En nuestro país, los pacientes que padecen de enfermedades crónicas, deben atravesar un penoso e incierto Calvario, que no es extraño a desenlaces fatales, debido a la aguda crisis de los servicios hospitalarios, aunado a la falta de medicamentos para realizar los tratamientos.

En esta nota informativa, reseñamos el reciente caso del señor Cipriano Ortega (67), quien era paciente renal del Hospital Rafael Zamora Arévalo. El necesario servicio de diálisis, era lo que mas necesitaba el señor Ortega para llevar delante su padecimiento, pero ese servicio es uno de los tantos que se encuentran inoperantes en el Hospital Central de la zona.

El Calvario del paciente renal

Todo paciente renal crónico, deben realizarse el procedimiento conocido como “diálisis” de forma frecuente, a fin de desintoxicar su sangre, proceso que realizan naturalmente los riñones cuando se encuentran sanos.

El señor Cipriano, requiría de diálisis semanal para poder continuar con su vida, razón por la cual en los últimos meses debía trasladarse hasta la ciudad de Calabozo (a mas de 3 horas de carretera desde Valle de la Pascua); ya que en el hospital de esa ciudad aun continuan aplicando el servicio de diálisis.

Debia viajar hasta Calabozo para dializarse

Según informan los allegados al señor Ortega, él salía cada semana desde el caserío El Páramo (al norte de la ciudad), hasta el Hospital Central de Valle de la Pascua; donde abordaba un bus que lo trasladaban hasta la unidad de diálisis en Calabozo.

Fuentes cercanas al paciente, indicaron a Notipascua que: “desde hace unas semanas no se aplicaba el tratamiento, debido a que cada vez que se trasladaba hasta la ciudad de Calabozo; llegaba más débil por lo traumático del viaje”.

Otra víctima de la Crísis Hospitalaria

Según se supo, una trombosis cerebral fue la causa de la muerte a Cipriano Ortega, quién ya tenia tres semanas sin aplicarse la diálisis; ya que el viaje hasta Calabozo lo descompensaba demasiado.

Es importante destacar, que normalmente los pacientes que asisten al servicio de dialisis en el Hospital de Calabozo, regresan a Valle de la Pascua a altas horas de la noche; para posteriormente dirigirse a sus hogares y poder descansar del penoso viaje.

El señor Cipriano Ortega, era padre de 10 hijos, dedicó su vida a los trabajos agrícolas, siendo un personaje muy querido por los habitantes del caserío El Paramo; lugar que fue su domicilio durante toda su vida.

ACN|Notipascua.com🇻🇪

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