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Con el fuego iluminado de Prometeo

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Con el fuego iluminado de Prometeo: Por Américo Martín.-

Al aludir a los factores clásicos de la producción y sobre todo al criticar; con tanto acierto la teoría marxista del valor; el gran economista austríaco Joseph Shumpeter proporcionó  la idea más certera acerca del empresario; en tanto que factor decisivo del desarrollo capitalista.

Por supuesto no es mi intención reabrir viejas polémicas; a estas alturas abandonadas incluso por marxistas de vieja data; que ya no gastan tiempo rememorándolas. He vuelto momentáneamente a ellas en esta columna de la Agencia de Noticias; por una interesante conversación que acabo de tener con un empresario amigo.

Preguntas y respuestas

Es increíble que el PIB venezolano, me dice, se haya situado por debajo del de Nicaragua.

Muchos empresarios se habrán ido, cansados de las deplorables políticas económicas, le respondo.

No es mi caso. La situación es dura pero eso solo significa que debemos apelar a todo lo que hemos aprendido para que en algún momento nuestro país respire y salga adelante. Mis empresas siguen activas y su gerencia trabaja todos los días. Por consideraciones humanas hemos sido flexibles con los trabajadores afectados por la carencia de transporte, de servicios, el flagelo inflacionario y esta interminable pandemia que nos mantiene atados de manos con esposas de acero.

El caso de mi amigo es especial; pero también se trata de un ejemplo a seguir cuando cambie la situación; y tengamos todos que impulsar la acelerada recuperación de nuestra nación en todos los órdenes; colocando por supuesto  el retorno de la democracia y la libertad en los lugares cimeros.

Con la fuerza de estos emprendedores empresarios “shumpeterianos”; y la amplitud de miras del nuevo liderazgo en agraz; no hay por qué dudar de la recolocación de Venezuela en los excepcionales niveles de desarrollo; que la hicieron figurar, por largos y continuos años, en el primer lugar latinoamericano medido por el ingreso per cápita.

El segundo y tercero se lo disputaban Argentina, Uruguay y Cuba (pero entendamos: la prerrevolucionaria, sea bajo democracias estigmatizadas por la corrupción de Grau y San Martin y Prío Socarrás, sea por la tiranía del más corrupto aun, general Fulgencio Batista.

…El equivocado era yo

Personalmente, había tachado la consulta popular propuesta por Guaidó como un error, un riesgo innecesario superior a las fuerzas de la debilitada  oposición,  pero me doy cuenta ahora que por lo que se ve el equivocado era yo. Quizá influya mi virtual alejamiento del escenario político-partidista.

En cualquier caso dos han pasado a ser los protagonistas principales de la pugna por el poder escenificada por el gobierno y la oposición: las elecciones parlamentarias promovidas por Miraflores, sin ajustarse a las condiciones de imparcialidad y transparencia que el mundo le exige como base para su reconocimiento, y en la otra esquina de la arena, la consulta popular organizada por la legítima Asamblea Nacional, que está cobrando impresionante fuerza.

Así como se le pide imparcialidad a las parlamentarias, es importantísimo  que la consulta extreme esos requisitos porque; según las más recientes declaraciones de los órganos cupulares del sistema jurídico internacional y de la defensa de los Derechos Humanos; si Maduro no hace un supremo esfuerzo para atenerse a las pautas internacionales y negociar en serio con la Asamblea Nacional legítima presidida por Guaidó; todos sus supuestos logros en la subasta de partidos y lo que pueda haber obtenido en los diálogos con la mesa unitaria se habrán perdido; dejando igual o tal vez peor la muy difícil situación que lo abruma.

Quien levantará la mano al vencedor

De nada habrá servido  la ficción constituyente, la división de partidos; la arbitraria  prisión de diputados, militares y luchadores sociales, dejando a la vista del universo el cadáver de las inmunidades y la abrupta violación de los Derechos Humanos.

De allí que sin necesidad de un reconocido árbitro que levante la mano del vencedor, será ciertamente la de la consulta popular la favorecida, si a última hora no se  sumergen los factores de oposición en una nueva vorágine “cainita”, una fastidiosa campaña de descalificaciones en busca desesperada  por un liderazgo que en modo alguno merecerían.

He perdido ilusiones políticas personales, declaro de una vez y para siempre que más nunca aspiraré a candidaturas por elección, empezando por la presidencial, que por años creí merecer, ni a diputado o concejal. Para mí esa historia concluyó. Solo me queda ayudar, aconsejar, darle un destino útil a todo lo que haya aprendido.

Antes de bajar del proscenio de la política o la vida, debo cumplir el imperativo -hasta donde me lo permitan el tiempo y el fuego vital de Prometeo, el padre de los seres humanos- escribir los siete tomos que faltan de Mis Memorias y las obras literarias que me tengo prometidas.

Por supuesto, en el más amplio y hermoso ambiente de Libertad, Derechos Humanos plenamente vigentes y democracia; o dicho con más precisión, de Democratización permanente como prefieren los politólogos y sociólogos de nuestro tiempo, o de Democracia en Movimiento, según la fórmula acuñada por mis ilusos compañeros de siempre.

ACN/@AmericoMartin

-Los artículos de Opinión son de entera responsabilidad de sus autores, ACN publica todas las tendencias recibidas.

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