Sin conformarse con recuperar el liderato de la Serie A, Napoli también sacó lustre a sus credenciales como el equipo con el fútbol más rutilante de Italia al aplastar el sábado 4-1 a la Lazio.

Napoli se repuso tras encajar un gol tempranero y niveló el marcador cerca del final del primer tiempo para finalmente arrasar con el tercero de la clasificación.

El equipo del técnico Maurizio Sarri lidera la tabla con una ventaja de un punto sobre la Juventus, el campeón de las seis ediciones previas que el viernes derrotó 2-0 a Fiorentina.

Los jugadores de Napoli ingresaron a la cancha con camisetas con el numbre y número de su compañero argelino Faouzi Ghoulam, quien no juega desde enero por una lesión de ligamentos en la rodilla, afronta otro mes descartado tras someterse a una cirugía en la rodilla esta semana.

“Esta victoria es dedicada a Ghoulam”, dijo el atacante español José Callejón, autor de uno de los goles napolitanos. “Este equipo es un familia. Todos trabajos juntos en busca de un sueño”.

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Lazio arrancó con el pie derecho en su visita al sur cuando Stefan de Vrij abrió la cuenta a los tres minutos, estirando la pierna para empujar un centro de Ciro Immobile.

Pero Napoli lo niveló en el último minuto de la primera parte cuando Callejón dominó un largo tiro libre de Jorginho y clavó el balón en el ángulo inferior izquierdo.

El dominio de Napoli en el segundo tiempo fue abrumador. A los 54 minutos, el autogol del zaguero brasileño Wallace, a centro de Callejón, puso al frente al local.

Instantes después, el lateral portugués Mario Rui aumentó la diferencia. El cuarto tanto cayó a los 73, obra del delantero belga Dries Mertens, quien suma 15 goles en la temporada y cinco en sus últimos cuatro partidos.

Sarri cumplió su partido número 100 de la Serie A como entrenador de Napoli, pero fue expulsado al final del primer tiempo por reclamar a los árbitros.

Lazio se mantiene tercer tras perder su tercer partido seguido, siete puntos detrás de Napoli, y podría ser rebasado por el Inter de Milán y la Roma el domingo.

AP