Opinión

¡Otra que ganó la delincuencia! No fue un accidente fue un vil asesinato

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Otra que ganó la delincuencia, la impunidad que reina en el país La Inseguridad que nos arropa. La muerte que está más cerca que la vida. José Castillo y Luis Valbuena son reflejo del estado de descomposición de una nación que clama casi a segundos por justicia,

La justicia que llega según el enemigo o interesés del momento. Este caso tiene resonancia dentro y fuera de nuestras fronteras por ser dos personas altamente conocidas, pero es una realidad diaria.

“Miguelitos” piedras en el camino, obstáculos en curvas, ataques sin piedad. Esto no es accidente.

RAE: Suceso eventual que altera el orden regular de las cosas. Suceso eventual o acción de que resulta daño involuntario para las personas o o cosas..

Así lo define la Real Academia Española. Entonces. A la camioneta donde se desplazaban los tres peloteros y el conductor chocaron contra una o varias piedras que cayeron de una montaña.

El obstáculo que se consiguieron fue porque tembló y la carretera se levantó dejando una roca a su paso.

Pues no fue así, fue algo premeditado que era para cualquiera que hubiese pasado primero. Incluido el autobús donde iría todo el equipo.

Esto fue un vil asesinato. Como ha pasado en cientos de veces en las inseguras carreteras de Venezuela.

Dos personas que venían de su trabajo. Porque ese era su trabajo, jugar pelota, entretener a sus aficionados. “El Hacha” Castillo “quemando” y de que manera su últimos cartuchos en nuestra pelota con más de 1000 imparables, batazos de todas las formas.

Valbuena, en plena carrera, grandeliga con esa fiebre de venir a jugar en Venezuela, como muchos de sus colegas que esperan octubre para uniformarse con sus respectivas divisas.

Me imagino que ahora por ese zona comenzará la “estricta vigilancia”, claro esto será mientras bajan las aguas, no del dolor que enluta a dos familias, a sus amigos y allegados.

Otro paño tibio, tratando el asunto de forma y no de fondo. Mañana serán otros, menos conocidos, pero también con familiares y amigos. Sin contar los que ya lo han vivido, algunas victimas para contarlo, como son los casos de Carlos Rivero y el conductor, que a Dios gracia ya están con sus familias.

Esto no solo enluta al beisbol, a las organizaciones Cardenales de Lara, Angelnos de Los Ángeles, LVBP, MLB, al deporte. Tiñe de negro cruel a Venezuela.

Ya veremos las consecuencias de este horrible doble asesinato, porque no fue accidente. Las repercusiones de las organizaciones, que cuidan sus intereses, pero aquí José Castillo y Luis Valbuena solo cuidaban el amor por este disciplina y el respeto por sus seguidores y del deporte en general.

A sus familiares y amigos un abrazo de solidaridad por este profundo dolor que los embarga. Le pedidos al Dios Bendito que los cobije a Luis Balbuena y a José Castillo.

Ahora llegan al campo de sueños a reunirse con otras leyendas de nuestra pelota que por una u otra causa ya no están en esta vida terrenal, Que los reúna un domingo y sus fanáticos den la voz de play ball. Nos vemos.

Miguel A. Sánchez M.

Periodista deportivo

ACN/MAS

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