Sucesos

Se la tiraba de teniente y era una rolo de estafadora

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Las autoridades estiman haber acabado con las andanzas de una rolo de estafadora quien se disfrazaba de teniente de la milicia.

La mujer identificada como Yolimar Josefina Perezoso Ochoa, fue detenida en otras ocasiones, pero se las arreglaba para escabullirse.  Los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detuvieron a la timadora cuando tripulaba una camioneta Jeep, modelo Gran Cherokee.

La escurridiza estafadora de 26 años transitaba desde San Fernando de Apure con destino a calabozo, estado Guárico. No pudo explicar por qué vestía prendas militares. Los soldados se sorprendieron al enterarse que en noviembre de 20014 la apresaron por última vez en Guaiparo, estado Bolívar.

A la falsa teniente le incautaron varias maletas con artículos electrónicos, harina de maíz, leche, aceite, mantequilla y pañales. Determinaron luego que había desvalijado una casa donde se hospedaba.

Rolo de mentirosa

Además de estafadora la falso teniente también cometía hurtos. Foto: Cortesía

Además le decomisaron un chaleco antibalas, una gorra del Comando Nacional Antisecuestro (Conas) y otras prendas militares. En el uniforme que cargaba había una insignia de la Aviación Militar y otra de la Región de Defensa Integral (REDI) Central de la FANB. El 27 de abril de 2010 fue detenida en el estado Aragua cuando se hacía como teniente de navío de la Armada Nacional. Recibió una medida cautelar bajo régimen de presentación y dejó de cumplir la decisión judicial.

Hace algunos meses fue denunciada por última vez ante el Cicpc de Ciudad Bolívar. El camionero Jesús Gabriel Vargas aseguró ser víctima de una estafa. Dijo que hacía viajes desde Ciudad Guayana hasta Santa Elena de Uairén. Una noche en la alcabala de La Guillotina unos guardias le pidieron que le diera la cola a la teniente.

En el camino le contó que tenía acceso al Plan Venezuela Móvil. Le aseguró que podía conseguirle un Chery Orinoco, de paquete, si le transfería 130 millones. Ambos se pudieron de acuerdo y a los tres días ella lo llamó con la buena noticia, le había conseguido el auto de sus sueños.

Vargas vendió lo que pudo, realizó la transferencia y la falsa teniente desapareció. Detectives del Cicpc sostienen que la resbalosa delincuente estafó a un gentío con una cándida carita.

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