En nueva Zelanda, el dolor nacional se convirtió en algarabía, cuando este jueves se conoció la sentencia de cadena perpetua que le fue dictada a dictada a Brenton Tarrant (29), el supremacista blanco autor de la masacre donde perdieron la vida 51 personas y decenas resultaron heridas, en ataques realizados a dos mezquitas de la localidad de Christchurch el año pasado.

Después de una emotiva audiencia de cuatro días en la que las víctimas sobrevivientes y los familiares de los asesinados se enfrentaron cara a cara al pistolero.

Tarrant mostró poca reacción cuando el juez Cameron Mander lo condenó a pasar los días que le quedan de vida tras las rejas; sin posibilidades de libertad condicional.

Las víctimas de Tarrant, lloraron y se abrazaron mientras se lo llevaban. Fuera del complejo judicial en el centro de la ciudad, se reunieron multitudes de personas; algunas con carteles con mensajes de apoyo a las víctimas y sus familias y a la comunidad musulmana de la ciudad.

Otros cantaron canciones tradicionales de los pueblos aborígenes maoríes y derramaron lágrimas de júbilo; aliviados de que el pistolero nunca sería liberado.

 

Cadena perpetua al autor de “la masacre de la mezquita” en Nueva Zelanda

“Por lo que puedo medir, estás vacío de toda empatía por tus víctimas”, le dijo el juez Mander al asesino Tarrant; describiéndolo como “una persona profundamente discapacitada motivada por un odio primitivo hacia las personas que percibe como diferentes”.

“Sigues completamente absorto en ti mismo. No has ofrecido disculpas ni algún reconocimiento por el daño que causaste”, le increpó el juez a Tarrant.

Hace 18 meses, a una distancia de casi 3 kilómetros del edificio de la corte; Brenton Tarrant comenzó sus ataques a la mezquita de Al Noor.

Armado con armas semiautomáticas y rifles de asalto, irrumpió durante las oraciones del viernes y comenzó a disparar indiscriminadamente a los fieles; matando a 44 personas allí antes de pasar a matar a otras siete en el Centro Islámico Linwood al otro lado de la ciudad.

Finalmente fue confrontado y ahuyentado por un hombre, Abdul Aziz Wahabzadah; quien luchó contra Tarrant arrojándole una máquina de tarjetas de crédito, salvando así muchas vidas.

Wahabzadah fue elogiado por el juez Mander por su valentía, y los residentes de la ciudad lo aclamaban como un héroe; quienes lo hicieron desfilar sobre sus hombros este jueves después de la sentencia de Tarrant.

[Fuentes]: ACN | TWP | EuroNews | Redes

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