Opinión

Invitado tóxico

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Invitado tóxico: Por Luis Velázquez Alvaray.-  El invitado tóxico que es Maduro, a la toma de posesión del nuevo Presidente Mexicano, lleva consigo una poderosa carga; los crímenes que arrastra tras desastrosa gestión, de lesa humanidad, de Hitleriana actividad y pasmosa sangre fría; es el carnicero inmisericorde de un país.  Ningún demócrata podrá mirarle a los ojos.

El invitado tóxico que es Maduro, ha generado la crisis económica más profunda de América latina. Una hiperinflación que ya es imposible visualizar en las calculadoras  conocidas hasta ahora; un éxodo de tres millones de personas que desesperados huyen de la hambruna y de la miseria,  generada por  este “colectivo”, puesto allí por Cuba, para terminar la tarea colonizadora, forjada por el sátrapa mayor, Hugo Chávez, antes de marcharse a las pailas oscuras. Ningún estadista decente podrá mirarle a los ojos.

El invitado tóxico que es Maduro, acabó con una industria petrolera prospera, que fue endeudada y desmantelada, tanto en su potencial humano, como su valiosa infraestructura, convirtiéndola en un pellejo, arruinando así a la mayoría de la población; Chávez y Maduro no les bastó acabar con PDVSA; avanzaron como rinocerontes en vidriera, quebrando totalmente la estructura productiva, ahuyentando las inversiones, creando desequilibrios sociales nunca vistos, e impulsando la ilegalidad en todos los estamentos del gobierno, hasta convertir aquello en una poderosa estructura del crimen organizado. Ni en México u otro sitio del planeta, nadie que crea en la libertad podrá mirarle a los ojos.

El invitado tóxico que es Maduro, está acusado ante la Corte Penal Internacional por numerosas ejecuciones extrajudiciales , arrestos arbitrarios de civiles y militares, tortura a estos detenidos, hasta el colmo de asesinar a dirigentes políticos, estudiantes. Cuerpos represivos tenebrosos como el Sebin. Estrangulamiento de los partidos democráticos. Prisión a líderes por oponerse al régimen (Leopoldo López, Requesens).  Cárcel, exilio y linchamiento moral (Ledezma) persecución a muerte (Borges). Amenazas y golpizas de paramilitares (María Corina),amenazas públicas (Andrés Velásquez y Américo De Grazia),por denunciar el saqueo del arco minero y llevarse el oro para Turquía; en fin, un largo camino de fechorías, de un hombre sin escrúpulos, caníbal peligroso, formado en la más peligrosa de las escuelas de la bestialidad: la cubana. Ningún estadista que crea en la soberanía popular, podrá mirarle a los ojos.

La decisión de México de invitarle es responsabilidad exclusiva de ese país, pero no es un buen augurio para la democracia mundial. El invitado Tóxico que es Maduro, llegará a Ciudad de México, con una mochila cargada de cadáveres, de destrucción total de un país, de chips terroristas que solo alumbran guerra en el horizonte.

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