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Holodomor: de Ucrania a Venezuela

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Las turbas nicaraguenses - acn
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Holodomor: de Ucrania a Venezuela: Por Luis Velázquez Alvaray.- El “holodomor”, tragedia ordenada por Stalin. Consistió en matar de hambre a millones de Ucranianos. Fue en el año 1932, cuando las autoridades soviéticas tomaron medidas para impedir la producción, requisar lo que se sembraba. La tarea se encomendaba a grupos idénticos a los paramilitares Chavistas, que registraban los hogares, robaban las haciendas, destruían lo que conseguían a su paso, con la deliberada intención que la gente no tuviera nada que comer y solo podían hacerlo los que se plegaban al comunismo

El objetivo de Stalín era tomar las propiedades, generalmente pequeñas granjas, expropiarlas y entregarlas al burocratismo estatal.

Esa colectivización del tirano soviético, fue realizada a la par de un proceso de represión, que arrestaba, ejecutaba a miles de personas, sin que mediara compasión alguna. Mucho menos respeto a la ley y la Constitución, a pesar de estructurarse a su medida. Para los dictadores no hay norma que los satisfaga.

Los tiempos históricos terminan pareciéndose. Nuestro Stalín tropical ha conformado un nuevo “holodomor”, es decir, políticas para “matar de hambre” a la población, que mayoritariamente le repudia.

La virulencia con la que el déspota del siglo XXI actúa, son calcadas de aquella masacre contra el pueblo Ucraniano. El carnet de la patria para poder satisfacer necesidades básicas, es el mismo de la hoz y el martillo. Los fusiles de fabricación Rusa, son los que empuñaban los colectivos soviéticos, bajo los procedimientos de guerra contra el pueblo. Hoy se practica en Venezuela, Nicaragua y obviamente Cuba, cuya nomenclatura ordena como si se tratara del viejo Kremlin,

El miedo y el odio de la tiranía, ha generado persecuciones masivas, torturas, y el éxodo, última esperanza para salir del “holodomor” Venezolano.

Se repiten escenas Dantescas. Familias que no tienen ni donde enterrar a sus muertos. Un país agonizando de inanición, soportando tan gigantesca farsa, que tiene el cinismo de ir a guasearse a la ONU, a chasquear mentiras, a cachifollar en la cara una audiencia planetaria. A reírse del mundo y anunciarle que caminó 46 cuadras por las calles de Nueva York, cuando antes proclamaba que el imperio lo esperaba para matarle. Sería bueno que caminara esas 46 cuadras por cualquier ciudad de Venezuela.

Las requisas del régimen, son las mismas que el comunismo Soviético practicaba bajo la denominada “ley de las espigas”, decretada en 1932, sin ninguna legitimidad, como las que aplica la falsa constituyente para subyugar a los Venezolanos.

En Ucrania se llamaban destacamentos de la dirección política del Estado, en Venezuela se denominan comités locales de abastecimiento y producción, GPU allá, CLAP Aquí. Son incontables los niños y ancianos con desnutrición severa. El Stalin de allá lo negaba, el de aquí también. Cantidades de personas escarban en los basureros buscando que comer. 1932 allá, 2018 aquí. Allá y aquí, la idea es que la gente no tenga fuerzas ni ganas. Dominación por la subsistencia.

No hay comida, ni medicamentos: es el holocausto. No hay donde trabajar. En 2016 se calcula murieron 12 mil niños, aunque las cifras son un enigma. En Ucrania todavía no se sabe cuántos fallecieron en aquel genocidio. En Venezuela nunca se sabrá tampoco. Los cuerpos élites se encargan de tapar todo este “holodomor”. Se suman las epidemias sin control, el bandidaje rojo asesinando a mansalva.

Los métodos para la tortura vienen de esa inhumana escuela: inocentes en celdas, desnudos, golpeados y drogados, como el reciente caso del Diputado Requesens. Militares desaparecidos porque se sospecha de ellos. Secuestros de familiares para atormentar a los presos. Inhabilitación y exilio al que no repita el catecismo del rudimentario déspota.

Ese horror del siglo XX, se repite. Ojala la Corte Penal Internacional acelere el proceso, para que estos salvajes autócratas terminen pagando tanta muerte y desolación.

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Opinión

Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa

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Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa-Agencia Carabobeña de Noticias – ACN – Opinión
Foto: Cortesía
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La iglesia católica explica el origen, el significado y el por qué se conmemora el Jueves Santo en Semana Santa.

Según el portal As.com, este día se comienza el Triduo Pascual, el periodo durante el cual la liturgia conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.

La Última Cena

En el Jueves Santo el cristianismo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, el lavatorio de los pies y la oración; en el huerto de Getsemaní. Según relata la Biblia, la Última Cena es el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos; antes de su muerte. Además, durante esta cena les anunció que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote.

Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa

Los Evangelios narran asimismo que durante esta reunión Jesús realizó un lavatorio de pies a todos sus compañeros. Un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás. No obstante, el momento más relevante de la Última Cena; es el que la Iglesia considera como la institución de la Eucaristía; uno de los siete sacramentos para los católicos.

Institución de la Eucaristía

Este hecho se produce cuando Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre los comensales diciendo: “Tomad y comed todos de él; porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”. A continuación toma un cáliz lleno de vino y dice: “Tomad y bebed todos de él; porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna. Que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”.

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Y concluyó: “Haced esto en conmemoración mía”. Esta última frase es interpretada por la Iglesia como la institución del Orden Sacerdotal, otro de los siete sacramentos.

De esta manera, la misa del Jueves Santo se consagra al éxito en la muerte de Cristo, que habría dado su vida para salvar a la humanidad de sus pecados. Según detalla la agencia de noticias católicas Aciprensa, esta fecha se debe celebrar “lo más solemnemente posible. Los cantos,  mensajes y los signos, no debes ser ni tan festivos; ni tan jubilosamente explosivos como la Noche de Pascua”.

Con información de ACN/As.com

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