Opinión

La Rebelión contra los Cruzados y el triste “Charlie Ñoña”

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César Burguera

@CESARBURGUERA

Los avispados cruzados. Transcurría rutinariamente la matinal jornada en Valencia. Eran las 10 en punto de la mañana en todos los relojes. Un extraño bullicio surgía desde las instalaciones del partido Acción Democrática, en su sede en la emblemática avenida Lara. Un distraído transeúnte se detiene para observar la festiva entrada de un tropel de fieles y fervorosos militantes de AD y del partido El Cambio. Al frente de la sacrosanta procesión se ubicaban sus respectivos patriarcas, Rubén Limas y Javier Bertucci, quienes aferrados de las manos y con la sagrada biblia cómo insustituible guía, empezaban a entonar conjuntamente con la numerosa congregación el cadencioso cántico de “Juntos, como hermanos, miembros de una iglesia, vamos caminando al encuentro del señor”. Ante esta indiscutible manifestación de fe y hermandad, varios osados militantes de la tolda blanca, llegaron hasta ensayar improvisadas danzas para acompañar la contagiosa melodía. Finalizada las alabanzas los patriarcas pidieron solemne silencio para dar paso al aguardado presagio, que fue anunciado desde un blanco púlpito por Winston González, quien ha asumido el envidiable rol de ser el principal monaguillo. Winston con su blanca casaca o pálido roquete llegaba a señalar que el candidato de la “Alianza Democrática” para la gobernación de Carabobo sería Javier Bertucci y que la alcaldía valenciana estaba reservada para el diputado electo por Caracas, Rubén Limas. En su inclusivo y amplio discurso, el aventajado monaguillo González, igualmente llegaba a divulgar que entre las dos hermanadas estructuras políticas, AD y El Cambio habían decidido repartirse, como una suerte de bondadoso diezmo, las restantes alcaldías que conforman nuestra región. En la distribución, AD se apropiaba no solo de la alcaldía capitalina, sino en un acto de espiritual desprendimiento seleccionaron los ayuntamientos de, Puerto Cabello, Bejuma, Montalbán y Miranda, mientras que El Cambio, citando conmovedores versículos del Eclesiastés y Corintios, llegaban a ungirse de las alcaldías de San Diego, Los Guayos, Libertador, Naguanagua y Carlos Arvelo, por cierto esta dos últimas escogidas especialmente para ser prodigadas a un comprometido pastor que rinde culto en la ciudad de Maracay y al converso dirigente Danilo Montecalvo. Es decir que de las 14 alcaldías, 10 de ellas pertenecerán a la bendecida cofradía conformada entre AD y el Cambio. Todo era algarabía, gozo y emoción en la sede de la avenida Lara, convertido en blanco templo y al unísono los presentes repetían de manera insistente “Aleluya”, “Amén” y “Alabado sea el señor”.

La rebelión de los impíos. Lo que no esperaban los elevados clérigos y mucho menos la corte de devotos monaguillos, todos sumidos en la oración diaria, es que después del aislado anuncio sobre el destino final de las alcaldías, se produciría una verdadera rebelión por parte de la inocente e ingenua dirigencia de las restantes estructuras políticas que hacen vida en la “Alianza Democrática”. A la cabeza de la conjura se colocaba Melvis Humbria quien en una suerte de moderno y tropical redentor serviría de vocero de todos aquellos desposeídos, humillados y excluidos militantes de los partidos MAS, COPEI, AVANZADA PROGRESISTA, PRIMERO VENEZUELA, SOLUCIONES, CAMINA, BANDERA ROJA, NUVIPA, UPP89, MOVIMIENTO ECOLÓGICO quienes cómo devotos creyentes aspiraban válidamente a ser considerados como aspirantes a las diferentes alcaldías del estado por parte de la “Alianza Democrática”. Ante la sacrílega afrenta, Melvis Humbria, quiso realizar, con crucifijo en mano, una suerte de exorcismo como categórica respuesta a la pecaminosa actitud de AD y El Cambio, realizada tanto por sus clérigos como monaguillos y llegaba a utilizar a tono de religioso desafío o mística provocación precisamente las verdes instalaciones del partido socialcristiano COPEI. Acompañado por cada uno de los jefes de los partidos políticos excluidos de la impura repartición y en pleno desarrollo de la práctica religiosa  para expulsar o apartar las fuerzas malignas que parecen haberse apropiado de la “Alianza Democrática”, formuló un definitivo ultimátum o emplazamiento. Melvis, en estado de absoluta exaltación, elevando plegarias a la providencia llegaba a enviar el demoledor mensaje a los herejes ubicados en la avenida Lara “Humíllense delante de Dios, resistan al diablo y él huirá de ustedes”. Una verdadera ovación se produjo después de portentoso y conmovedor esfuerzo espiritual del jefe de la tolda naranja del MAS, quien asumiendo calma llego a expresar “Si no se someten al humilde ejercicio del arrepentimiento, a un verdadero acto de contrición, nos veremos en la ineludible tarea de propiciar la irreversible estampida, haremos nuestro forzoso éxodo”.

El perturbado Charlie Ñoña. La tranquila tarde en el campus de la Universidad de Carabobo, se vio inusitadamente interrumpida cuando se escucharon desgarradores gritos provenientes de un automóvil que había sido aparcado justo al frente del anfiteatro de nuestra máxima casa de estudios. Un grupo de preocupados estudiantes acudieron de manera rauda al comando policial para dar cuenta de la dramática situación. Al presentarse los funcionarios policiales pudieron constatar que dentro del referido vehículo se estaba produciendo una verdadera riña y donde una de las personas, que alegaba ser profesor universitario, continuaba propinándole una verdadera tunda a su acompañante dama, que exhibía en su rostro la contundencia de la paliza recibida. El supuesto profesor universitario fue custodiado a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, al ingresar al recinto “Charlie Noña” mantuvo su estado de colérica perturbación. Ante la irregular coyuntura, se hizo presente el decano de esa prestigiosa facultad, David Rutman para indagar de lo sucedido y fue debidamente informado de los lamentables eventos y hechos cometidos. Ante la categórica evidencia y fiel relato de los diferentes testigos, el Decano Rutman procedió de manera inmediata a destituir al púgil “Charlie Ñoña”, quien ejercía  el cargo de Director de Asuntos Profesorales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Una vez destituido encontró cobijo en una supuesta asociación de columnistas cuyo presidente se hace llamar “El Deborador de Ojalata” por los recurrentes gazapos en sus redes sociales, quien sumó a “Charlie Ñoña” a su personal asociación, de nada valieron las innumerables criticas y cuestionamientos por el inconsulto ingreso del nuevo integrante. “Esto se ha convertido en una indecente guarida de delincuentes” se quejaba amargamente un retirado y respetado General”. Y esa es la verdad.

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