La aprehensión de cuatro policías que se suponían presos, entre ellos una detective, destapó una industria del robo y secuestro.

Funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) de la Policía nacional Bolivariana capturaron a los gendarmes en un barrio del municipio Linares Alcántara, estado Aragua. Se sorprendieron al percatarse que los aprehendidos debían estar en centro de Atención al detenido, conocido como cárcel de Alayón.

Fuentes vinculadas con las Faes indicaron que acudieron al barrio Francisco de Miranda para procesar una denuncia. Al llegar a la calle Negra Matea detuvieron al cuarteto de antisociales que intentaban secuestrar a dos personas.

Durante el procedimiento identificaron a los aprehendidos  como la detective Yosmagly Vanessa Muñoz Cardozo de 23 años de edad. La mujer está adscrita a la Subdelegación del Cicpc en Villa de Cura. También apresaron a los oficiales José Alejandro Jiménez Núñez (25),  Luis Fernando Tabares Rivas (23) y Walter Gregorio Marín Vegas (25) años. Todos ellos pertenecen a la Policía del municipio Zamora.

Policías en flagrancia

Les incautaron un arma de fuego, un vehículo e indumentarias del Cicpc. Durante los interrogatorios admitieron que se encontraban detenidos y procesados por diversos delitos en el penal de Alayón.

Horas después el director de la Policía Bolivariana de Aragua, general GNB José Gregorio Viloria, intervino el centro de reclusión. El jefe policial ordenó además detener al director del recinto carcelario y otros tres oficiales que se encontraban de guardia.

La investigación se encamina a determinar si otros policías detenidos y presos comunes gozaban del beneficio de secuestrar de noche y regresar de día.  Se sospecha que los presos de confianza pagaban coimas a sus custodios para que les permitieran cometer delitos.

Después se repartían los botines. Las autoridades investigan delitos cometidos con el mismo modus operandi en diversos sectores de la entidad aragüeña.