Los presos venezolanos en cárceles de Bogotá se sienten abandonados mientras que las autoridades perciben que las cifras se incrementan.

El aumento de la población carcelaria que roba comida presenta un alto grado de vulnerabilidad e incomunicación con sus familiares. Los detenidos también requieren atención médica.

La Procuraduría de Colombia realizó una investigación en las cárceles La Modelo, La Picota, Distrital y El Buen Pastor de la capital Colombiana. Allí entrevistó a 87 reclusos venezolanos, refiere una nota divulgada por el diario El Tiempo. El 42% de los presos es procesado por el delito de hurto.

El Ministerio Público colombiano identificó que faltan acciones diplomáticas por parte del Gobierno de Venezuela para garantizar la protección de sus ciudadanos. El fenómeno obedece al oleaje de migrantes que huyen del hambre y de su particular tragedia.

Más de un millón de migrantes venezolanos arribó a Colombia como consecuencia de la crisis humanitaria, señala el organismo.

Abandonados en Bogotá

Según la Procuraduría, los venezolanos presos  necesitan apoyo consular que propicie un mejor contacto con sus familiares. En algunos casos los parientes cercanos se encuentran en Venezuela y en otros están en Colombia de manera ilegal. Temen visitarlos por temor a ser deportados.

En los penales de Bogotá existen limitaciones para prestar servicios de salud. El estudio revela 67 hombres y 20 mujeres se sienten abandonados ya su suerte. Aseguran que necesitan atención médica.

 

En ese sentido la procuraduría colombiana solicitó al Ejecutivo adoptar un dispositivo especial para atender a los venezolanos presos. El plan establece realizar un seguimiento y entablar acciones diplomáticas. De esta forma se busca garantizar la protección de los derechos humanos. De igual forma prevenir el incremento de la población reclusa venezolana.