Internacional
Gobierno español no descarta ningún escenario para Cataluña

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha convocado este miércoles en La Moncloa; a los tres líderes de los grandes partidos “de la oposición”, según la descripción del Ejecutivo; Pablo Casado (PP) Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos). Los tres han sido citados por separado para afrontar la situación en Cataluña. Casado ha sido el primero en verse con Sánchez, a las 12.30. El presidente le ha comunicado que «no descarta ningún escenario»; aunque no se ha tomado ninguna decisión aún; y ha agradecido la disponibilidad del líder del PP, según fuentes del Ejecutivo.
Rivera, que no ha modificado el acto que tenía a las 12.30 en Barcelona; está citado a las 19.00 en La Moncloa. Iglesias irá a las 17.00. Será antes que Rivera por estos motivos de agenda; ya que por el orden de número de diputados debería ser el último en verse con el presidente. Los tres partidos se han quejado de que se han enterado por la prensa de esta convocatoria, a través del comunicado del Gobierno, antes de que se pusieran en contacto con ellos para citarlos. En La Moncloa explican que ha sido prácticamente simultánea la comunicación a los gabinetes y la información a la prensa, aunque admiten que es más rápido el canal de la información a los periodistas.
Gobierno español “no descarta ningún escenario” para Cataluña
Sánchez comunica a Casado que “no descarta ningún escenario” para Cataluña Noche de caos, cargas y fuego en Barcelona.
El presidente se reúne con los líderes de PP, Cs y Podemos para buscar una respuesta conjunta ante los disturbios.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (a la izquierda), junto al líder del PP, Pablo Casado, este miércoles. En vídeo, retransmisión en directo de la rueda de prensa de Casado tras el encuentro. EFE / DIRECTO: PP
Sánchez se reune hoy con Casado, Rivera e Iglesias
Torra convoca a la cúpula del Govern tras los disturbios en Cataluña
Sánchez ya hizo una ronda de llamadas con los tres líderes el lunes, tras conocerse la sentencia. Ahora, tras los disturbios de la noche de este martes, el Gobierno ha endurecido el tono y ha decidido dar el paso a celebrar reuniones bilaterales. La que marcará la pauta será la de Casado, que está compareciendo tras el encuentro. La última vez que fue a La Moncloa, como deferencia hacia su papel de jefe de la oposición, el Gobierno le ofreció para comparecer la sala principal, donde suelen intervenir el presidente y los ministros, mientras que dejó para Rivera e Iglesias la pequeña.
El Ejecutivo, de momento, se limita a este tipo de gestos políticos. La oposición de centroderecha, en especial Casado, le ha pedido que aplique ya la Ley de Seguridad Nacional, pero Sánchez aún no ha dado ese paso porque entiende que la colaboración entre los Mossos y la Policía está siendo impecable. Esa medida estaba prevista en caso de que los Mossos no fueran capaces de controlar la situación o no funcionara la coordinación, han señalado fuentes del Gobierno en los últimos días. En cualquier caso, la reunión con Casado será clave para tomar esta decisión. El Ejecutivo no la ha descartado en ningún momento. Al contrario, ha insistido en que todo está encima de la mesa.
Una minoría quiebra la convivencia
El Gobierno, de momento, insiste en el mensaje que envió la noche del martes: “Una minoría está queriendo imponer la violencia en Cataluña y quebrar la convivencia. El independentismo tiene que condenar firmemente esa violencia». Tanto la ministra Portavoz, Isabel Celaá, como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han pedido públicamente que el president de la Generalitat, Quim Torra, condene los incidentes. La consejera de Presidencia, Meritxell Budó, ha pedido «aislar a los violentos» de las «manifestaciones pacíficas del independentismo». «Estas actitudes, estas imágenes, son las que quieren presentar como la realidad del independentismo, y el independentismo nunca se ha movilizado masivamente de esta manera», ha advertido en una entrevista este miércoles en TVE recogida por Europa Press.
Torra se ha reunido a primera hora con la cúpula del Govern para analizar los disturbios en toda Cataluña y, especialmente, en Barcelona, donde el centro de la ciudad se transformó este martes en una batalla campal que ha terminado con 125 heridos, entre ellos 57 mossos y 27 policías nacionales, según fuentes policiales. Tras el encuentro estaba prevista una rueda de prensa con el consejero de Interior, Miquel Buch, que se ha cancelado.
«No estamos ante un movimiento ciudadano pacífico»
«Es evidente que no estamos ante un movimiento ciudadano pacífico, sino coordinado por grupos extremistas que utilizan la violencia en la calle para romper la convivencia en Cataluña”, señala el último comunicado del Ejecutivo. “Manifestamos nuestro profundo reconocimiento a todos los cuerpos de seguridad que están velando por mantener el orden y la convivencia en Cataluña y enviamos un caluroso mensaje de apoyo a todos los que han resultado heridos, mossos y policías nacionales», añade. Dolores Delgado, titular de Justicia, ha trasmitido «un llamamiento a la no violencia, pero un llamamiento serio». La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha reconocido el derecho a la manifestación pero no así a «cortar las vías de comunicación ni altercados violentos como los que vimos ayer».
El Gobierno asegura que «garantizará la seguridad y la convivencia en Cataluña», y recuerda que, «si es necesario, actuará desde la firmeza, la proporcionalidad y la unidad”. Este último aviso indica que todas las opciones están encima de la mesa, como dijo el presidente, desde la Ley de Seguridad Nacional hasta aplicar el artículo 155 de la Constitución, pero de momento La Moncloa ha optado por una estrategia gradual que tiene también un fuerte componente político porque la precampaña electoral ya está en marcha.
Como avanzaron tanto el Ejecutivo como el PSOE en las últimas semanas, una vez se conociera la sentencia la campaña quedaría monopolizada por este asunto y el presidente ocuparía la centralidad. Sánchez y su equipo están pidiendo a la oposición que apoye al Gobierno en un momento así, lo que deja muy poco espacio a los demás partidos para buscar diferenciarse en un momento clave a poco más de tres semanas de las elecciones.
ACN/El Páis/Carlos E. Cué/EFE/The Trust Project
Colaterales:
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-Las protestas se radicalizan en Cataluña con el apoyo de Torra
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Internacional
Demócratas divididos sobre guerra Israel-Irán mientras Trump anuncia intervención

Tras casi dos años de profundas divisiones respecto a la guerra en Gaza y el apoyo a Israel, los demócratas se encuentran ahora divididos sobre la política estadounidense hacia Irán, y los progresistas exigían una oposición unificada antes de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos atacó el programa nuclear de Teherán.
Los dirigentes del partido se mostraban más cautelosos en su actuar, precisó Associated Press en una nota.
Los dirigentes estadounidenses de todos los partidos han coincidido durante dos décadas en la postura de que no se puede permitir que los iraníes tengan un arma nuclear.
La República Islámica de Irán, enemiga de Estados Unidos desde hace mucho tiempo, ha apoyado a grupos que han matado a estadounidenses en Oriente Medio y amenaza con destruir a Israel.
Pero el anuncio de Trump del sábado de que Estados Unidos había atacado tres instalaciones nucleares podría convertirse en una nueva desavenencia del Partido Demócrata, de la misma forma que divide profundamente a la base aislacionista de Trump —los partidarios de «MAGA» («Devolvamos la grandeza a Estados Unidos»)— de los conservadores más radicales.
Si bien los progresistas habían expresado una clara oposición a una acción militar, la dirigencia del partido se inclinó por la vía más segura y había exigido la intervención del Congreso antes de que Trump usara la fuerza contra Irán.
Muchos demócratas prominentes con aspiraciones presidenciales para 2028 guardan silencio, hasta el momento, sobre la guerra entre Israel e Irán.
«Como que se están cuidando las espaldas», dijo Joel Rubin, exsubsecretario de Estado adjunto durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama y quien ahora trabaja como estratega de política exterior.
«Las bases más combativas del Partido Demócrata son tan hostiles a la guerra de Israel en Gaza que resulta muy difícil mostrarse como alguien que respaldaría una guerra no autorizada en apoyo a Israel sin enfrentar represalias».
Los demócratas progresistas usaron las ideas y palabras de Trump
El representante demócrata Ro Khanna había calificado la consideración de Trump de un ataque como «un momento decisivo para nuestro partido», y había presentado un proyecto legislativo junto con el representante republicano Thomas Massie que exigía al presidente republicano «poner fin» al uso de las fuerzas armadas estadounidenses contra Irán, a menos que fuera «explícitamente autorizado» por una declaración de guerra del Congreso.
Khanna utilizó los propios argumentos que vertió Trump durante su campaña sobre dar prioridad a los intereses estadounidenses cuando el congresista habló con Theo Von, un comediante que apoya al presidente y es popular en la «manosfera» —una red de sitios web, podcasts, foros, videos, blogs y comunidades en línea que promueven una masculinidad idealizada y se oponen al feminismo—.
«Eso le va a costar a este país mucho dinero que debería gastarse aquí en casa», expresó Khanna, quien se dice que se encuentra entre los muchos demócratas que tienen la mirada puesta en las primarias del partido de 2028.
Bernie Sanders, el senador independiente de Vermont que buscó dos veces la nominación presidencial demócrata, había señalado el objetivo declarado de Trump durante su discurso inaugural de ser conocido como «un pacificador y un unificador».
«Apoyar la guerra de Netanyahu contra Irán sería un error catastrófico», opinó Sanders en referencia al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sanders volvió a presentar un proyecto de ley que prohíbe el uso de fondos federales para una guerra contra Irán, insistió en que una intervención militar estadounidense sería imprudente e ilegal, y ha acusado a Israel de atacar sin provocación.
Chuck Schumer, líder demócrata en el Senado, firmó una iniciativa legislativa similar presentada por Sanders en 2020, pero esta vez se ha abstenido de hacerlo hasta ahora.
Algunos creen que el partido debería adoptar una postura clara contra la guerra.
«Los líderes del Partido Demócrata deben intensificar su oposición a la guerra con Irán y exigir una votación en el Congreso», dijo Tommy Vietor, exasesor de Obama, en X.
Los demócratas tradicionales se muestran cautelosos, pero críticos
El firme apoyo del gobierno demócrata del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris a la guerra de Israel contra Hamás pesó sobre la candidatura del partido a la Casa Blanca en 2024, incluso con las críticas a la gestión israelí de la crisis humanitaria en Gaza.
Trump aprovechó las divisiones para ganarse el apoyo de los votantes árabe-estadounidenses y de los judíos ortodoxos en su camino de regreso a la Casa Blanca.
Hoy, la guerra entre Israel e Irán es la última prueba para un partido que lucha por reconstruir su coalición antes de las elecciones intermedias del próximo año y del inminente inicio de la carrera presidencial de 2028.
El partido buscará cerrar la brecha entre una base activista escéptica ante las intervenciones extranjeras y ya crítica del apoyo estadounidense a Israel, y los demócratas e independientes más tradicionales que conforman un bloque considerable —aunque no siempre expresivo— de votantes.
En una declaración tras los primeros ataques israelíes, Schumer manifestó que Israel tiene derecho a defenderse y que «el compromiso de Estados Unidos con la seguridad y la defensa de Israel debe ser férreo mientras ellos se preparan para la respuesta de Irán».
La senadora demócrata Jacky Rosen también se mostró cautelosa al responder a la acción israelí y declaró que «Estados Unidos debe mantener su apoyo a Israel, como lo ha hecho durante décadas, en este momento peligroso».
Otros demócratas han condenado los ataques de Israel y acusado a Netanyahu de sabotear las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear. También le recuerdan al público que, en 2018, Trump se retiró de un acuerdo nuclear negociado durante el gobierno de Obama que limitaba el enriquecimiento de uranio de Teherán a cambio del levantamiento de sanciones económicas.
«Trump creó el problema», dijo el senador demócrata Chris Murphy en X.
«La única razón por la que Irán estaba tan cerca de obtener un arma nuclear es porque Trump destruyó el acuerdo diplomático que impuso importantes restricciones verificables a su programa nuclear».
La resistencia de los progresistas
Una encuesta realizada en septiembre por el Pearson Institute for the Study and Resolution of Global Conflicts (Instituto Pearson para el Estudio y Resolución de Conflictos Globales) y The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos), una organización apartidista de investigación, encontró que aproximadamente la mitad de los demócratas respondieron que Estados Unidos «apoyaba demasiado» a Israel y que aproximadamente 4 de cada 10 opinaron que su nivel de apoyo «era adecuado».
Los demócratas tendían más que los independientes y los republicanos a decir que el gobierno israelí tenía «mucha» responsabilidad en la continuación de la guerra entre Israel y Hamás.
Aproximadamente 6 de cada 10 demócratas y la mitad de los republicanos sentían que Irán era un adversario con el que Estados Unidos estaba en conflicto.
Yassamin Ansari, representante demócrata de Arizona, quien es iraní-estadounidense, expresó que los iraníes son víctimas involuntarias del conflicto porque no existen refugios ni infraestructura para proteger a los civiles de los misiles dirigidos, como los hay en Israel.
«El pueblo iraní no es el régimen y no debería ser castigado por sus acciones», publicó Ansari en X, al tiempo que criticó a Trump por fomentar el miedo entre la población iraní.
«El pueblo iraní merece la libertad del régimen bárbaro y los israelíes merecen seguridad».
Crédito Associated Press
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