Opinión

El Revolcón y el forajido pasquín del Notitarde

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César Burguera

@CESARBURGUERA

El seguro revolcón. Finalizó la trascendental jornada cívica electoral del 6D, se produjeron las diferentes proclamaciones de los parlamentarios que tendrán el medular deber de representar a nuestro estado en la nueva Asamblea Nacional. Inédito y categórico resultado exhibía Carabobo, ya que el plantel de la revolución, encabezado por su jefe político y gobernador de la entidad, Rafael Lacava obtenía 15 de los 16 curules que se habían sido sometidos al escrutinio y escogencia de toda una región. Días después se producía un esperado anuncio, ese mismo que proporciona la absoluta seguridad que el tránsito y consolidación del Nuevo Carabobo está asegurado, que los fantasmas del pasado han sido definitivamente ahuyentados, Rafael Lacava anunciaba, en medio de un encendido y emocionado discurso, su plena vocación de acudir a la reelección como gobernador de esta histórica entidad federal. Con una encendida retórica nos hablaba de que en los próximos comicios regionales, a realizarse en el venidero 2021, iba a proporcionar un verdadero REVOLCÓN a cualquier de los incontables e innumerables candidatos que puedan surgir de una desmoralizada, desencajada y destartalada oposición. Es haber observado a un Rafael Lacava convencido no solo de su blindado liderazgo, de ser la insustituible y  principal referencia política de la región, sino orgulloso de erigirse como el principal promotor de esa íntima y entrañable relación con el común, es haber llegado al propio espíritu, a la propia alma de ese pueblo que reconoce una impecable gestión gubernamental a favor de los más desfavorecidos. Igualmente en este vibrante anuncio de su segura reelección, Rafael Lacava aseguraba que iba por todas y cada una de las alcaldías que se extienden por nuestro territorio, son 14 alcaldías que deben ser comprendidas como extensión natural y política del diario esfuerzo, de la reconocida gestión gubernamental en este Nuevo Carabobo. No hay espacio para proyectos de carácter personal, no hay lugar para entes municipales que se puedan convertir en obstáculo que desvirtúe el futuro y porvenir de Carabobo. “Aquí nadie se rinde” no deja de repetir insistentemente Rafael Lacava, como principal promesa y arenga del gobernador de Carabobo hasta el 2025.

El pérfido pasquín. Desde hace meses hemos venido observando, con válida curiosidad, la actitud asumida por el matutino Notitarde hacia la gestión gubernamental que se desarrolla en este Nuevo Carabobo. Es la demoledora y estéril crítica, sin ningún tipo de soporte o básica prueba, se busca, de manera afanosa e insistentemente, tratar de desvirtuar lo que a diario se gesta en nuestro estado. Todo forma parte de un sofisticado laboratorio, que ante el vibrante anuncio de Rafael Lacava de su segura reelección, se han visto en la impostergable obligación de arremeter con mayor fuerza, creyendo que este pueblo, esta región puede manipularse a través de fabricadas o elaboradas notas de prensa. Pero pasemos a darle una superficial revisión a los que aparecen como supuestos responsables de esta casa editorial, por cierto permanentemente involucrados en oscuras y escabrosas situaciones que aún se ventilan en los diferentes tribunales de justicia, hasta han pretendido huir despavoridos del país para tratar de eludir las consecuencias por sus dolosos y hasta delictivos actos. En primer lugar surge el inefable “empresario hotelero” José Rodríguez, a quien recordamos, hasta hace unos años, por sus innegables dotes en las lides de poder regentar mesones o botiquines, luego, en una suerte de privilegiado socio del regente de mesones, José Rodríguez, surge con válida agitación o azorado, Ramón Carrasco, que exhibe su limitada capacidad de poder articular dos frases juntas y así plasmarlas en cualquier espacio del matutino que dicen dirigir, definitivamente la redacción no parece ser su principal virtud o su fuerte. Es el más grafico ejemplo de la nulidad engreída. Ante esa notable e incurable carencia, esa perenne dolencia por su abierta y notoria ignorancia, los dos entrañables socios o rufianes, llamaron a unos de sus dilectos asalariados periodistas, quien funge casualmente como director de una radio que emite su señal precisamente desde el descomunal hotel, ya que ni siquiera confían en la capacidad o talento de los periodistas que laboran en el pérfido pasquín. Sin embargo hay que reconocer que este tridente, quienes se arrogan ser el plantel directivo del Notitarde, conformado, como hemos señalado, por 2 “empresarios” siempre envueltos en peligrosas mañas y un sumiso periodista, tan solo se constituyen en la burda fachada, en la débil máscara, en los inútiles rostros de una verdadera maquinaria o laboratorio que buscan afanosamente alterar la realidad de este Nuevo Carabobo. Este tridente es controlado, como dóciles títeres, por aquellas fuerzas obscuras y malignas del pasado carabobeño. Son los humillados mandaderos de aquellos que pudieron y no hicieron nada por esta región. Son en definitiva la escondida vergüenza de los nuevos crepusculares. Y esa es la verdad.

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