Internacional
Colombia cuenta con el túnel más largo de Latinoamérica

Luego de soñar por más un siglo con la inauguración del Túnel de La Línea, el más largo de Latinoamérica (8.65 km); éste viernes 4 de septiembre el gobierno liderado por Iván Duque abrió el paso a los millones de conductores de Colombia.
Explicó, que ese túnel atraviesa la Cordillera Central de los Andes y que es la obra de ingeniería nacional más importante; pues «es el sueño de un país, de más de un siglo».
«La obra, tiene una longitud de 8.650 metros, es la principal de un complejo vial que comunica a las localidades de Cajamarca, en el departamento del Tolima; con Calarcá, en el Quindío, lo que disminuirá en media en 50 minutos el tiempo de viaje entre el suroeste y el centro del país, y será crucial para agilizar; el transporte de carga desde el puerto de Buenaventura, en el Pacífico», detalló.
En este contexto, el complejo de túneles incluye en una de sus entradas un monumento con los nombres de los 6.050 trabajadores; mujeres y hombres quienes participaron en la construcción hasta la actualidad.
Con 8.65 kilómetros, es el túnel más largo de Colombia y Latinoamerica. Hoy también se entregan el túnel rescate de 8,5 kilómetros de extensión y tres túneles cortos. Así es el #TúnelDeLaLínea por dentro https://t.co/ThP3og8KLs
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— Noticias RCN (@NoticiasRCN) September 4, 2020
Túnel más largo de latinoamérica está en el sur
De acuerdo a la historia, la idea la planteó en 1902 el ingeniero Luciano Battle, pero se hizo imposible durante el siglo XX; debido a que debían perforar la Cordillera Central.
No fue hasta el 2008, durante el Gobierno de Álvaro Uribe, que iniciaron la obra a una altitud de 2.400 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, las fallas geológicas y problemas de corrupción paralizaron en varias ocasiones la obra.
Actualmente fue terminada, luego de doce años bajo una inversión superior a un billón de pesos; es decir, unos 270 millones de dólares a la tasa del día.
Entre otros aspectos del túnel más largo de latinoamérica, el presidente de Colombia agregó que consta de una doble calzada de 30 kilómetros con 31 viaductos; 25 túneles, entre ellos el de La Línea y tres intercambiadores viales, que funcionará en sentido Calarcá-Cajamarca.
En cuanto al sentido contrario, se seguirá usando el paso del Alto de La Línea, con una carretera de 21 kilómetros que bordea; la cordillera hasta los 3.300 metros de altitud donde se encuentra un puerto de montaña.
Aportará a la economía y al turismo
Sobre ésta nueva obra de ingeniería, el Gobierno afirmó que el Túnel de La Línea es más largo de latinoamérica; «es parte de una vía estratégica para impulsar la economía y competitividad del país, al reducir costos de operación; que busca una mejor comercialización de productos que pasan por el puerto de Buenaventura».
Aunado a ello, precisó que comunicará en menor tiempo ciudades capitales del suroeste como Cali (Valle del Cauca) o Armenia (Quindío) con Bogotá.
Fue así, como Duque y los funcionarios a su cargo atravesaron en una caravana de vehículos el Túnel de la Línea; que recibió el nombre de Darío Echandía, jurista y político liberal era oriundo del Tolima. Él, además cumplió funciones de Presidente de Colombia el siglo pasado.
Con información: ACN/EFE/Banca y Negocios/Foto: Cortesía
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Internacional
Demócratas divididos sobre guerra Israel-Irán mientras Trump anuncia intervención

Tras casi dos años de profundas divisiones respecto a la guerra en Gaza y el apoyo a Israel, los demócratas se encuentran ahora divididos sobre la política estadounidense hacia Irán, y los progresistas exigían una oposición unificada antes de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos atacó el programa nuclear de Teherán.
Los dirigentes del partido se mostraban más cautelosos en su actuar, precisó Associated Press en una nota.
Los dirigentes estadounidenses de todos los partidos han coincidido durante dos décadas en la postura de que no se puede permitir que los iraníes tengan un arma nuclear.
La República Islámica de Irán, enemiga de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, ha apoyado a grupos que han matado a estadounidenses en Oriente Medio y amenaza con destruir a Israel.
Pero el anuncio de Trump del sábado de que Estados Unidos había atacado tres instalaciones nucleares podría convertirse en una nueva desavenencia del Partido Demócrata, de la misma forma que divide profundamente a la base aislacionista de Trump —los partidarios de «MAGA» («Devolvamos la grandeza a Estados Unidos»)— de los conservadores más radicales.
Si bien los progresistas habían expresado una clara oposición a una acción militar, la dirigencia del partido se inclinó por la vía más segura y había exigido la intervención del Congreso antes de que Trump usara la fuerza contra Irán.
Muchos demócratas prominentes con aspiraciones presidenciales para 2028 guardan silencio, hasta el momento, sobre la guerra entre Israel e Irán.
«Como que se están cuidando las espaldas», dijo Joel Rubin, exsubsecretario de Estado adjunto durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama y quien ahora trabaja como estratega de política exterior.
«Las bases más combativas del Partido Demócrata son tan hostiles a la guerra de Israel en Gaza que resulta muy difícil mostrarse como alguien que respaldaría una guerra no autorizada en apoyo a Israel sin enfrentar represalias».
Los demócratas progresistas usaron las ideas y palabras de Trump
El representante demócrata Ro Khanna había calificado la consideración de Trump de un ataque como «un momento decisivo para nuestro partido», y había presentado un proyecto legislativo junto con el representante republicano Thomas Massie que exigía al presidente republicano «poner fin» al uso de las fuerzas armadas estadounidenses contra Irán, a menos que fuera «explícitamente autorizado» por una declaración de guerra del Congreso.
Khanna utilizó los propios argumentos que vertió Trump durante su campaña sobre dar prioridad a los intereses estadounidenses cuando el congresista habló con Theo Von, un comediante que apoya al presidente y es popular en la «manosfera» —una red de sitios web, podcasts, foros, videos, blogs y comunidades en línea que promueven una masculinidad idealizada y se oponen al feminismo—.
«Eso le va a costar a este país mucho dinero que debería gastarse aquí en casa», expresó Khanna, quien se dice que se encuentra entre los muchos demócratas que tienen la mirada puesta en las primarias del partido de 2028.
Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont que buscó dos veces la nominación presidencial demócrata, había señalado el objetivo declarado de Trump durante su discurso inaugural de ser conocido como «un pacificador y un unificador».
«Apoyar la guerra de Netanyahu contra Irán sería un error catastrófico», opinó Sanders en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sanders volvió a presentar un proyecto de ley que prohíbe el uso de fondos federales para una guerra contra Irán, insistió en que una intervención militar estadounidense sería imprudente e ilegal, y ha acusado a Israel de atacar sin provocación.
Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, firmó una iniciativa legislativa similar presentada por Sanders en 2020, pero esta vez se ha abstenido de hacerlo hasta ahora.
Algunos creen que el partido debería adoptar una postura clara contra la guerra.
«Los líderes del Partido Demócrata deben intensificar su oposición a la guerra con Irán y exigir una votación en el Congreso», dijo Tommy Vietor, exasesor de Obama, en X.
Los demócratas tradicionales se muestran cautelosos, pero críticos
El firme apoyo del gobierno demócrata del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris a la guerra de Israel contra Hamás pesó sobre la candidatura del partido a la Casa Blanca en 2024, incluso con las críticas a la gestión israelí de la crisis humanitaria en Gaza.
Trump aprovechó las divisiones para ganarse el apoyo de los votantes árabe-estadounidenses y de los judíos ortodoxos en su camino de regreso a la Casa Blanca.
Hoy, la guerra entre Israel e Irán es la última prueba para un partido que lucha por reconstruir su coalición antes de las elecciones intermedias del próximo año y del inminente inicio de la carrera presidencial de 2028.
El partido buscará cerrar la brecha entre una base activista escéptica ante las intervenciones extranjeras y ya crítica del apoyo estadounidense a Israel, y los demócratas e independientes más tradicionales que conforman un bloque considerable —aunque no siempre expresivo— de votantes.
En una declaración tras los primeros ataques israelíes, Schumer manifestó que Israel tiene derecho a defenderse y que «el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y la defensa de Israel debe ser férreo mientras ellos se preparan para la respuesta de Irán».
La senadora demócrata Jacky Rosen también se mostró cautelosa al responder a la acción israelí y declaró que «Estados Unidos debe mantener su apoyo a Israel, como lo ha hecho durante décadas, en este momento peligroso».
Otros demócratas han condenado los ataques de Israel y acusado a Netanyahu de sabotear las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. También le recuerdan al público que, en 2018, Trump se retiró de un acuerdo nuclear negociado durante el gobierno de Obama que limitaba el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
«Trump creó el problema», dijo el senador demócrata Chris Murphy en X.
«La única razón por la que Irán estaba tan cerca de obtener un arma nuclear es porque Trump destruyó el acuerdo diplomático que impuso importantes restricciones verificables a su programa nuclear».
La resistencia de los progresistas
Una encuesta realizada en septiembre por el Pearson Institute for the Study and Resolution of Global Conflicts (Instituto Pearson para el Estudio y Resolución de Conflictos Globales) y The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación, encontró que aproximadamente la mitad de los demócratas respondieron que Estados Unidos «apoyaba demasiado» a Israel y que aproximadamente 4 de cada 10 opinaron que su nivel de apoyo «era adecuado».
Los demócratas tendían más que los independientes y los republicanos a decir que el gobierno israelí tenía «mucha» responsabilidad en la continuación de la guerra entre Israel y Hamás.
Aproximadamente 6 de cada 10 demócratas y la mitad de los republicanos sentían que Irán era un adversario con el que Estados Unidos estaba en conflicto.
Yassamin Ansari, representante demócrata de Arizona, quien es iraní-estadounidense, expresó que los iraníes son víctimas involuntarias del conflicto porque no existen refugios ni infraestructura para proteger a los civiles de los misiles dirigidos, como los hay en Israel.
«El pueblo iraní no es el régimen y no debería ser castigado por sus acciones», publicó Ansari en X, al tiempo que criticó a Trump por fomentar el miedo entre la población iraní.
«El pueblo iraní merece la libertad del régimen bárbaro y los israelíes merecen seguridad».
Crédito Associated Press
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