Sucesos
Surtir gasolina en Valencia lo convirtieron en un chanchullo
Surtir gasolina en una estación de Valencia constituye una titánica tarea y peor aún si por el azar le corresponde acudir a una estación VIP.
Bajo una pertinaz llovizna y tras realizar cinco horas de cola, los clientes de la estación de servicio La Ceiba, de la avenida Bolívar Norte terminaron indignados. La estación dispone de una isla preferencial para los clientes recomendados.
Ninguno hace cola. Bajan por la calle La Ceiba y en retroceso ingresan a la gasolinera. Los usuarios terminan por acusar a los empleados aunque la cola la controlan funcionarios policiales.
Un supuesto empleado del negocio, vestido con una franela de color verde, se encarga de atajar a las personas que osen protestar. Los insta a quedarse callados o los amenaza con sacarlos de la cola. “Este país es así y al que no le guste que se vaya a protestar a Miraflores”, increpó a un hombre quien llegó junto a su esposa empujando un viejo automóvil Chevrolet, Aveo.
“Primeo sin luz y ahora sin gasolina. De paso hay personas que no hacen cola porque son enchufados o porque pagan con dólares. Lo peor es que nadie puede quejarse”, comentó la señora Mayela Guillen, mientras almorzaba con una arepa rellena con mortadela que su marido le llevó.
Al médico Juan Cortez también le correspondió experimentar similar odisea en la avenida Bolívar de Valencia. “Vivimos bajo condiciones de penuria. Además carecemos de divisas para pagar el combustible. Tampoco somos enchufados para no hacer cola”, reprochó.
Los conflictos y peleas se limitan a las palabras. Los choferes se marchan enojados, pero las autoridades evitan practicar detenciones. Procuran disipar cualquier reyerta y permiten que los clientes suelen palabras de grueso calibre.
Gasolina dolarizada
En otras gasolineras de Valencia la crisis y la viveza criolla generan colapsos vehiculares. También en la estación de servicio PDV situada en la redoma de Guaparo los conductores se quejan de la miserable situación. Lamentan que el país con mayores reservas probadas de petróleo en el mundo la escasez de combustible mantiene a la mayoría de las gasolineras cerradas.
Sin embargo, en la estación PDV Monteserino de San Diego la cola avanza sin mayores dilaciones. Allí nadie muestra su chapa para burlar el turno de conductor. En ocasiones llegan pícaros con bidones, pero los “bomberos”, evitan obrar con lasitud. Algunos choferes lucen gorras e insignias militares, policiales o de cualquier organismo para obtener indulgencias.
Asimismo en la estación de gasolina de la avenida Don Julio Centeno la espera para surtir combustible es sombría. La calamidad se repite en otras estaciones donde los clientes deciden hacer colas por si acaso llega algún camión cisterna cargado de combustible.
Lee también: Espeluznantes caminos de los migrantes venezolanos en Colombia (Video)