Salud y Fitness
¿Cabello seco? Recupera tu melena con una mascarilla de vitamina E
La vitamina E se ha convertido en un elemento clave de nuestra rutina de belleza. Si bien es estrella de nuestro rostro, para nutrirlo y prevenir arrugas, no es su único uso. Prueba la vitamina E para el cabello para reparar el cabello seco y las puntas abiertas, además para alargar tu melena y devolverle el brillo.
La vitamina E tiene antioxidantes que previenen el daño de las células haciendo que el cabello sea más saludable y por ende crezca más rápido.
Necesitarás para la mascarilla de vitamina E:
Un tazón
Una brocha
Una cuchara
Aceite de oliva
Cinco cápsulas de vitamina E
Aceite de argán
El acondicionador que usas con regularidad
Procedimiento:
Coloca en el tazón una cucharada de aceite de argán, añade una cucharada de aceite de oliva y añade el líquido de las cinco cápsulas de vitamina E.
Agrega dos cucharadas del acondicionador que usar regularmente y mézclalo bien con ayuda de la brocha.
Aplicación:
Moja tu cabello y aplica la mascarilla desde la mitad de tu cabello hacia las puntas sin tocar la raíz de tu cuero cabelludo.
Espárcelo por tu cabello con un suave masaje.
Déjalo actuar durante 15 o 20 minutos.
Lava tu cabello de manera normal para retirar la mascarilla.
Con el cabello seco aplica tres gotas de aceite de argán en tu cabello.
Importante: Podrás sentir el cabello un poco pesado, sin embargo esto es normal, también, si tienes el cabello graso no apliques el aceite de argán.
ACN/ Panorama
No dejes de leer: Descubre los beneficios de comer aguacate
Infórmate al instante únete a nuestro canal de Telegram NoticiasACN
Salud y Fitness
Unas 153.000 muertes anuales en el mundo se asocian a olas de calor entre 1999 y 2019
Las muertes anuales por calor en el mundo son más de 153.000 entre 1990 y 2019. Según estima un estudio, el cual destaca que Asia cuenta más de la mitad de los fallecimientos. Pero Europa tiene el exceso de mortalidad más elevado respecto al número de residentes.
La investigación, encabezada por Yumung Guo de la Universidad de Monash (Australia) y con participación española, utilizó datos de la Red de Investigación Colaborativa Multipaís Multiciudad (MCC), que incluían las muertes diarias y las temperaturas de 750 localidades de 43 países.
Aunque Asia registró el mayor número de muertes estimadas, 74.939 (48,9 %), Europa tuvo la mayor tasa ajustada a la población, con 655 fallecimientos por cada diez millones de residentes y para este continente el número total fue de 48.318 (31,5 %). Indica el estudio que publica Plos Medicine.
Durante las estaciones cálidas de 1990 a 2019, el exceso de muertes relacionadas con las olas de calor representó en el mundo 153.078 muertes al año. Un total de 236 por cada diez millones de residentes o el 1 % de las muertes mundiales.
También puede leer: Rehabilitación en gravedad cero con equipos de alta tecnología en Venezuela
Las muertes anuales por calor en el mundo
Los datos indican una carga sustancial de muertes estimadas en el sur y el este de Europa. Así como en la zona comprendida entre el norte de África, la península arábiga y el sur de Asia.
En el sur de Europa, se contabilizaron 10.170 fallecimientos anuales relacionados con las olas de calor, con una tasa ajustada a la población de 668 casos por cada diez millones de residentes, cifras que en el Este del continente fueron 24.709 y 820, respectivamente.
A nivel nacional, Grecia, Malta e Italia registraron los mayores índices de exceso de mortalidad durante ese periodo de 30 años, agrega el estudio.
Latinoamérica y el Caribe
En Latinoamérica y el Caribe, las muertes anuales fueron 3.405 y si se ajustan por la población fueron 62 por cada diez millones de residentes.
Con los datos de la MCC, los investigadores estimaron el exceso de muertes por olas de calor en todo el mundo entre 1990 y 2019 y trazaron la varianza de estas muertes en los distintos continentes.
La mortalidad relacionada con las olas de calor mostró “complejas disparidades regionales, de tal forma que el sur y el este de Europa o las zonas de clima polar y alpino, y/o sus residentes tenían ingresos elevados presentaron la mayor carga acumulada”, señala la investigación.
Sin embargo, en ciertas localidades de Oceanía o aquellas con clima tropical o bajos ingresos se observó el mayor descenso a lo largo de décadas.
Comparación
La investigación indica que, en comparación con 1850-1990, la temperatura global de la superficie terrestre aumentó 1,14 grados en el periodo 2013-2022 y se espera que aumente entre 0,41 y 3,41 grados de 2081 a 2100.
Con el creciente impacto del cambio climático, las olas de calor no solo aumentan en frecuencia, sino también en gravedad y magnitud.
“Las olas de calor se asocian a una carga de mortalidad sustancial que varía espaciotemporalmente en todo el mundo en los últimos 30 años”, afirman los autores y sugieren que debería haber una planificación de adaptación localizada y una gestión del riesgo en todos los niveles de gobierno.
Estos resultados -agregan- “indican el beneficio potencial de las acciones gubernamentales para mejorar la adaptación y la resiliencia del sector de la salud, teniendo en cuenta las desigualdades entre las comunidades”.
Es crucial abordar los efectos desiguales
En el contexto del cambio climático, es crucial abordar los efectos desiguales de las olas de calor sobre la salud humana. Para lo que es necesario un enfoque integral que no solo considere los riesgos inmediatos para la salud, sino que aplique estrategias a largo plazo para minimizar la vulnerabilidad y la desigualdad.
Estas estrategias deberían incluir políticas de mitigación del cambio climático, planes de acción contra el calor, planificación urbana y estructura verde. Programa de apoyo social, servicios sanitarios y de salud pública, concienciación educativa, y compromiso y participación de la comunidad, sugieren los autores.
Las olas de calor recuerdan los firmantes, aumentan el riesgo de muerte por sobrecarga térmica del cuerpo humano. Además, provocan disfunciones de múltiples órganos, así como agotamiento, calambres e insolación.
El estrés térmico también puede agravar enfermedades crónicas preexistentes y provocar muertes prematuras, trastornos psiquiátricos y otras consecuencias.
En el estudio también participaron, entre otros, los españoles Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC. La Fundación para la Investigación del Clima y el Centro de Investigación Biomédica en Red Epidemiología y Salud Pública.
ACN/MAS/EFE
No deje de leer: Hígado graso: una pandemia silenciosa que puedes prevenir
-
Nacional15 horas ago
La libertad de expresión en Venezuela, un derecho bajo la lupa
-
Internacional19 horas ago
Juez español envía a prisión a Rebeca García y su hermano solicitados por las autoridades venezolanas
-
Nacional10 horas ago
Las rutas turísticas de El Hatillo, la mejor manera de conocerlo
-
Espectáculos13 horas ago
Un ramillete de escándalos sacude la industria de Miss Universo