Localizan en Costa Rica el cadáver de una turista venezolana

Funcionarios de la Policía de Costa Rica, intentan precisar a través del ADN lo que sus sospechan indican. Localizaron el cadáver de la turista venezolana Carla Stefaniak residenciada en Miami, quien fue reportada desaparecida desde el 27 de noviembre.

El cuerpo lo hallaron cerca de donde se alojaba la mujer, informaron al Miami Herald funcionarios del Departamento de Investigación Judicial de ese país.

La víctima de 36 años, desapareció durante sus vacaciones en San José, un día antes de su cumpleaños, dijo su familia. Al día siguiente, la policía local inició una investigación.

Según Walter Espinoza, portavoz del gobierno de Costa Rica, el cadáver de una mujer fue encontrado envuelto en plástico. Estaba enterrado fuera del apartamento que ella estaba alquilando. El descubrimiento se produjo mientras las autoridades tomaban muestras de ADN.

Turista extraviada

“Aún no podemos confirmar que sea el cuerpo de Carla Stefaniak”, dijo Espinoza. “Una vez que obtengamos los resultados de la autopsia, podemos proporcionar más detalles”. Sin embargo, todo indica que se trata de la turista venezolana.

Desde su desaparición, miles de personas se reunieron en línea para ayudarla a encontrarla. Se hicieron varios grupos de Facebook y comenzó a circular el hashtag #FindingCarla.

Familiares y los amigos de Stefaniak, que viven en Tampa, no han tenido noticias de ella desde que les envió un mensaje de texto. La cuñada de Stefaniak, April Burton, estaba en Costa Rica celebrando su cumpleaños, pero regresó a Florida el día anterior.

“Stefaniak dejó a Burton en el aeropuerto de San José el 27 de noviembre y devolvió el auto de alquiler. Stefaniak luego tomó un Uber para ir al apartamento que alquilaba,  a unos 30 minutos del aeropuerto”, dijo Katie Gardner, la portavoz de la familia. “El mismo conductor de Uber llevó a Stefaniak a hacer turismo y compras”, añadió.

Según Gardner, Stefaniak envió mensajes de texto a su familia con actualizaciones y fotos esa tarde. Por la noche, de vuelta al apartamento Airbnb, las hermanas continuaron enviándose mensajes de texto.

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