Hombre & Mujer

Salud pública y la atención de la población (II)

Published

on

Compartir

Salud pública y la atención de la población (II): Por Dr. Ängel C. Mayorga. G.-

Para la atención de la población propiamente dicha, se dispondrá de  diversos centros;  cuya estructura y dotación dependerá del censo poblacional y de su situación geográfica. Tales centros son  estructuras funcionales que han  recibido distintos nombres;  pero que en realidad, de modo general,  cumplen la misma función, con escasas diferencias.

Ellas son: los dispensarios, las medicaturas, las unidades sanitarias, los módulos de barrio adentro, CDI, etc. En esta variedad de nombres ya  se puede apreciar la desorganización y anarquía que ha caracterizada nuestra red primaria.  Nunca ha habido coordinación entre ellos. Han sido como islas dispersas, un archipiélago de centros dispensadores de salud (¿?);  con muchos y variados directores y directrices, mal dotados, tanto de insumos como de personal;  y menospreciados en su importancia y trascendencia.

La atención en los dispensarios

¿Qué función debe realizar un dispensario?  Lo primero, básico y fundamental es  atender a los pacientes (o usuarios) en forma rápida, oportuna y completa.  Esto que parece una nimiedad, tiene una enorme trascendencia.  Si esto no se cumple rigurosamente en los términos antes mencionados, el paciente según el grado de su dolencia se ve obligado a  migrar  a otros niveles de salud no idóneos como los brujos, recurrir a la automedicación, a  recomendaciones empíricas o cuando puede, a la onerosa medicina privada.

Esto es lo que ha ocurrido en Venezuela.  La falta de eficacia de este nivel ha sido  la causa del fracaso de nuestro sistema sanitario y como consecuencia, la nefasta distorsión aberrante de todo el sistema, al convertir a los hospitales (a pesar de sus carencias y limitaciones naturales o inducidas)  en los únicos centros permanentes disponibles para la atención de la salud.

El hospital, es en síntesis, todo nuestro sistema de salud, se convirtió  en el punto de convergencia de todo tipo de consultas, incluso aquellas banales, innecesarias o  que no revisten ninguna urgencia, desde un simple resfriado hasta la  patología más compleja como una pleuroneumonía, una meningitis, un accidente cerebro vascular o un politraumatismo severo.

Las medias verdades de hospitales

Son muy frecuentes las denuncias y críticas de que los hospitales carecen  de personal, camas disponibles, falta de dotación e insumos, etc. Tales críticas son medias verdades.

Un hospital es por antonomasia un centro de salud planificado. Sus dimensiones, dotación, número de camas, personal, insumos, etc., está regido por un presupuesto  predeterminado y limitado para su funcionamiento, incluso con una partida para contingencias imprevistas, tales como situaciones de catástrofe.

Es imposible planificar las necesidades de los hospitales si antes no se tiene conocimiento de la cuantía de personas que debe atender en situaciones normales y mucho menos si se trata de una circunstancia catastrófica. Este es el epicentro de la distorsión.

En términos generales, los hospitales, sean de índole general o especializados, o que tengan funciones de docencia, deben ser únicamente centros de referencia debidamente acreditados. Es en el hospital donde exhaustivamente y con precisión se puede diagnosticar y tratar las enfermedades que por su naturaleza  requieren más tiempo, medios y procedimientos para su investigación diagnóstica y tratamiento hasta lograr la curación.

Solo los casos de riesgo vital por su misma naturaleza representan una verdadera emergencia o urgencia, y por consiguiente necesitan ser atendidos de inmediato para lo cual se dispondrá de áreas o centros especiales en sitios estratégicos, cercanos o  dentro del mismo hospital para su debida atención. No obstante, aún en tales casos deben ser canalizados por referencia de centros primarios, unidades de rescate, etc.

Salud pública, atención rápida de pacientes, oportuna y completa

Conviene aclarar algo más algunos de los puntos  antes mencionados. Se dejó establecido que la atención del paciente debe ser rápida, oportuna y completa. Para que esto se cumpla es necesario que existan determinadas condiciones indispensables.

En primer lugar lo que es primario y obvio antes que nada, es contar con un  lugar apropiado y el personal necesario para  atender a los pacientes.   Esto que es una verdad de Perogrullo que en Venezuela no se cumple o se realiza irregularmente por múltiples razones o mejor dicho, excusas.

Muchos dispensarios no tienen ni médico, ni enfermera ni nada y muchos de ellos  no están donde deben estar. Superado este primer parámetro, (locación, personal) también es necesario agregar que también debería disponer  de algunos  medios de diagnóstico mínimos, tal como un laboratorio para exámenes de urgencia e incluso con un modesto equipo de imágenes,  un simple fluoroscopio como lo hubo en el pasado. Desgraciadamente muchos dispensarios no cuentan ni  siquiera con electricidad indispensable  para el funcionamiento de tales equipos.

Si se satisfacen las premisas anteriores, el paciente debe salir del dispensario con un diagnóstico (presuntivo o no) en base a lo cual se le aplicará el respectivo tratamiento para el caso o ser dirigido a una entidad superior para su seguimiento.

Incidencias totalmente gratuitas

Está demás decir que todas estas incidencias deben ser enteramente gratuitas. Parece oportuno destacar en este momento aunque sea en una forma breve y resumida lo que se debe realizar en este primer nivel de atención en cuanto a tratamiento se refiere.

Además del tratamiento de todas aquellas patologías simples y comunes se deberían tratar también las heridas leves, quemaduras leves, traumatismos simples, inmunizaciones básicas de niños y adultos o  una rehidratación de urgencia. Incluso se podría añadir, la realización de un parto normal si las circunstancias lo permiten.

Las escuelas de medicina gradúan a médicos cirujanos generales capacitados para realizar todas las tareas antes mencionadas. El hecho de que no lo hagan se justifica (no siempre) por las carencias antes referidas, es decir, la crónica falta de insumos, personal calificado, etc.

Todo lo demás que no se pueda atender en este nivel primario será derivado ordenadamente al segundo o tercer nivel.

ACN/acmg

No deje de leer: Madres de pacientes de Pediatría de la CHET deben llevar hasta tubos de ensayo(Opens in a new browser tab)

Lo más leído

Salir de la versión móvil