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El café recién colado huele al amor de madre

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El amor de madre no sabe de crisis económica.
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El amor de la madre huele a café recién colado y a arepita caliente. Este profundo sentimiento es, a veces, devuelto  con un pedazo de torta que le regala el hijo, después de que éste le pidiera a un amigo cumpleañero, casi en modo de súplica, un trozo para la mujer que lo trajo al mundo.

En Venezuela, una de las forma más representativas del amor de la madre hacia su hijo es el alimento, tan escaso en el país actualmente; pero es precisamente la comida criolla la más auténtica demostración de afecto de las mamás.

En la época de bonanza, no dudaban en recibir a sus hijos con un buen plato de pabellón si era el almuerzo. Y en la cena una arepita con carne mechada para saciar el hambre de sus niños convertidos ya en hombres y mujeres.

A pesar de la crisis económica, la comida sigue siendo la primera demostración de cariño de ellas hacia sus retoños. Sacrifican su necesidad de comer para entregarle lo poco que tienen a sus hijos; y muchas veces ellos ignoran este gesto que solo ellas hacen.

Algunas son expresivas, pero otras sufren en silencio al no poder preparar el plato preferido de sus hijos; o al verse obligadas a serviles modestamente porque… simplemente, no alcanza.

El amor de madre no entiende de crisis económica

Es un amor indescriptible, a prueba de balas y de crisis económica también. Dispuesto a darlo todo por el bienestar de sus pequeños y no tan pequeños.

Se han reinventado. No se dan por vencido. Van a los mercados, descartan la carne y el pollo porque es incomprable; y entoces optan por elegir algo más económico, yuca y topocho. Pero a sus hijos les encanta el cambur y decide detenerse en un puesto, ya no va a comprar el producto que tenía en mente para ella y de decide por los cambures.

Así es la madre, la madre venezolana, que hoy celebran su día rodeada de sus más queridos y amados seres humanos. Sus hijos o al menos para quienes aún cuentan con la suerte de tenerlos cerca, porque muchos las felicitarán con un nudo en la garganta desde la pantalla de un teléfono. Pero el amor no se desvanece en la distancia, todo lo contrario cobra una fuerza insuperable.

¡Feliz Día de las Madres!

ACN/Ana Ramos

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