado de iniciativas privadas en la recuperación de casonas valencianas como es el caso de la Posada La Pastora, la Salumeria Il Contadino y próximamente el Café de Arts entre otros.

Existe un problema que estamos observando y es que en los últimos tiempos hemos visto perder cada vez más casonas de valor patrimonial, la mayoría propiedad privada, contentivo de un rico patrimonio histórico y arquitectónico, que le resta un valor agregado, debido a que una casa solariega, está íntimamente relacionado al estamento de la familia, el lugar donde tuvo su origen un determinado linaje familiar y residieron durante varias generaciones, lo que la define como la vivienda principal, de cada una de las antiguas familias originarias, de ese entorno fundacional de nuestras raíces, en realidad, la importancia de un centro histórico se basa en sus casonas, porque en ellas contiene una multiplicidad de historias en lo individual y en lo colectivo de un núcleo llamado Familia, que desde tiempos remotos hacen vida comunitaria, religiosa, económica, cultural, social y política en los distintos espacios que la conforman. Perder otra casona patrimonial, significa ir perdiendo la memoria histórica y el gentilicio de nuestra querida ciudad de Valencia, así como la posibilidad de consolidar y desarrollar un potencial turístico basado en una gran riqueza histórica local, por lo que es importante una acción mancomunada entre el sector público y privado, que permitan diseñar estrategias de políticas, que contribuyan a que sus propietarios, se vean incentivados a diseñar proyectos viables y cónsonos, que busquen repotenciar y reconstruir lo derrumbado de ese importante patrimonio, lo que profundizara un rescate y un mejoramiento del centro histórico

Francisco Cariello Gubaira – Cronista

No dejes de leer: Valencia Cívica Social y Cultural

Infórmate al instante únete a nuestro canal de Telegram NoticiasACN

Continue Reading

Suscríbete a nuestro boletín

Publicidad

Carabobo

Publicidad

Sucesos

Facebook

Publicidad

Lo más leído