Opinión

Cronicas de unas elecciones cuestionadas

Published

on

Compartir

Por:  Cora Paez de Topel

Analizando someramente los resultados de las elecciones regionales del pasado 21/11, nos atrevemos a opinar que no hubo sorpresas en lo que reflejaban las encuestas, ni en lo que a simple vista se veía venir,  en cuanto a que no era posible cambiarle el color rojo a las gobernaciones y alcaldías controladas políticamente por el régimen enquistado en el poder bajo el lema del Socialismo Revolucionario del s. XXI.  Y digo someramente porque a más  de una semana de realizadas las elecciones, algunos resultados siguen cuestionados, como es el caso de la gobernación del estado Barinas, en la que el opositor Fredy Superlano asegura su triunfo sobre Adán Chávez, hermano del difunto presidente HCF, quien ensartó a Venezuela en este despeñadero del cual no logramos bajarnos para seguir la senda democrática que nos conduzca por el camino del progreso, la paz, la libertad y la justicia social.

Sin descartar las triquiñuelas del CNE controlado mayormente por el oficialismo, el hecho de que el mapa político del país continue teñido de rojo, se debe en gran parte a la terquedad de los dirigentes y partidos de la oposición,  que no tuvieron la voluntad de unirse para alcanzar el triunfo electoral que les permitiera ponerle riendas al gobierno central desde el interior de la República.  Otro factor predominante fue el elevado número de la abstención de mas del 60% de quienes, pese a todas las recomendaciones, se negaron a salir a votar.  Si el argumento fue no apoyar a un régimen dictatorial en la convocatoria a elecciones, ni a un CNE tramposo, acaso  piensan ellos que ese hecho cambiará en las parlamentarias y presidenciales del 2024.

En todo caso, sigue la opción del Referendo Revocatorio planteado para fecha próxima,  con el fin de darle un sacudón a unos gobernantes que continúan aferrados a los puestos claves de la dirección de la República de Venezuela que, por el camino que va, se ha convertido en pobre bananera, como la vecina Cuba comunista, desplazando a la rica Venezuela  petrolera de la pasada era democrática.

Quienes desde la oposición ejercen la política, deben dejar a un lado los intereses personales para enfocarse en la perentoria tarea de rescatar al país de tantos oprobios:  millones de venezolanos emigrantes en busca de mejor calidad de vida, pérdida del valor adquisitivo de los bolívares, carencia de efectivo, la dolarización económica, el alto costo de los alimentos, las medicinas y los bienes esenciales, las fallas del agua potable, la electricidad, el gas, la gasolina.

En el estado Carabobo se vaticinaba el triunfo del gobernador Rafael Lacava por las razones expuestas de la abstención y división de la oposición, aparte del ventajismo oficial de utilizar los recursos del Estado en publicitar su nombre, maquillando los lugares públicos con colores llamativos y luces, retoque de paredes y muros en urbanizaciones de calles rotas y alcantarillas fracturadas, mantenimiento de las áreas verdes de las avenidas principales y autopista central con cuadrillas de jardineros trajeados con las camisetas en las que se lee  “Lacava 10”.   Una acción propagandística que lo favoreció en las encuestas y le facilito el triunfo.

La Alcaldía de Valencia la gano el joven Julio Fuenmayor, anterior Director de Operaciones del ente municipal.  La acción del joven Fuenmayor es prometedora, conociendo la buena labor que desempeño en el cargo anterior, la cual pude apreciar en fechas pasadas, cuando me toco hacerle una visita al entonces Alcalde Marves para plantearle algunos asuntos de los vecinos de Agua Blanca y Los Colorados, atendiéndonos con prontitud y esmero Julio Fuenmayor, en tanto el entonces Alcalde  ni porto  por la oficina.  Los municipios de San Diego y Montalbán quedaron en poder de la oposición.  Confiamos en que los alcaldes rojos trabajen a favor de sus municipios y en que el gobernador Lacava se esmere en mejorar al estado Carabobo, en especial a Valencia.

 

Lo más leído

Salir de la versión móvil