Opinión

La degradación de la política

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La degradación de la política: Por Rafael Ramírez Carreño.- El país es sacudido permanentemente por escándalos políticos; unos más inverosímiles que otros, donde tanto las elites políticas del gobierno y la oposición practican la trampa;  los pactos y cualquier tipo de triquiñuelas para mantenerse en su disputa estéril;  mientras el país se hunde en la peor crisis de nuestra historia contemporánea.

Como he mencionado en mi artículo de hoy, la degradación de la política;  la política con “p” minúscula que caracteriza a este periodo de gobierno;  es característico de la actuación de una clase política que ha retrogradado a nuestro país a los peores años de la cuarta república;  en un sistema de dominación donde las nuevas elites económicas- políticas que se han apropiado del país;  recurren a la trampa, la mentira y la violencia para imponer su dominio sobre el país.

Contrastes en el ejercicio de la politica

Esta práctica deshonesta de la política contrasta enormemente con el ejercicio de la política del presidente Chávez y de sus ministros más cercanos, entre los cuales me cuento, al honrarme con su confianza durante más de 12 años como ministro de petróleo, el sector más estratégico y clave para la economía del país. La práctica política del presidente Chávez y de nosotros junto a él, estuvo caracterizado por principios éticos de todo revolucionarios: no mentir jamás, asumir responsabilidades, trabajar incansablemente por el pueblo y en defensa de los más sagrados intereses de la patria. Nunca violamos la ley, ni la constitución, ni los derechos de nuestro pueblo.

Este gobierno, entre la violencia, la trampa y la utilización de la justicia para la persecución política y para imponer el miedo, utiliza todo su poder para salir en defensa de empresarios corruptos y reprimir al pueblo en los barrios mientras impone el peor paquetazo económico de nuestra historia, privatizando el país, entregando el petróleo, PDVSA, el Oro y nuestra economía, generando miseria, exclusión e injusticia social, con un país de bodegones para una élite privilegiada, mientras el resto del pueblo, ese que solo gana 2 dólares al mes de salario mínimo, debe hacer maromas para sobrevivir.

A nosotros no nos interesan ni sus trampas, ni sus arrebatos, ni sus elecciones. Tenemos que estar al lado del pueblo, de los trabajadores y de todos los que no renunciamos al derecho irreductible de ser dueños de nuestro propio destino como país libre y soberano, donde todo el pueblo pueda alcanzar el vivir bien y disfrutar de todos los derechos consagrados en nuestra Constitución Bolivariana, en el camino de Chávez. Con Chávez Siempre, ¡Venceremos!

ACN/Rafael Ramírez Carreño

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