Opinión

Los vaivenes de la moda

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Los vaivenes de la moda: Por Cora Páez de Topel.-  El uso de la ropa está condicionado a la manera de vestirse los diversos grupos humanos, variando según las costumbres de cada época, las actividades que se desempeñan, el clima, la posición económica, la forma de vida de cada sociedad en particular.  Andar bien vestido es signo de buen comportamiento social, lo contrario de usar ropa en mal estado, manchada, sucia o rota, significando con ello una condición  de pobreza o de descuido personal que hace que las personas luzcan desaliñadas, como no sea cuando el trabajo que desempeñan justifique  el uso de ropa rústica, tal como los mecánicos, agricultores o los obreros de construcción cuando están en plena faena.

Observando el modo de vestirse la gente en la actualidad, llama la atención lo usual de los pantalones blue jeans, que desde muchos años atrás hasta ahora usan por igual hombres y mujeres en muchos países del mundo en el trajinar de la vida diaria, notando con frecuencia que de cada diez personas en los centros comerciales, en los mercados, en los bancos, o en diligencias cotidianas, al menos cinco llevan puesto un  blue jeans , lo que significa que es una prenda de uso común, cómoda y fácil de ponerse.  Asociamos su nombre a los pantalones vaquero o tejanos propios de las películas americanas de los cow boys que tan populares fueron años atrás, cuando el uso de éstos no se había extendido tanto, sino que era más bien una ropa ordinaria.

El caso es que la dinámica social ha llevado a esta prenda de vestir al primer puesto de la moda.  Diseñadores famosos como Levi, Tommy Hilfiger, Carolina Herrera, Coco Chanel, Corporación Petrof en San Juan de Los Morros y otras conocidas firmas estampan su nombre en las etiquetas de las chaquetas, pantalones y  bermudas confeccionados con ese textil tan especial.  Es fácil de entender por qué esta prenda de vestir se ha popularizado tanto cuando vemos que se adapta a un estilo de vida agitado y costoso, en el que las personas no tienen mucho tiempo ni maneras de lavar y planchar la ropa diariamente, dado que al blue jeans no se le nota tanto el sucio ni las arrugas del tejido, por lo que resulta una ropa práctica y de fácil adquisición.

Resalta por tanto el hecho que una sociedad regida por el consumo e influenciada por la moda haya aceptado el último dictado de los modistos de rasgar los blue jeans, rompiendo el tejido a veces hasta de forma exagerada y lo asombroso es que dicho modelo fue aceptado, particularmente por las mujeres,  para asistir a eventos sociales, salones o  restaurantes de cierta importancia.   No es que mientras más rotos estén cuestan más,  sino que se compran ya rasgados y así se usan,  porque  la moda así lo dictamina.  Es hasta cierto punto una locura, pero es así , eso es  avant garde.

Haciendo un símil de la modernidad en el vestir con el arte moderno, el Dadaísmo y el Pop Art, en cuanto a lo que plantean los artistas  Andy Warhol y Marcel Duchamp, entre otros relevantes  vanguardistas de lo irracional y lo no convencional en el arte, comprendemos cómo esos famosos diseñadores de alta costura entendieron la necesidad de darle un giro a la moda, para que las damas, al igual que los caballeros, niños y jóvenes puedan desempeñarse  más libremente en la rutina diaria, demostrando que sí es posible romper con los viejos esquemas, puesto que la dinámica social es mucho más activa de lo que fue en el pasado.

Valencia, 16 de Septiembre del 2018.

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