Tokio 2020

Historia de los JJOO: Política, Ali, Tokio I, “Septiembre Negro” y Spitz (4)

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En Melbourne se vieron ensombrecidos por el uso del deporte como medio de reivindicación política.
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La política llega a los Juegos, por lo menos se acentúa más desde Melbourne; pero igual nos muestra a lo que años más tarde se convertirían en leyenda como Cassius Clay en Roma 1960, que luego se convertiría en Muhammad Ali; también llega la televisión y por primera vez desde la II Guerra Mundial, las dos alemanias desfilan como un solo equipo.

El país que este 23 de julio encenderá el pebetero olímpico, Tokio (1964) se convirtió la primera nación asiática en ser sede; pero la política llega a los Juegos y parece que para quedarse, porque Sudáfrica es seperada por la segragación racial; mientras que la República Popular China boicotea la justa en protesta de que el anifitrión aceptó a Taiwán.

México (1968) es el primer país latinoamericano en celebrar unos JJOO, pero se empaña por los sucesos 10 días antes del arranque; donde mueren cientos de personas en las protestas estudiantiles en la Plaza de las Tres Culturas.

Ah… y La política llega a los Juegos, para cerrar este capítulo en Múnich 72, tras el asesinato de 17 personas, entre ellas ocho israelíes, de manos del grupo terrorista denominado “Septiembre Negro” integradado por ocho palestinos, pero también apareció otra leyenda: el nadador estadounidense Mark Spitz.

Pero la política llega a los Juegos, también en el tabloncillo con la caída en la “chicharra” con una cesta soviética que acabó con la hegemonía del baloncesto estadonidense.

Serguei Belov, el soviético que acabó con la hegemonía del baloncesto estadounidense en Múnich 1972.

La política llega a los Juegos: Melbourne 1956

Los Juegos de Melbourne se vieron ensombrecidos por el uso del deporte como medio de reivindicación política; lo que, en plena Guerra Fría se tradujo en el boicoteo de varios países.

España, Holanda y Suiza no enviaron a sus deportistas por la invasión militar soviética de Hungría; por su parte Egipto e Iraq faltaron por la guerra que el primero mantenía con Israel y por el conflicto del Canal de Suez; mientras que la República China sí estuvo al comienzo pero al izarse la bandera de la China nacionalista sus dirigentes decidieron abandonar la Villa Olímpica.

Entre los 17 deportes en los que compitieron 3.314 atletas de 96 países hubo que excluir a la hípica, en prevención, según las autoridades, de una peste equina; las pruebas se disputaron seis meses antes en Estocolmo.

Una húngura, la más laureada

Agnes Keleti.

La lucha por las medallas fue esta vez favorable a los soviéticos, que ganaron 37 oros por 32 de los estadounidenses; pero en atletismo, en especial en las pruebas de velocidad, la superioridad fue de los norteamericanos.

La más laureada en Melbourne fue la gimnasta húngara Agnes Keleti, que con 35 años obtuvo 4 medallas de oro y dos de plata; después de los Juegos no volvió a su país, sino que se quedó en Australia y luego se marchó a Israel.

En natación, el país organizador, Australia, fue el triunfador al superar a los Estados Unidos; en fútbol ganaron los soviéticos por 1-0 a Yugoslavia en la final, con el mítico Lev YashineLa Araña Negra” en la portería.

Mientras que en el baloncesto no hubo sorpresas y ganaron los Estados Unidos; con un equipo en el que destacó la participación de K.C Jones y William Rusell.

Roma 1960: con Cassius Clay llega la TV

Los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 tuvieron la virtud de consagrar a grandes figuras como los púgiles Cassius Clay y Nino Benvenutti; el maratoniano Abebe Bikilia o la velocista Wilma Rudolph, “la gacela negra”.

Con la televisión en directo para Europa durante todos los Juegos; a la cita de Roma acudieron 83 naciones con 5.338 deportistas.

Cassius Clay (C).

El COI logró que las dos Alemanias compitieran como un solo equipo; desfilaran al son de los acordes de la novena sinfonía de Beethoven.

Con 17 deportes en liza, la Unión Soviética (43 oros) volvió a imponerse sobre Estados Unidos (34).

El etíope Abebe Bikila, un absoluto desconocido, ganó el maratón de Roma corriendo descalzo; una imagen inolvidable para la historia del olimpismo y se convirtió en el primer atleta africano en ganar una medalla de oro.

La soviética Larissa Latynina fue la reina de la gimnasia al obtener tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce; aunque la única mujer que hizo sombra en atletismo a las soviéticas y que evitó que la balanza se inclinara demasiado en contra de Estados Unidos fue Wilma Rudolph, que ganó tres oros.

Nino Benvenutti ganó ante sus compatriotas el peso welter y después de Roma; ya como profesional, sería campeón del mundo en el peso medio.

Cassius Clay, después conocido como Mohamed Ali cuando se convirtió al islamismo, comenzó en Roma su camino triunfal por el mundo del boxeo. Ganó la medalla de oro en el semipesado.

Tokio 1964, los primeros en Asia

Como si fuera ayer, los Juegos Olímpicos de Tokio’64, los primeros en Asia, quisieron ser los primeros de la modernidad; la construcción de una nueva piscina, un magnífico estadio y la Villa Olímpica; todo ello cimentado en el poderoso resurgir industrial de Japón, fue la cara visible de una organización impecable.

5.152 atletas lucharon por las medallas en representación de 93 países y en 19 deportes.

Esta vez la victoria general fue para Estados Unidos gracias a sus triunfos en las pruebas de atletismo y natación; en total lograron 90 medallas (36 de ellas de oro), por 86 de la URSS (con 30 de oro).

Sudáfrica se quedó fuera de los Juegos por su política de segregación racial; mientras que la República Popular China no envió a sus deportistas en protesta por la presencia en Tokio de los representantes de Taiwán.

Bikila repite y no hay himno de Etiopía

Abebe Bikila repitió en la maratón.

El judo se incorporó al programa; pero los aficionados japoneses recibieron un duro revés con la victoria en la  categoría abierta del holandés Antonius Geesink sobre Akio Kaminaga; la gimnasta soviética Latynina elevó su botín de medallas olímpicas a 18.

El etíope Abebe Bikila se convirtió en el primer atleta que lograba dos triunfos consecutivos en el maratón olímpico; pese a que tan solo 40 días antes había sufrido una operación de apendicitis.

Su tiempo, de 2 horas, 12 minutos y 11 segundos, le valió para establecer el nuevo récord mundial de la especialidad; el himno nacional de Etiopía no sonó en honor del triunfo de Bikila porque los organizadores no esperaban su victoria.

México 1968: empañados por sangrientos incidentes

Los Juegos de México pasaron a la historia por el legendario récord mundial en salto de longitud del estadounidense Bob Beamon, que logró volar 8,90 metros; la marca tardó 23 años en ser batida.

Plaza de las Tres Culturas, 2 de octubre de 1968.

Los Juegos empezaron empañados por los sangrientos incidentes ocurridos diez días antes de la inauguración en la Plaza de las Tres Culturas; en la que hubo cientos de muertos y heridos por unas revueltas estudiantiles que habían comenzado meses atrás (02-10-1968).

Participaron en los Juegos 5.516 deportistas de 112 países, que compitieron en 20 deportes; por primera vez, los atletas fueron sometidos a controles antidopaje.

La altitud de la capital mexicana (2.240 metros) impidió grandes marcas en las pruebas de fondo; pero las de velocidad se vieron beneficiadas y hubo una lluvia de récords mundiales de atletismo (13) y de natación (4).

El estadounidense Richard Fosbury superó los 2,24 metros en salto de altura con su nuevo estilo; al batir de espaldas el listón.

Llegó el “Black Power”

Tommy Smith (c) y John Carlos (D).

La política llega a los Juegos, mejor escrito, se acentuó, con los norteamericanos que se convirtieron en legendarios fueron Tommie Smith, vencedor de los 200 metros con 19.83, y John Carlos, bronce, que reivindicaron el Black Power sobre el podio al levantar el puño enfundado en un guante negro.

La gimnasta checoslovaca Vera Caslavska ganó cuatro oros y dos platas; en una simbólica victoria sobre las gimnastas soviéticas, cuyo país había invadido Checoslovaquia dos meses antes.

En el medallero por países, los deportistas de Estados Unidos fueron los grandes triunfadores con 107 medallas, de ellas 45 de oro; mientras que la Unión Soviética obtuvo 91 medallas, 29 de oro.

Múnich 1972: “Septiembre Negro”

Los Juegos de Múnich fueron directamente golpeados por el terrorismo cuando el 5 de septiembre de 1972 ocho palestinos entraron en la Villa Olímpica y causaron la muerte de 17 personas, entre ellas nueve atletas israelíes.

Un grupo de terroristas del movimiento “Septiembre Negro” palestino irrumpió ese día de madrugada en la Villa, saltando la valla con ayuda de algunos atletas que pensaban que volvían de una escapada nocturna; tras alcanzar las dependencias de Israel, mataron a dos miembros de este equipo y tomaron a otros nueve atletas como rehenes.

Los terroristas exigieron la liberación de más de 200 prisioneros palestinos, un avión para trasladarse a El Cairo y dos helicópteros para ir al aeropuerto; condiciones, que tras horas de negociaciones, fueron, en apariencia, admitidas.

No todo quedó ahí…

Sin embargo, con el grupo armado palestino en un aeródromo militar cercano a Múnich; francotiradores de la policía germana dispararon y mataron a tres terroristas.

Como respuesta, los palestinos asesinaron a los nueve rehenes israelíes y se desencadenó una batalla que finalizó con la muerte de otros dos terroristas y un policía.

La competición se paralizó durante 34 horas y los sangrientos sucesos eclipsaron, lógicamente, el desarrollo de los Juegos, en los que participaron 7.134 atletas de 121 países, que compitieron en 22 deportes.

El movimiento”Septiembre Negro” empaña los juegos.

Aparece un tal Mark Spitz

El bloque africano se opuso a la presencia de los deportistas de Rodesia, por la política segregacionista del régimen de Pretoria;  su ausencia se sumó a las de Sudáfrica y la República Popular China.

En el cómputo final, la Unión Soviética logró 99 medallas, 50 de ellas de oro; Estados Unidos, 93, 33 de oro, y la República Democrática Alemana 66, con 20 de oro.

Mark Spitz.

La natación superó al atletismo en número de plusmarcas y la gran figura de los Juegos fue el nadador estadounidense Mark Spitz, que logró 7 medallas de oro.

Estados Unidos sufrió un revés en atletismo, la Unión Soviética consolidó su hegemonía; la República Democrática Alemana se convirtió en la gran potencia femenina, África confirmó su progreso y Finlandia revivió viejas glorias.

En baloncesto, Estados Unidos llegaba a la final sin haber perdido ninguno de los 62 partidos que había disputado en su historia olímpica; sin embargo, esta racha se truncó ante los soviéticos con una canasta de Serguei Belov en el último segundo, que no admitieron los norteamericanos, quienes renunciaron a su medalla de plata… ah, y sí. la política llega a los Juegos para quedarse.

ACN/MAS/EFE

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