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Descubre que te pasa cuando tienes un orgasmo

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Explicar qué se siente cuando tienes un orgasmo es muy difícil. Es una variedad de sensaciones que experimenta el cuerpo que no existe una forma de definirlo.

Pues, cada mujer es diferente y también lo son los orgasmos. Sin embargo, hay mujeres que llegan al orgasmo fácilmente incluso hasta varias veces; otras a las que les resulta más complicado y hay quienes necesitan muchos preliminares para poder sentir el clímax

Saber qué es lo que ocurre en tu cuerpo cuando tienes un orgasmo puede ayudarte a entender por qué resulta tan difícil describir el placer envolvente y embriagador del clímax.

¿Conoces que es un orgasmo?

El orgasmo es el momento de máxima excitación sexual que podemos experimentar, se caracteriza por un placer intenso que va seguido de una sensación de profunda relajación.

Para reconocer un orgasmo sientes el corazón que late con más fuerza y rapidez porque se produce un aumento de la frecuencia cardiaca, la respiración se intensifica de tal manera que comenzamos a sentir agitación; el útero se contrae de forma continua y con el paso de los segundos las contracciones se van haciendo más frecuentes, intensas y duraderas; Y la vulva se humedece y se engrosa mientras que el clítoris crece y se endurece.

Otra forma sencilla de identificar un orgasmo es si sientes que durante el acto sexual todo tu cuerpo; sobre todo de la cintura para abajo, se contrae y luego se suelta.

Si esto ocurre es porque efectivamente has atravesado por todas las etapas del orgasmo hasta alcanzar el clímax. Si no has experimentado esta última fase de relajación y reposo es porque lo más probable es que no hayas alcanzado el orgasmo.

¿Qué le sucede a tu cuerpo durante el orgasmo?

Los ojos: las pupilas se dilatan debido a que se activa intensamente el sistema nervioso simpático, encargado de controlar las reacciones y los reflejos más profundos.

El corazón: el ritmo cardiaco se acelera de tal manera que se irriga más sangre en todo el cuerpo.

Los senos: los senos se hinchan y los pezones se endurecen y se ponen erectos.

La piel: la temperatura de tu cuerpo aumenta, esto explica que muchas mujeres se sonrojen y a veces se enrojece no sólo el rostro sino otras zonas erógenas del cuerpo como el cuello y las orejas. Luego del orgasmo, la piel se ve más luminosa y radiante.

La vagina: la vagina segrega un lubricante natural para facilitar el coito, los labios vaginales se abren y el interior de la vagina se agranda, alarga y ensancha debido a que la sangre se concentra en el área pélvica. Cuando se produce el clímax, el útero, la vagina y el ano se contraen intensa y rítmicamente.

El clítoris: el clítoris se expande y se erecta, pero justo antes del clímax se contrae con lo que su tamaño se reduce en un 50%. Sin embargo, cuando una alcanza el orgasmo el clítoris aumenta notoriamente su tamaño. En la fase de resolución, luego del clímax, la sangre irrigada hacia la zona genital todavía se mantiene ahí unos minutos más, lo que produce que el clítoris se encuentre tan sensible al tacto.

El cerebro: cuando llegamos al clímax se liberan sustancias en el cerebro como la oxitocina y la dopamina. La primera tiene como función reducir el estrés y relajar el cuerpo, mientras que la segunda proporciona energía mental y mejora la atención para que una se enfoque solamente en el encuentro sexual del que forma parte en ese momento. La oxitocina y la dopamina juntas son las que producen placer.

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ACN/Wapa

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