Opinión
Julio Castillo Sagarzazu: Arreglo de cuentas
Este astracán de la lucha contra la corrupción en PDVSA a lo que más se parece es a cualquiera de esas series que se han hecho últimamente sobre la vida de Pablo Escobar o el Chapo Guzmán que, en cierta manera, son remake de aquella famosa llamada «los Intocables» que contaba la acción de una fuerza especial creada para combatir la mafia norteamericana con Elliot Ness a la cabeza.
En efecto, si hay algo en común en todo esto es la demostración de como todas las prohibiciones y controles generan la aparición de roscas y mafias que se enfrentan por su pedazo de la torta. Estas peleas no se dan nunca entre arrepentidos que combate para que la paz y la legalidad regresen, sino entre rivales que no aceptan intromisiones en sus áreas de influencia.
La famosa matanza de San Valentín fue perpetrada por matones de Al Capone contra la famosa pandilla rival North Side Band por el control de las vacunas y la venta clandestina de alcohol. (Toda prohibición genera una mafia, como ya dijimos).
Hoy, Venezuela se ha convertido en tierra de nadie y de pandilleros. «De aquí pa’ lante el monte es el orégano y el comisario es el zamuro». Desde el bachaquero que comercia los productos del CLAP, hasta los boliburgueses que se hicieron del control del dolar para crear el mas rentable negocio de toda la historia d la humanidad: Recibir dolares a 10 bolívares y revenderlos a 100 mil. Todos han devenido en parte del paisaje nacional.
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Ya esto era suficiente para amasar las mas fabulosos de las fortunas, pero es bien sabido que la avaricia rompe el saco. Nuestras mafias entonces voltearon a la empresa mas importante del país y que llego a ser la cuarta mas importante de todo el planeta: PDVSA. El saqueo comenzó con la cínica consigna «AHORA PDVSA ES DEL PUEBLO». Parecía que las mafias tenia su territorio repartido, pero como siempre, cuando comienzan a invadirse las zonas o cuando comienzan los «tumbes» en negocios, estallan las hostilidades. Hay demasiado en juego. Estos «socialistas» tan apegados a los lujos como todo mafioso recién vestido, no están dispuestos a dejarse pisar la manguera y ahora, en las vacas flacas, la pelea a cuchillo por el raspado de la olla, se va a tornar inclemente y en todos los terrenos.
Vamos a coger palco para ver este desgüace interno del chavismo. Preparémonos para los trapitos al sol que van a salir. Conoceremos de sus cuentas, de sus yates, de sus aviones, de sus francachelas. Serán muy parecidas a las que vemos en las series de Escobar y el Chapo. El mal gusto y la ostentación obscena es denominador común de todos los mafiosos.
Mientras tanto hagamos un esfuerzo por hacerlas conocer de nuestros compatriotas sin agua, sin luz, sin medicinas. Que la madres que tienen que pagar un millón de bolívares por un kilo de leche para sus hijos, sepan que nuestros «socialistas» gastan el doble de eso cada segundo en sus gusticos.
El show de la «persecusion» contra los corruptos va a pasar cuando arreglen sus cuentas internas. El hambre se quedara con nosotros.