Opinión

El Retorno de Lacava

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César Burguera

@CESARBURGUERA

El aguardado regreso. Semanas atrás y a través de los diferentes medios de comunicación, a través de sus dinámicas redes sociales, el primer mandatario regional, Rafael Lacava anunciaba responsablemente al estado Carabobo y al país que había contraído el COVID 19, ese mismo virus que continúa asolando, de manera casi irreverente, a la humanidad y que se ha adueñado prácticamente de todo el tránsito de este atípico 2020. La exigencia médica para Lacava era expresa, era el estricto sometimiento a los protocolos y tratamientos indicados, un absoluto reposo que favoreciera su convalecencia y asegurara su óptimo restablecimiento. Este complejo proceso traía, como válida consecuencia, el circunstancial distanciamiento de sus medulares funciones, no solo como mandatario regional electo hasta octubre del 2021, sino igualmente de sus obligaciones con ese pueblo que lo observa y considera como su única referencia política, ese insustituible liderazgo forjado a través de gestión y compromiso, vínculo y afecto con este nuevo Carabobo. Pero la coyuntural y obligada ausencia de Rafael Lacava trajo consigo nuevamente el surgimiento de la desgastada fabula, surgida de una destartalada y deprimida oposición, pero también arengada por parte de los frustrados, de aquellos que pudieron y no hicieron. Se retomaba las prédicas de  “Lacava no regresa”, “Rafael renunció” o la terca y agotada conseja de que “Huyó con su familia hacia el exterior”. Lo preocupante es que esta raída leyenda, este mal echado cuento haya exhibido la audacia de algunos y la inexplicable vacilación de otros que definitivamente no llegarán a entender la irreversible consigna de que “Carabobo no se rinde”.

La oportuna aparición. El restablecimiento de Rafael Lacava, su aguardado retorno prácticamente coincidió con el inicio de la campaña electoral para los comicios parlamentarios a realizarse el venidero 6D. Días previos el mismísimo presidente de la República, Nicolás Maduro había enviado un cristalino e incuestionable mensaje al primer mandatario regional electo hasta octubre del 2021, aseverando de manera categórica: “Nadie podrá dañar nuestra hermandad y nuestra amistad Lacava, NADIE!!, Eres un gran GOBERNADOR”. Se iniciaba la campaña electoral parlamentaria y en medio de una impresionante e inédita concentración, Lacava llegaba a expresar a manera de honesta advertencia: “Ya Drácula salió al ruedo así que aprieten ese radio. Aquí nadie se rinde”. De esa inequívoca manera el enérgico  jefe del comando de campaña daba la severa, la disciplinada orden a todos y cada uno de los calificados candidatos para la AN, al plantel de la revolución, quienes con los alcaldes deberán convertirse en dinámico instrumento para alcanzar el objetivo ineludible de rescatar, de manera definitiva y para el pueblo, la máxima instancia legislativa nacional.

El renovado poder judicial. En días pasados se produjo, a través del TSJ, la designación del magistrado Alejandro Chirimelli como nuevo presidente del circuito judicial de Carabobo. Este nombramiento viene a establecerse como una clara señal para retomar, tras un breve bache, el correcto camino que caracterizó en los últimos 4 años a la administración de justicia en nuestra entidad federal, sin vicios o desviaciones. Es fundamental el aporte y colaboración de un sólido poder judicial para que con las demás instancias o entes gubernamentales que ejercen medulares funciones en Carabobo puedan salvaguardar los derechos ciudadanos y no convertirse, por foráneos caprichos, en terco obstáculo para el desarrollo sostenido de nuestra región, de ese nuevo Carabobo que no se rinde.

Los muchachos de mandado. Somos fieles creyentes de la insoslayable libertad de expresión, del libre ejercicio de hacer cuestionamientos, con pruebas irrefutables, como lo hemos realizado por más de 5 años a través de SinSecretosCB. Lo que resulta insólito e inaceptable es que surjan espontáneamente altos funcionarios pertenecientes a entes contralores en Carabobo, autoproclamándose como fervientes defensores del proceso para realizar, bajo precisas y crepusculares instrucciones, directos ataques a la gestión gubernamental que se lleva adelante en nuestro estado. De manera libertina se permiten la licencia de atacar a alcaldes, llegando a cuestionar su responsabilidad y probidad. Se llega sin ningún tipo de recato a cuestionar a funcionarios, dirigentes, candidatos y hasta respetados miembros de nuestro poder judicial, a los cuales se les tilda de vulgares vándalos y osan, de manera amanerada y a través del fácil insulto a vulnerar, a cuestionar su entorno familiar. Lo curioso es que estas acusaciones realizadas por estos altos y ambiguos  funcionarios de órganos contralores sean una indiscutible replica, hasta en la pobre redacción, con los señalamientos realizados por el Payaso Lucky desde su cómodo exilio en el exterior, pero el funcionario contralor, devenido en crítico columnista, los realiza libremente desde su elevado despacho contralor municipal. Por otra parte surge la otra incertidumbre y es que el columnista ha encontrado bondadosa acogida en 2 portales informativos cuyo director fue un importante funcionario en las lucrativas lides de obras públicas de la pasada gestión de gobierno en Carabobo. Todo parece quedar en familia. Y esa es la verdad.

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