Sucesos
La NASA muestra fotos de cómo arde el pulmón del mundo
La agencia espacial estadounidense divulgó fotos de cómo arde el Amazonas, considerado el pulmón del mundo.
Hace algunas horas la NASA publicó unas alarmantes imágenes satelitales del fuego que consume ya 500.000 hectareas en 16 días. La selva del Amazonas es afectada por la tala de árboles, ahora el fuego la amenaza.
Sólo en lo que va de año se han producido más de 40.000 incendios en la zona de la Amazonía brasileña, más de la mitad de los que ha habido en todo el país (72.000 hasta agosto). El Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil reconoce que los incendios han aumentado. En lo que va de año subieron más del 80% si lo comparamos con el mismo periodo de 2018.
La región amazónica brasileña sufre los peores incendios forestales de los últimos años, achacados en gran parte a la deforestación. El Ministerio del Medio Ambiente ha atribuido esa situación a una vasta sequía en las regiones norte y centro oeste del país.
Sin embargo, las organizaciones defensoras de la Amazonía tienen otra opinión. Copernicus, el programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, publicó un mapa que muestra el humo de los incendios que llegan hasta la costa atlántica de Brasil.
Más de dos tercios de la Amazonia se encuentran en Brasil. Los grupos ambientalistas culpan al gobierno del presidente Jair Bolsonaro, al imperio y al bloqueo.
Se quema el pulmón del mundo
Las fotos satelitales muestran la magnitud de los siniestros. La agencia espacial estadounidense dijo que, si bien la actividad había aumentado en los estados brasileños de Amazonas y Rondonia, había disminuido en los estados de Mato Grosso y Pará.
A la Amazonia la consideran el pulmón del mundo. Contiene un tercio de los bosques primarios del planeta. A través del río Amazonas y sus afluentes, proporciona el 20% del agua dulce no congelada de la Tierra.
El Amazonas es el río más grande del mundo y, según una investigación realizada en 2007, es también el más largo, con una extensión de 6.900 kilómetros. El bosque actúa como un sumidero de carbono, pues absorbe más CO2 del que emite y libera oxígeno.
Además de almacenar de 90.000 a 140.000 millones de toneladas de CO2, lo que ayuda a regular el calentamiento global, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Este último aspecto está cambiando, ya que debido a la deforestación, la capacidad de absorción de CO2 se está reduciendo.
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